Desgraciadamente abundan las supersticiones que indican otras "precauciones" que supuestamente deben tomar las mujeres embarazadas.
Y pensar que hay personas compartiendo y defendiendo esa desinformación...
Algunos comentarios que dejaron en la publicación anterior:
Pero estos temores infundados no son nuevos...
José Joaquín Blanco, en la segunda parte de su “Esplendores y miserias de los criollos. La literatura en la Nueva España”, afirma sobre el astrónomo, matemático, ingeniero, cosmógrafo, cartógrafo, geógrafo, filósofo, lingüista, anticuario e historiador Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700): “Hay quien lo considera ejemplo de la sabiduría novohispana, y quien, por el contrario, lo ve como la difícil y desventurada excepción –casi nada queda de su obra científica- en las pomposas tinieblas de la dorada teocracia colonial.” Y añade: “Qué tan excepcional era Sigüenza, acaso se ilustre con un curioso pleito burocrático-académico a propósito de su cátedra de matemáticas y astronomía, por la que optó en 1672 y querían negársela porque carecía de títulos universitarios. Sigüenza argumentó que la gran universidad mexicana no tenía ni siquiera un bachiller en matemáticas, sino sólo graduados en derecho y teología, de modo que más valía saber muchas matemáticas sin título alguno, que ningunas con otro tipo de títulos. La universidad fue juiciosa y le otorgó la cátedra.”
Sigüenza describió el pánico que causó en la población el eclipse total de Sol del 23 de agosto de 1691, escribió que durante el fenómeno astronómico él se dedicó a realizar tranquila y alegremente sus observaciones. Se oponía a la interpretación catastrofista y supersticiosa de eclipses y cometas.
Para el jesuita austriaco Eusebio Francisco Kino (quien llegó a la Nueva España en 1681) el cometa que se vio a finales de 1680 y principios de 1681 provocaría dificultades, calamidades, guerras, hambre, tempestades y enfermedades de todo tipo. Kino, al llegar a la ciudad de México (a mediados de 1681), se enteró de la existencia del "Manifiesto contra los cometas, despojados del imperio que tenían sobre los tímidos", obra en la que Sigüenza decía que no había razones para pensar que los cometas pudieran provocar efectos perniciosos. Kino contestó con un texto al que tituló "Exposición astronómica de el cometa, que el año de 1680 por los meses de Noviembre y Diziembre, y este año de 1681 por los meses de Enero y Febrero, se ha visto en todo el mundo".
El historiador Elías Trabulse comenta: “Sigüenza también era devoto de la Compañía de Jesús. Sin embargo, leyó el libro de Kino y se indignó porque decía, entre otras cosas, que ‘Singüenza tenía lagañoso el juicio’. Lleno de ira, porque no era nada flemático, escribió en 1681 una de las obras centrales de la ciencia mexicana: la Libra astronómica y filosófica. Ésta, sin embargo, no fue publicada porque lo expulsaron los jesuitas por mala conducta. Gracias a un amigo suyo que literalmente se la quitó y la publicó, en 1690, se le conoce y conserva”.
En la Libra astronómica Sigüenza se quejaba del menosprecio de los europeos hacia las letras y ciencias americanas.
El historiador David Piñera ha planteado la hipótesis de que a Kino le preocupó que los textos de Sigüenza pudieran dañar su reputación ante doña María Guadalupe Lancaster, duquesa de Aveiro, quien había aportado considerables fondos económicos a las misiones de California en las que Kino había llegado a la Nueva España. Estando todavía en Europa, Kino le escribió a la duquesa algunas cartas en las que le habló de las amenazas, fatalidades, calamidades, hambre, tempestades, temblores de la tierra, guerras, enfermedades, alteraciones de los cuerpos humanos y muertes que ocasionaría el cometa ya mencionado.
Piñera basa su hipótesis en las cartas que Kino le envió a la duquesa: en 1682 le escribió una para informarle que le enviaba cien ejemplares de su mencionada "Exposición astronómica", y al año siguiente, en el que Kino estuvo en California y Sinaloa, éste le envió otra en la que afirmaba que los efectos del cometa no habían dejado de verse y experimentarse.
En 1752 José Mariano de Medina y Francisco Pacheco Mora protagonizaron una discusión similar a la que mantuvieron Góngora y Kino. José Mariano de Medina escribió un texto titulado "Destierro de temores y sustos, vanamente aprehendidos en el eclypse quasi total futuro, del año de 1752". Francisco Pacheco Mora defendía la interpretación supersticiosa de estos fenómenos.
Recomendamos leer: Manifiesto filosófico contra los eclipses.
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