¿Qué inquieta tu corazón? ¿Los enigmas irresolubles? ¿Crees que puedan decirse palabras verdaderas acerca del misterio de la vida? Todas las respuestas científicas, filosóficas y religiosas ante el misterio no son más que balbuceos. ¿Quiénes saben algo?
Las preguntas no cesan porque no hay respuestas satisfactorias, y tal vez nunca las habrá.
El problema se niega a morir. Nos mentimos al responder, ¿deberemos conformarnos con sólo hacer las preguntas?, ¿deberemos aprender a convivir con el enigma?
¿Es el canto la única forma de hacer frente a lo que nos perturba? Tan sólo la poesía, los cantos y las flores pueden ser un camino para decir palabras verdaderas en la tierra. Así lo entendieron los tlamatinime.
¿Se llevan las flores a la región de la muerte?
¿Estamos allá muertos o vivimos aún?
¿Dónde está el lugar de la luz pues se oculta el que da la vida?
***
Lloro, me siento desolado:
recuerdo que hemos de dejar las bellas flores y cantos.
¡Deleitémonos entonces, cantemos ahora!
pues que totalmente nos vamos y nos perdemos...
No se aflijan vuestros corazones, amigos míos;
Como yo lo sé, también ellos lo saben,
Una sola vez se va nuestra vida.
¡Venid y gocemos!
Que no lo hagan los que viven airados,
La tierra es muy ancha...
***
¿Acaso allá somos verdaderos?
¿vivimos donde sólo hay tristeza?
¿Acaso es verdad, acaso no es verdad, como dicen?
No se fijan nuestros corazones.
¿Cuántos de cierto dicen qué es verdad o qué no es verdad allí?
Tú sólo te muestras inexorable, Dador de la vida.
No se aflijan nuestros corazones.
De verdad no es el lugar del bien aquí en la tierra:
de verdad hay que ir a otra parte:
allá está la felicidad.
¿O es que sólo en vano vinimos a la tierra?
Ciertamente otros sitio es el de la vida.
***
¿Acaso se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
***
Sólo un instante dura la reunión,
por breve tiempo hay gloria...
Ninguno de tus amigos tiene raíz,
sólo un poco aquí nos damos en préstamo;
tus flores hermosas...
sólo son secas flores.
¿A dónde iremos
donde la muerte no exista?
Mas ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
hay incineramiento de gente.
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
***
¿Qué era lo que acaso encontrabas?
¿Dónde andaba tu corazón?
Por esto das tu corazón a cada cosa,
Sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón.
Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?
***
¿A dónde iremos?
Sólo a nacer venimos.
Que allá es nuestra casa:
donde es el lugar de los descarnados.
Sufro: nunca llegó a mí alegría, dicha.
¿Aquí he venido sólo a obrar en vano?
No es ésta la región donde se hacen las cosas.
Ciertamente nada verdea aquí:
Abre sus flores a la desdicha.
¿A dónde iré?
¿a dónde iré?
El camino del Dios de la dualidad.
¿Acaso es tu casa en el sitio de los descarnados?
¿en el interior del cielo?,
¿o solamente aquí en la tierra es el sitio de los descarnados?
The candle flame gutters. Its little pool of light trembles. Darkness gathers. The demons begin to stir.
lunes, 31 de octubre de 2011
jueves, 27 de octubre de 2011
LA LITERATURA DE LUIS ZAPATA
Una de mis novelas favoritas es El vampiro de la colonia Roma. Curioseando en la sección de literatura mexicana de la entrañable Biblioteca de México José Vasconcelos encontré el libro Crónica literaria. Un siglo de escritores mexicanos (ediciones cal y arena) de José Joaquín Blanco.
En esta obra Blanco hace crítica literaria. ¿Por qué realizar dicha labor? El autor escribe: “Converso libros, creo mis lecturas. Los libros sin respuesta se quedan en una especie de impunidad solitaria que equivale a la inexistencia, al limbo; la lectura hace existir los libros, y la respuesta crítica les ofrece una corroboración inmediata de su existencia, un frontón ostensible de que no son meros fantasmas tipográficos en delirio.”
En su libro José Joaquín Blanco incluye seis ensayos sobre la literatura de Luis Zapata. Estos ensayos fueron escritos en diferentes épocas (el primero es de 1979 mientras que los dos últimos son de 1992). Joaquín Blanco escribe sobre El vampiro de la colonia Roma, En jirones, La hermana secreta de Angélica María y ¿Por qué mejor no nos vamos? Pero en esta entrada sólo me referiré a lo que escribe sobre El vampiro; específicamente señalaré lo que Blanco anota sobre tres cuestiones: lo que ha logrado Luis Zapata con su literatura, las virtudes de El vampiro de la colonia Roma (mismas por las que, paradójicamente, fue duramente criticado) y los rasgos distintivos y cualidades de Adonis García.
¿Qué escribe Blanco sobre el carácter y la personalidad de Adonis? “El personaje por ahí declara que quien no es feliz, se lo merece por pendejo; y bajando y subiendo por sus recuerdos, sus sueños y sus reflexiones –otra excepción: es el único personaje inteligente, pensante, fuerte y sobre todo capaz de decidir a cada momento su destino, entre todos los guiñapos que ha producido la onda coloquialista-; yendo, regresando, sesgando y finteando, siempre vive con una altísima dignidad y un sentido del humor tan alegre como cabrón. Es un personaje que la literatura vuelve persona; jamás se tipifica, o representa, o clasifica: vive, y con una dureza que es una forma superior de amor por su propio cuerpo, por su vida y los cuerpos y las vidas de los demás, y por los placeres y las realidades que en su variadísima vida ha aprendido a ejercer; a los que ninguna chingadera, ni aun las más gruesas, ha corrompido con el cinismo y el odio. Dudo absolutamente que la narrativa mexicana de las últimas décadas tenga una persona tan compleja y viva como este Adonis, con tanta nobleza dura e irónica y capacidad de estímulos. Y así va contando su vida, como para sí mismo, sin tomarse el trabajo de seducir, agredir, concienciar o sensibilizar al lector. Así es él en su libertad. Tómenlo o déjenlo...”
Blanco escribe sobre algunos de los problemas que Zapata enfrentó:
“Desde su primera edición (junio de 1979), El vampiro de la colonia Roma fue un estallido: al mismo tiempo escándalo social que éxito de crítica y de ventas, lo que ya es mucho decir en un país antilibresco donde generalmente no importa nada que no salga en la televisión. Pero las cuentas de su impacto público distaron de ser alegres: el machismo, la ignorancia, el oscurantismo y la beligerante cursilería se encarnizaron contra Luis Zapata como contra ningún otro novelista mexicano vivo. En la prensa y en la más peligrosa tenebra del chismorreo, en intentos de sabotaje desde el propio concurso que legítimamente ganó; en grandes y pequeños obstáculos desde la tipografía misma hasta las cadenas comerciales y más de una librería que se negaron a exhibir y vender su obra; en injurias insólitas públicas y privadas, que lo mismo sonaron en las superiores jerarquías políticas que entre los personajes prestigiosos o desprestigiados de la academia y de la comunicación, se dio una especie de linchamiento moral y literario capaz de turbar los nervios más templados.”
Adonis García no solamente es un homosexual, es un chichifo, un joven dedicado a la prostitución; ¿fue esa la razón por la que Zapata enfrentó estos problemas? Sí, pero sólo en parte. ¿Qué otra cosa influyó para que la novela fuera tan atacada? He aquí la respuesta de Blanco: la seriedad profesional con que está escrita.
“Creo que fue esto, la seriedad literaria, la razón del escándalo y no la mera anécdota de homosexualidad y prostitución. Las películas, las revistas, los periódicos, las carpas, las conversaciones de cantina y excusado jamás se han apartado de tales asuntos, pero siempre como algo sucio, falso, ridículo; la sociedad mexicana ha tolerado relativamente a personajes serviles y pretendidamente refinados dentro de su corte, pero nunca homosexuales sin caricatura, que no exigen nada más pero nada menos que la cabal condición humana y civil. El escándalo consistió en que el tema homosexual escapara del WC, de la carpa, de la nota roja y de los melodramas de tisú y de organdí, y se instalara abierta y desnudamente en las calles y las plazas como un asunto integralmente humano en la dignidad social y personal de su diferencia. Un libro obsceno más, como los millones de revistas y periódicos amarillistas, no hubiera resfriado a nadie; un libro serio, digno y hermoso pareció un abuso.”
En la interpretación de Blanco, las razones anteriores explican la táctica que se aplicó a la novela de Zapata: negarle respetabilidad. Continúa el crítico: “La ignorancia y la cursilería supusieron que lo vulgar, lo fácil o superficial era hablar de ello (de la sensualidad, el erotismo y el sexo), cuando ocurre precisamente lo contrario: no hay nada más difícil, nada que requiera mayor inteligencia y sostenido rigor intelectual. Lo pésimo, lo trillado, lo oportunista habría sido recurrir al sentimentalismo o a las perversidades de circo. Intentar la desnudez, la naturalidad y la plenitud de la carne, sin pedir disculpas, sin la súplica patética del corazón melodramático o las perversidades de guardarropía, no sólo era un reto moral, sin un arriesgadísimo proyecto literario. Y si, en efecto, las andanzas eróticas del Vampiro no deben espantar ni excitar a ningún lector adulto, es precisamente porque su eficacia se limpió de toda morbosidad y al ventilar los secretos de cama y de la calle, los volvió perfectamente naturales y cotidianos, iluminados además por la transparencia solar de un humor franco.”
Una última pregunta: ¿Qué ha logrado Zapata con su literatura? Blanco dice que sus novelas “sacaron finalmente del clóset a la literatura homosexual y la volvieron literatura plena; ya no los meros desvanes de la nota roja, el WC, el rincón sentimental, el zoológico de cristal o el aparador de modas. El vampiro de la colonia Roma fue el parteaguas –de ahí el escandalizado escarnecimiento con que la sociedad y la academia mexicanos lo recibieron-, el momento en que se acabó con una literatura homosexual de gettho, detenida en la queja o la autocomplacencia enrarecidas, y se ganó la calle y la expresión seria y franca: cuando ya sin medias voces, referencias en clave o discreción atemorizada, los libros y autores homosexuales pudieron ocupar el mismo sitio que los demás, sin ningún prestigio especial, pero sin ninguna prerrogativa de menos. Y a partir de entonces sólo los valores comunes de honestidad, inteligencia y belleza habrán de diferenciar los diversos tipos de expresión.”
Para finalizar esta entrada podemos decir, junto con José Joaquín Blanco, que Luis Zapata, con El vampiro de la colonia Roma, además de haberse atrevido a escribir el libro prohibido, lo escribió bien.
Una de mis novelas favoritas es El vampiro de la colonia Roma. Curioseando en la sección de literatura mexicana de la entrañable Biblioteca de México José Vasconcelos encontré el libro Crónica literaria. Un siglo de escritores mexicanos (ediciones cal y arena) de José Joaquín Blanco.
En esta obra Blanco hace crítica literaria. ¿Por qué realizar dicha labor? El autor escribe: “Converso libros, creo mis lecturas. Los libros sin respuesta se quedan en una especie de impunidad solitaria que equivale a la inexistencia, al limbo; la lectura hace existir los libros, y la respuesta crítica les ofrece una corroboración inmediata de su existencia, un frontón ostensible de que no son meros fantasmas tipográficos en delirio.”
En su libro José Joaquín Blanco incluye seis ensayos sobre la literatura de Luis Zapata. Estos ensayos fueron escritos en diferentes épocas (el primero es de 1979 mientras que los dos últimos son de 1992). Joaquín Blanco escribe sobre El vampiro de la colonia Roma, En jirones, La hermana secreta de Angélica María y ¿Por qué mejor no nos vamos? Pero en esta entrada sólo me referiré a lo que escribe sobre El vampiro; específicamente señalaré lo que Blanco anota sobre tres cuestiones: lo que ha logrado Luis Zapata con su literatura, las virtudes de El vampiro de la colonia Roma (mismas por las que, paradójicamente, fue duramente criticado) y los rasgos distintivos y cualidades de Adonis García.
¿Qué escribe Blanco sobre el carácter y la personalidad de Adonis? “El personaje por ahí declara que quien no es feliz, se lo merece por pendejo; y bajando y subiendo por sus recuerdos, sus sueños y sus reflexiones –otra excepción: es el único personaje inteligente, pensante, fuerte y sobre todo capaz de decidir a cada momento su destino, entre todos los guiñapos que ha producido la onda coloquialista-; yendo, regresando, sesgando y finteando, siempre vive con una altísima dignidad y un sentido del humor tan alegre como cabrón. Es un personaje que la literatura vuelve persona; jamás se tipifica, o representa, o clasifica: vive, y con una dureza que es una forma superior de amor por su propio cuerpo, por su vida y los cuerpos y las vidas de los demás, y por los placeres y las realidades que en su variadísima vida ha aprendido a ejercer; a los que ninguna chingadera, ni aun las más gruesas, ha corrompido con el cinismo y el odio. Dudo absolutamente que la narrativa mexicana de las últimas décadas tenga una persona tan compleja y viva como este Adonis, con tanta nobleza dura e irónica y capacidad de estímulos. Y así va contando su vida, como para sí mismo, sin tomarse el trabajo de seducir, agredir, concienciar o sensibilizar al lector. Así es él en su libertad. Tómenlo o déjenlo...”
Blanco escribe sobre algunos de los problemas que Zapata enfrentó:
“Desde su primera edición (junio de 1979), El vampiro de la colonia Roma fue un estallido: al mismo tiempo escándalo social que éxito de crítica y de ventas, lo que ya es mucho decir en un país antilibresco donde generalmente no importa nada que no salga en la televisión. Pero las cuentas de su impacto público distaron de ser alegres: el machismo, la ignorancia, el oscurantismo y la beligerante cursilería se encarnizaron contra Luis Zapata como contra ningún otro novelista mexicano vivo. En la prensa y en la más peligrosa tenebra del chismorreo, en intentos de sabotaje desde el propio concurso que legítimamente ganó; en grandes y pequeños obstáculos desde la tipografía misma hasta las cadenas comerciales y más de una librería que se negaron a exhibir y vender su obra; en injurias insólitas públicas y privadas, que lo mismo sonaron en las superiores jerarquías políticas que entre los personajes prestigiosos o desprestigiados de la academia y de la comunicación, se dio una especie de linchamiento moral y literario capaz de turbar los nervios más templados.”
Adonis García no solamente es un homosexual, es un chichifo, un joven dedicado a la prostitución; ¿fue esa la razón por la que Zapata enfrentó estos problemas? Sí, pero sólo en parte. ¿Qué otra cosa influyó para que la novela fuera tan atacada? He aquí la respuesta de Blanco: la seriedad profesional con que está escrita.
“Creo que fue esto, la seriedad literaria, la razón del escándalo y no la mera anécdota de homosexualidad y prostitución. Las películas, las revistas, los periódicos, las carpas, las conversaciones de cantina y excusado jamás se han apartado de tales asuntos, pero siempre como algo sucio, falso, ridículo; la sociedad mexicana ha tolerado relativamente a personajes serviles y pretendidamente refinados dentro de su corte, pero nunca homosexuales sin caricatura, que no exigen nada más pero nada menos que la cabal condición humana y civil. El escándalo consistió en que el tema homosexual escapara del WC, de la carpa, de la nota roja y de los melodramas de tisú y de organdí, y se instalara abierta y desnudamente en las calles y las plazas como un asunto integralmente humano en la dignidad social y personal de su diferencia. Un libro obsceno más, como los millones de revistas y periódicos amarillistas, no hubiera resfriado a nadie; un libro serio, digno y hermoso pareció un abuso.”
En la interpretación de Blanco, las razones anteriores explican la táctica que se aplicó a la novela de Zapata: negarle respetabilidad. Continúa el crítico: “La ignorancia y la cursilería supusieron que lo vulgar, lo fácil o superficial era hablar de ello (de la sensualidad, el erotismo y el sexo), cuando ocurre precisamente lo contrario: no hay nada más difícil, nada que requiera mayor inteligencia y sostenido rigor intelectual. Lo pésimo, lo trillado, lo oportunista habría sido recurrir al sentimentalismo o a las perversidades de circo. Intentar la desnudez, la naturalidad y la plenitud de la carne, sin pedir disculpas, sin la súplica patética del corazón melodramático o las perversidades de guardarropía, no sólo era un reto moral, sin un arriesgadísimo proyecto literario. Y si, en efecto, las andanzas eróticas del Vampiro no deben espantar ni excitar a ningún lector adulto, es precisamente porque su eficacia se limpió de toda morbosidad y al ventilar los secretos de cama y de la calle, los volvió perfectamente naturales y cotidianos, iluminados además por la transparencia solar de un humor franco.”
Una última pregunta: ¿Qué ha logrado Zapata con su literatura? Blanco dice que sus novelas “sacaron finalmente del clóset a la literatura homosexual y la volvieron literatura plena; ya no los meros desvanes de la nota roja, el WC, el rincón sentimental, el zoológico de cristal o el aparador de modas. El vampiro de la colonia Roma fue el parteaguas –de ahí el escandalizado escarnecimiento con que la sociedad y la academia mexicanos lo recibieron-, el momento en que se acabó con una literatura homosexual de gettho, detenida en la queja o la autocomplacencia enrarecidas, y se ganó la calle y la expresión seria y franca: cuando ya sin medias voces, referencias en clave o discreción atemorizada, los libros y autores homosexuales pudieron ocupar el mismo sitio que los demás, sin ningún prestigio especial, pero sin ninguna prerrogativa de menos. Y a partir de entonces sólo los valores comunes de honestidad, inteligencia y belleza habrán de diferenciar los diversos tipos de expresión.”
Para finalizar esta entrada podemos decir, junto con José Joaquín Blanco, que Luis Zapata, con El vampiro de la colonia Roma, además de haberse atrevido a escribir el libro prohibido, lo escribió bien.
sábado, 15 de octubre de 2011
Los fraudulentos detectores moleculares GT-200
Al fin los periodistas mexicanos están poniéndose las pilas. Lo digo porque han comenzado a tratar el tema de la llamada "ouija del diablo". Un ejemplo es el periodista Jorge Armado Rocha, quien platicó con el doctor Luis Mochán del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM. El doctor Mochán se refirió al GT-200 como un "aparato milagro".
Otro ejemplo es la periodista Laura Castellanos, quien publicó una interesante y muy completa nota en El Universal: "La pesadilla de los señalados por la ouija del diablo." Puede leerla aquí.
Por su parte Denise Maerker publicó, también en El Universal, su nota El gobierno compra productos milagro.
Así que si usted desea mantenerse informado sobre todo lo que está sucediendo entorno a este tema, no deje de visitar el blog El viaje de lonjho.
Otro ejemplo es la periodista Laura Castellanos, quien publicó una interesante y muy completa nota en El Universal: "La pesadilla de los señalados por la ouija del diablo." Puede leerla aquí.
Por su parte Denise Maerker publicó, también en El Universal, su nota El gobierno compra productos milagro.
Así que si usted desea mantenerse informado sobre todo lo que está sucediendo entorno a este tema, no deje de visitar el blog El viaje de lonjho.
jueves, 13 de octubre de 2011
¿Filosofía o superación personal?
Hace poco le eché un vistazo a lo que iba leyendo una persona que estaba a mi lado en el vagón del metro. Se trataba de un librito de superación personal o de reflexiones cuyo nombre no recuerdo exactamente, era algo como "Palabras de sabiduría". Las sabias palabras no eran más que frases pendejas.
Otras veces los vagoneros ofrecen CDs con las palabras de Mariano Osorio o con textos como "La mamá más mala del mundo" o "Papá, dime cuánto ganas para comprar un minuto de tu tiempo". Pura pendejada y media.
En Historia de la Filosofía IX estamos leyendo la "Metafísica de las costumbres" de Arthur Schopenhauer. Vamos en el capítulo 4: "Del estado de la voluntad en el mundo de su manifestación, o del sufrimiento de la existencia". La visión que Schopenhauer tenía de la vida humana no deja de ser trágica: no es posible evitar el sufrimiento, ya que éste es la esencia de la vida. En este capítulo incluso se refiere críticamente a los optimistas (como Leibniz y su idea de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Idea a la que Voltaire respondió con su novela "Cándido o el optimismo"). Para el filósofo la vida del ser humano, vista en general, es trágica, vista en sus detalles, un sainete. Así, nuestra vida es una mezcla de tragedia y comedia. Menciona Schopenhauer que la no satisfacción de los deseos provoca dolor y que la satisfacción de todos los deseos lleva al hastío.
¿Con qué visión de la vida se queda usted: con la de los expertos en superación personal (y su optimismo pendejo y su extremada cursilería) o con la de Shopenhauer? He aquí una muestra del pensamiento del autor de "El mundo como voluntad y representación."
"Al tomar aliento ahuyentamos una muerte que nos acecha en todo momento y con la que luchamos de ese modo a cada segundo; de la misma manera, la nutrición, el descanso o el abrigo suponen otros tantos aplazamientos respecto de su postrera victoria, habida cuenta de que, desde el preciso instante del nacimiento, somos presa de una muerte que se limita a juguetear un rato con su víctima antes de devorarla. En ese intervalo proseguimos nuestra vida con mucho esmero, tanto tiempo como sea posible, al igual que inflamos cuanto podemos una pompa de jabón, aun cuando tengamos la certeza de que acabará por estallar."
"El hombre se crea demonios, dioses o santos a su propia imagen y semejanza, debiendo ofrendarles luego oraciones, sacrificios, templos y exvotos, así como cuanto va ligado a esto, como las consignas, las peregrinaciones, las salutaciones, los ornamentos de imaginería u otras cosas por el estilo. Su culto se entrelaza con la realidad, llegando incluso a eclipsarla; cualquier acontecimiento de la vida es tomado como un contraefecto de aquellos seres, el trato con ellos llena la mitad de la vida, alimenta constantemente la esperanza y llega a ser, por mor de la mistificación, más interesante que el trato con los seres reales. Dicho trato constituye la expresión y el síntoma de una doble menesterosidad del ser humano: asistencia y apoyo, por una parte, ocupación y entretenimiento por otra; y aun cuando su cultivo atente con mucha frecuencia contra la primera clase de menesterosidad, dado que, cuando acechan los peligros y los percances, se invierten en rogativas y ofrendas un tiempo precioso, un valioso esfuerzo que más valdría haber aplicado a atajar aquellos contratiempos, la segunda menesterosidad se ve mejor servida merced a esa fantástica plática con un imaginario mundo espiritual, algo que supone la ganancia menos desdeñable de cualquier superstición."
Otras veces los vagoneros ofrecen CDs con las palabras de Mariano Osorio o con textos como "La mamá más mala del mundo" o "Papá, dime cuánto ganas para comprar un minuto de tu tiempo". Pura pendejada y media.
En Historia de la Filosofía IX estamos leyendo la "Metafísica de las costumbres" de Arthur Schopenhauer. Vamos en el capítulo 4: "Del estado de la voluntad en el mundo de su manifestación, o del sufrimiento de la existencia". La visión que Schopenhauer tenía de la vida humana no deja de ser trágica: no es posible evitar el sufrimiento, ya que éste es la esencia de la vida. En este capítulo incluso se refiere críticamente a los optimistas (como Leibniz y su idea de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Idea a la que Voltaire respondió con su novela "Cándido o el optimismo"). Para el filósofo la vida del ser humano, vista en general, es trágica, vista en sus detalles, un sainete. Así, nuestra vida es una mezcla de tragedia y comedia. Menciona Schopenhauer que la no satisfacción de los deseos provoca dolor y que la satisfacción de todos los deseos lleva al hastío.
¿Con qué visión de la vida se queda usted: con la de los expertos en superación personal (y su optimismo pendejo y su extremada cursilería) o con la de Shopenhauer? He aquí una muestra del pensamiento del autor de "El mundo como voluntad y representación."
"Al tomar aliento ahuyentamos una muerte que nos acecha en todo momento y con la que luchamos de ese modo a cada segundo; de la misma manera, la nutrición, el descanso o el abrigo suponen otros tantos aplazamientos respecto de su postrera victoria, habida cuenta de que, desde el preciso instante del nacimiento, somos presa de una muerte que se limita a juguetear un rato con su víctima antes de devorarla. En ese intervalo proseguimos nuestra vida con mucho esmero, tanto tiempo como sea posible, al igual que inflamos cuanto podemos una pompa de jabón, aun cuando tengamos la certeza de que acabará por estallar."
"El hombre se crea demonios, dioses o santos a su propia imagen y semejanza, debiendo ofrendarles luego oraciones, sacrificios, templos y exvotos, así como cuanto va ligado a esto, como las consignas, las peregrinaciones, las salutaciones, los ornamentos de imaginería u otras cosas por el estilo. Su culto se entrelaza con la realidad, llegando incluso a eclipsarla; cualquier acontecimiento de la vida es tomado como un contraefecto de aquellos seres, el trato con ellos llena la mitad de la vida, alimenta constantemente la esperanza y llega a ser, por mor de la mistificación, más interesante que el trato con los seres reales. Dicho trato constituye la expresión y el síntoma de una doble menesterosidad del ser humano: asistencia y apoyo, por una parte, ocupación y entretenimiento por otra; y aun cuando su cultivo atente con mucha frecuencia contra la primera clase de menesterosidad, dado que, cuando acechan los peligros y los percances, se invierten en rogativas y ofrendas un tiempo precioso, un valioso esfuerzo que más valdría haber aplicado a atajar aquellos contratiempos, la segunda menesterosidad se ve mejor servida merced a esa fantástica plática con un imaginario mundo espiritual, algo que supone la ganancia menos desdeñable de cualquier superstición."
miércoles, 12 de octubre de 2011
Ovnis y más ovnis...
Para que no le digan y no le cuenten, decidí agregar a mis enlaces páginas y blogs dedicados al análisis crítico del llamado "fenómeno ovni", pueden verse en la barra de la derecha bajo el título de "Todo lo que usted siempre quiso saber sobre ovnis y ufología pero nunca se atrevió preguntar". En esos enlaces pueden encontrarse algunos de los textos que considero necesarios leer para comprender todo este rollo de los platillos voladores.
Debajo de dichos enlaces pueden encontrarse algunos textos de mi autoría sobre algunos casos: el platillo volador de las Lomas, la esfera Victoria, las fotos del "contactado" Carlos Díaz, el fraude de Mauro Flores, el "extraterrestre" de Mérida y el ovni grabado por Mauricio Ruiz. Bueno, los dos últimos textos aún están en construcción.
En Las patillas de Asimov ya había presentado esos escritos, pero decidí darles mayor visibilidad y poner todo lo escrito de cada caso en un solo espacio.
Así que si no los ha leído, hágalo y después dígame en dónde la regué.
Debajo de dichos enlaces pueden encontrarse algunos textos de mi autoría sobre algunos casos: el platillo volador de las Lomas, la esfera Victoria, las fotos del "contactado" Carlos Díaz, el fraude de Mauro Flores, el "extraterrestre" de Mérida y el ovni grabado por Mauricio Ruiz. Bueno, los dos últimos textos aún están en construcción.
En Las patillas de Asimov ya había presentado esos escritos, pero decidí darles mayor visibilidad y poner todo lo escrito de cada caso en un solo espacio.
Así que si no los ha leído, hágalo y después dígame en dónde la regué.
jueves, 6 de octubre de 2011
Ufología del 90%
El 90% de la ciencia-ficción es una porquería;
pero es que el 90% de todas las cosas también lo son.
Theodore Sturgeon
Dentro del programa Los Archivos Secretos de la KGB mencionaron que entre mayor es la visibilidad y presencia en los medios que tiene un ufólogo, menos confiable es. Lo anterior me parece cierto y me hizo recordar algunas declaraciones de un investigador parcial que gusta de presentar fotografías y videos de ovnis en la TV…
Herencia estelar es una malísima novela de ciencia-ficción, Gabriel Chávez Aguirre (quien doblaba al español al Sr. Burns) es su autor. El libro trata acerca de la llegada de los extraterrestres a la Tierra. Sobre esta novela Jaime Maussán expresó: "Un gran libro, uno de los mejores que he leído en cuanto al tema ciencia-ficción, OVNI, extraterrestre."
De hecho, el prólogo fue escrito por el mismo Maussán.
El ufólogo sensacionalista escribe: "En la actualidad, la investigación del fenómeno OVNI se ha convertido en una verdadera ciencia, desde luego informal, ya que no es reconocida por los científicos que no pueden entender cómo podrían trasladarse hasta la Tierra seres de otro planeta. Con base en la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein nada podría moverse en el espacio más allá de la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo) sin desintegrarse."
La desaparecida revista Contacto Ovni publicó un número especial sobre "Los OVNIs en el espacio", ese número estuvo a cargo de Maussán, en su editorial escribió: "…El día de hoy todos aquellos que afirmaban la imposibilidad de la vida en otros planetas han tenido que callar. Pronto lo harán todos aquellos que afirmaban que es imposible viajar a la velocidad de la luz. Y poco después aquellos que afirmaban la inexistencia de la vida extraterrestre en la Tierra…"
Antes de intentar refutar o contradecir un “argumento”, Maussán debería tratar de entenderlo. Los físicos jamás han dicho que un objeto se desintegraría si alcanzara la velocidad de la luz.
En su libro Cuando la ciencia nos alcance (de la colección La Ciencia para Todos del Fondo de Cultura Económica), el físico Shahen Hacyan explica lo que en verdad se desprende de la teoría de la relatividad. En el capítulo "Viaje a las estrellas: ¿Realidad o Ilusión?" explica:
Einstein demostró que un cuerpo masivo necesitaría una cantidad infinita de energía para alcanzar tal velocidad (la velocidad de la luz) o, dicho de otro modo, todo el Universo usado como combustible no le sería suficiente.
Por su parte, el físico Armando Arellano Ferro, en su libro Por qué no hay extraterrestres en la Tierra (también de La Ciencia para Todos), asegura:
Viajar a la velocidad de la luz no es posible para nadie, para ninguna civilización por muy adelantada y tecnológica que sea. La razón es que para que un objeto con masa viaje a la velocidad de la luz, es necesario darle una cantidad infinita de energía, lo que no es posible.
Por ello es que no tiene sentido tratar de especular lo que pasaría con una nave si “violara” esta ley de la naturaleza. No tiene sentido preguntarse ¿qué pasaría con una nave si llegara a la velocidad de la luz? Es decir, la Teoría de la Relatividad dice que no es posible para una nave alcanzar (mucho menos rebasar) la velocidad de la luz.
Estos límites en cuanto a la velocidad que podría alcanzar una nave no son una “imposición” de los científicos, los físicos simplemente están explicándonos cómo funciona el universo. Carl Sagan -en El mundo y sus demonios- escribió:
Los científicos no pretenden imponer sus necesidades y deseos a la naturaleza, sino que humildemente la interrogan y se toman en serio lo que encuentran… Es irritante que la ciencia pretenda fijar límites en lo que podemos hacer, aunque sea en principio. ¿Quién dice que no podemos viajar más deprisa que la luz? Solían decirlo del sonido, ¿no es cierto? ¿Quién nos va a impedir, si tenemos instrumentos realmente poderosos, que midamos la posición y el momento de un electrón simultáneamente? ¿Por qué, si somos muy inteligentes, no podemos construir una máquina de movimiento perpetuo “de primera especie” (una que genere más energía de la que se le suministra), o una máquina de movimiento perpetuo “de segunda especie” (una que nunca se pare)? ¿Quién osa poner límites al ingenio humano? En realidad, la naturaleza. En realidad, una declaración bastante completa y breve de las leyes de la naturaleza, de cómo funciona el universo, se refleja en una lista de prohibiciones como ésta. Significativamente, la pseudociencia y la superstición tienden a no reconocer límites en la naturaleza: “Todo es posible” Prometen un presupuesto de producción ilimitado, aunque sus partidarios hayan sido engañados y traicionados tan a menudo.
Pero los físicos no se quedan ahí, continúa Sagan: De modos diversos, otros muchos físicos ponen a prueba la relatividad general… Confían en forzar la teoría hasta el punto de ruptura y descubrir si existe un régimen de la naturaleza en el que empiece a no ser sólido el gran avance de comprensión de Einstein… Estos esfuerzos continuarán siempre que haya científicos. La relatividad general es ciertamente una descripción inadecuada de la naturaleza a nivel cuántico, pero, aunque no fuera así, aunque la relatividad fuera válida en todas partes y para siempre, ¿qué mejor manera de convencernos de su validez que con un esfuerzo concertado para descubrir sus errores y limitaciones?
Maussán se niega a aceptar las leyes de la naturaleza y trata de refutar los descubrimientos científicos, pero comienza con el pie izquierdo: ni siquiera entiende las ideas científicas. Por otro lado, hay maneras de “hacerle trampa” a la naturaleza, y que al parecer el charlatán desconoce.
Sergio de Régules, colaborador de la revista de divulgación científica de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) ¿Cómo ves?, escribe acerca de los trabajos del físico Miguel Alcubierre. Según el divulgador de la ciencia, Miguel veía el programa Viaje a las estrellas cuando encontró cuál podría ser el sistema de propulsión del Enterprise: “…este sistema de propulsión imaginario (warp drive) permite al Enterprise viajar más rápido que la luz mientras el pobre Einstein se revuelca en su tumba. Miguel buscó la manera de reconciliar la teoría de la relatividad con las velocidades superlumínicas que alcanza el Enterprise con singular desenfado (y poca verosimilitud). La solución de Miguel describe una especie de burbuja. El espacio-tiempo se expande detrás de la burbuja y se contrae delante, arrastrándola como una ola a velocidades arbitrarias y sin sufrir el fenómeno de dilatación del tiempo…. El problema, por supuesto, es que nadie sabe cómo poner en práctica la solución matemática de Miguel. Al parecer, igual que el agujero de gusano, requiere densidades de energía negativa gigantescas.”
Por otro lado, Sagan en su novela Contacto no imagina que a fin de cuentas es posible para una nave alcanzar la velocidad de la luz, la nave que se construye a partir de los planos que envían los extraterrestres utiliza un agujero de gusano o puente de Einstein-Rosen, estos agujeros serían un atajo entre dos regiones del espacio-tiempo.
Le sugerimos a Maussán que antes de hablar sobre física (o ciencia en general) se informe aunque sea un poco.
Bibliografía
De Régules, Sergio, Volver al Futuro, ¿Cómo Ves?, México, No. 20, Año 2, UNAM.
Sagan, Carl, El mundo y sus demonios, Barcelona, Ed. Planeta, 1997.
Hacyan, Shahen, Cuando la ciencia nos alcance, La ciencia para todos, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
Arellano Ferro, Armando, Por qué no hay extraterrestres en la Tierra, La ciencia para todos, México, Fondo de cultura Económica, 2003.
pero es que el 90% de todas las cosas también lo son.
Theodore Sturgeon
Dentro del programa Los Archivos Secretos de la KGB mencionaron que entre mayor es la visibilidad y presencia en los medios que tiene un ufólogo, menos confiable es. Lo anterior me parece cierto y me hizo recordar algunas declaraciones de un investigador parcial que gusta de presentar fotografías y videos de ovnis en la TV…
Herencia estelar es una malísima novela de ciencia-ficción, Gabriel Chávez Aguirre (quien doblaba al español al Sr. Burns) es su autor. El libro trata acerca de la llegada de los extraterrestres a la Tierra. Sobre esta novela Jaime Maussán expresó: "Un gran libro, uno de los mejores que he leído en cuanto al tema ciencia-ficción, OVNI, extraterrestre."
De hecho, el prólogo fue escrito por el mismo Maussán.
El ufólogo sensacionalista escribe: "En la actualidad, la investigación del fenómeno OVNI se ha convertido en una verdadera ciencia, desde luego informal, ya que no es reconocida por los científicos que no pueden entender cómo podrían trasladarse hasta la Tierra seres de otro planeta. Con base en la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein nada podría moverse en el espacio más allá de la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo) sin desintegrarse."
La desaparecida revista Contacto Ovni publicó un número especial sobre "Los OVNIs en el espacio", ese número estuvo a cargo de Maussán, en su editorial escribió: "…El día de hoy todos aquellos que afirmaban la imposibilidad de la vida en otros planetas han tenido que callar. Pronto lo harán todos aquellos que afirmaban que es imposible viajar a la velocidad de la luz. Y poco después aquellos que afirmaban la inexistencia de la vida extraterrestre en la Tierra…"
Antes de intentar refutar o contradecir un “argumento”, Maussán debería tratar de entenderlo. Los físicos jamás han dicho que un objeto se desintegraría si alcanzara la velocidad de la luz.
En su libro Cuando la ciencia nos alcance (de la colección La Ciencia para Todos del Fondo de Cultura Económica), el físico Shahen Hacyan explica lo que en verdad se desprende de la teoría de la relatividad. En el capítulo "Viaje a las estrellas: ¿Realidad o Ilusión?" explica:
Einstein demostró que un cuerpo masivo necesitaría una cantidad infinita de energía para alcanzar tal velocidad (la velocidad de la luz) o, dicho de otro modo, todo el Universo usado como combustible no le sería suficiente.
Por su parte, el físico Armando Arellano Ferro, en su libro Por qué no hay extraterrestres en la Tierra (también de La Ciencia para Todos), asegura:
Viajar a la velocidad de la luz no es posible para nadie, para ninguna civilización por muy adelantada y tecnológica que sea. La razón es que para que un objeto con masa viaje a la velocidad de la luz, es necesario darle una cantidad infinita de energía, lo que no es posible.
Por ello es que no tiene sentido tratar de especular lo que pasaría con una nave si “violara” esta ley de la naturaleza. No tiene sentido preguntarse ¿qué pasaría con una nave si llegara a la velocidad de la luz? Es decir, la Teoría de la Relatividad dice que no es posible para una nave alcanzar (mucho menos rebasar) la velocidad de la luz.
Estos límites en cuanto a la velocidad que podría alcanzar una nave no son una “imposición” de los científicos, los físicos simplemente están explicándonos cómo funciona el universo. Carl Sagan -en El mundo y sus demonios- escribió:
Los científicos no pretenden imponer sus necesidades y deseos a la naturaleza, sino que humildemente la interrogan y se toman en serio lo que encuentran… Es irritante que la ciencia pretenda fijar límites en lo que podemos hacer, aunque sea en principio. ¿Quién dice que no podemos viajar más deprisa que la luz? Solían decirlo del sonido, ¿no es cierto? ¿Quién nos va a impedir, si tenemos instrumentos realmente poderosos, que midamos la posición y el momento de un electrón simultáneamente? ¿Por qué, si somos muy inteligentes, no podemos construir una máquina de movimiento perpetuo “de primera especie” (una que genere más energía de la que se le suministra), o una máquina de movimiento perpetuo “de segunda especie” (una que nunca se pare)? ¿Quién osa poner límites al ingenio humano? En realidad, la naturaleza. En realidad, una declaración bastante completa y breve de las leyes de la naturaleza, de cómo funciona el universo, se refleja en una lista de prohibiciones como ésta. Significativamente, la pseudociencia y la superstición tienden a no reconocer límites en la naturaleza: “Todo es posible” Prometen un presupuesto de producción ilimitado, aunque sus partidarios hayan sido engañados y traicionados tan a menudo.
Pero los físicos no se quedan ahí, continúa Sagan: De modos diversos, otros muchos físicos ponen a prueba la relatividad general… Confían en forzar la teoría hasta el punto de ruptura y descubrir si existe un régimen de la naturaleza en el que empiece a no ser sólido el gran avance de comprensión de Einstein… Estos esfuerzos continuarán siempre que haya científicos. La relatividad general es ciertamente una descripción inadecuada de la naturaleza a nivel cuántico, pero, aunque no fuera así, aunque la relatividad fuera válida en todas partes y para siempre, ¿qué mejor manera de convencernos de su validez que con un esfuerzo concertado para descubrir sus errores y limitaciones?
Maussán se niega a aceptar las leyes de la naturaleza y trata de refutar los descubrimientos científicos, pero comienza con el pie izquierdo: ni siquiera entiende las ideas científicas. Por otro lado, hay maneras de “hacerle trampa” a la naturaleza, y que al parecer el charlatán desconoce.
Sergio de Régules, colaborador de la revista de divulgación científica de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) ¿Cómo ves?, escribe acerca de los trabajos del físico Miguel Alcubierre. Según el divulgador de la ciencia, Miguel veía el programa Viaje a las estrellas cuando encontró cuál podría ser el sistema de propulsión del Enterprise: “…este sistema de propulsión imaginario (warp drive) permite al Enterprise viajar más rápido que la luz mientras el pobre Einstein se revuelca en su tumba. Miguel buscó la manera de reconciliar la teoría de la relatividad con las velocidades superlumínicas que alcanza el Enterprise con singular desenfado (y poca verosimilitud). La solución de Miguel describe una especie de burbuja. El espacio-tiempo se expande detrás de la burbuja y se contrae delante, arrastrándola como una ola a velocidades arbitrarias y sin sufrir el fenómeno de dilatación del tiempo…. El problema, por supuesto, es que nadie sabe cómo poner en práctica la solución matemática de Miguel. Al parecer, igual que el agujero de gusano, requiere densidades de energía negativa gigantescas.”
Por otro lado, Sagan en su novela Contacto no imagina que a fin de cuentas es posible para una nave alcanzar la velocidad de la luz, la nave que se construye a partir de los planos que envían los extraterrestres utiliza un agujero de gusano o puente de Einstein-Rosen, estos agujeros serían un atajo entre dos regiones del espacio-tiempo.
Le sugerimos a Maussán que antes de hablar sobre física (o ciencia en general) se informe aunque sea un poco.
Bibliografía
De Régules, Sergio, Volver al Futuro, ¿Cómo Ves?, México, No. 20, Año 2, UNAM.
Sagan, Carl, El mundo y sus demonios, Barcelona, Ed. Planeta, 1997.
Hacyan, Shahen, Cuando la ciencia nos alcance, La ciencia para todos, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
Arellano Ferro, Armando, Por qué no hay extraterrestres en la Tierra, La ciencia para todos, México, Fondo de cultura Económica, 2003.
domingo, 2 de octubre de 2011
Escépticos
Hasta hace unos momentos pude ver el primer episodio de la serie Escépticos. ¿El tema? Las medicinas alternativas. Un buen programa para reflexionar y divulgar el escepticismo. ¿Cuál es el mejor término: medicinas alternativas, paralelas o complementarias?, ¿o simplemente charlatanería? Energías que no pueden cuantificarse. Placebos. ¿Y qué tal el practicante de medicina alternativa que cree que está al mismo nivel que los verdaderos médicos?
Agrego también el piloto de la serie, dedicado a las ideas conspiranoicas que niegan que el ser humano haya llegado a la Luna. "Si realmente se llegó a la Luna, ¿por qué no se ven las estrellas?, ¿por qué ondea la bandera estadounidense?, ¿por qué no se regresó?" Son algunas de las preguntas que suelen hacer (maliciosamente) los que dicen que los viajes a la Luna son un montaje. Dejaré clara mi postura: la idea de que el Apolo 11 no llegó a nuestro satélite natural es una estupidez creada por gente que gusta de hacerse chaquetas mentales y que es creída por gente que también gusta de las chaquetas mentales.
Agrego también el piloto de la serie, dedicado a las ideas conspiranoicas que niegan que el ser humano haya llegado a la Luna. "Si realmente se llegó a la Luna, ¿por qué no se ven las estrellas?, ¿por qué ondea la bandera estadounidense?, ¿por qué no se regresó?" Son algunas de las preguntas que suelen hacer (maliciosamente) los que dicen que los viajes a la Luna son un montaje. Dejaré clara mi postura: la idea de que el Apolo 11 no llegó a nuestro satélite natural es una estupidez creada por gente que gusta de hacerse chaquetas mentales y que es creída por gente que también gusta de las chaquetas mentales.
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