En aquella época, Mina, además del mencionado libro, también publicó la traducción del informe Roswell de la USAF, un número especial de la revista Contacto Ovni sobre el caso de la autopsia y, dentro de sus números normales, un artículo sobre “la autopsia trucha”, la réplica que especialistas en efectos especiales realizaron en Argentina.
Sobre la reedición de su libro, Luis Ruiz Noguez dice que "En esta nueva versión encontrará la parte central sobre la autopsia que publicamos en el especial mencionado (Primera parte de este libro); el texto del libro sobre la autopsia (Segunda parte); y, finalmente, una Tercera parte que comprende todos los nuevos hallazgos, historias y reportajes sobre la autopsia extraterrestre a partir de 1995 a la fecha. También se incluyen tres apéndices y diversas fotografías. Para los que leyeron tanto el especial como el libro no tendrá desperdicio porque tiene material nuevo muy interesante. Para aquellos que no los hayan leído, encontrarán un compendio sobre el famoso caso de la autopsia extraterrestre."
Para cualquier interesado en la ufología resulta un material sumamente atractivo. El lector puede adquirir el libro aquí o aquí.
El robot escéptico enmascarado y el autor de este blog platicamos con Luis sobre el caso de la autopsia extraterrestre, sobre diversos aspectos del “mundo del misterio” y también de su labor como debunker.
De izquierda a derecha, Luis Ruiz Noguez, Martín Fragoso y el robot escéptico enmascarado. Imagen de César Buenrostro.
LA AUTOPSIA EXTRATERRESTE
Maussán presentó las imágenes de la autopsia en un programa de Televisa que conducía Daniela Romo, estuvieron también Víctor Quezada y Mario Torres Luján, a quienes Maussán presentó como expertos en informática, ¿viste el programa?, en caso afirmativo, ¿te gustaría comentar algo sobre éste?, ¿hay algo que creas que merezca la pena comentarse sobre éste?
No, no lo vi, pero puedo comentar algo sobre esos personajes.
De entrada, el que me parecía más “serio” o no tan zopenco o pazguato era Víctor Quezada. Hablo de lo que conviví con él y no de lo que haya presentado en el programa de Daniela.
En alguna ocasión Óscar García dijo que la escuela en la que daba clases Quezada era una escuela “patito” (o chafa, o mediocre). Quezada se ofendió y nos invitó a visitar el lugar para que comprobáramos que no era nada anodino.
Fuimos al Instituto Sol (o algo así, ya no recuerdo el nombre correcto), que era una de esas escuelas de computación que aparecieron por aquella época. Había muchas de ellas y todas ofrecían unas carreras cortas o técnicas para que los muchachos se graduaron en técnicos en computación, programadores o algo por el estilo.
Nos invitó a una de sus clases y realmente yo no quería entrar y “chutarme” una plática sobre programación o cualquier otra cosa que se impartiera ahí. Pero a insistencia de Víctor, entramos y nos sentamos en la parte posterior del salón.
Mi sorpresa fue mayúscula porque, en lugar de la clase de programación que yo esperaba, el tema era el ¡análisis de videos ovnis!
Así como lo oyes. Y yo me pregunté ¿con qué desfachatez se atreve a mostrarnos la forma en que estafan el dinero a estos muchachos o a sus padres? ¿Cómo es posible que en lugar de enseñarles el manejo de las computadoras o de programas de cómputo o de aplicaciones para contaduría o administración o qué se yo, les birlen el dinero enseñándoles una tontejada que sólo les va a servir en la vida si se dedican a engañar a otros bobos, como lo hace Maussán?
Recuerdo que la “tarea” había sido el análisis del famoso video de un orbe volando sobre uno de los cropcircles de Inglaterra, que en ese entonces estaba arrasando en la opinión mundial.
Los muchachos traían su reporte y hablaban de auras, de que habían hecho “solarizaciones” y utilizado “filtros” y no sé que tanta estupidez, utilizando el mismo lenguaje que Quezada solía usar en los programas de televisión cuando aparecía con Maussi como su “experto en informática”. Toda una perfecta tontería como, incluso, la propia Sara Cuevas Tornel, un ama de casa que luego se haría famosa por su video de un “extraterrestre”, y que nada sabía de computadoras, se daría cuenta que era una tomadura de pelo.
A pesar de que ya pasaron varios años y que la gente ya aprendió que esas “solarizaciones” y “filtros” los puede hacer con cualquier fotografía, aunque no sea de ovnis, si utiliza programas tan sencillos como Paint, todavía algunas ufólogas, como Ana Luisa Cid, que ahora se dedica a estafar a sus clientes utilizando cuarzos para curarlos, siguen usando estos “análisis”.
Eso no acabó ahí. Quezada luego nos llevó a su “laboratorio” para mostrarnos cómo hacía sus “análisis”. Eso terminó por convencerme de que aquel apelativo que Óscar había utilizado para su escuelita, se había quedado corto.
Por otro lado, el “físico” Mario Torres Luján era un palurdo y con eso estoy diciendo todo. No sabía ni escribir (y fue el director de Contacto ovni). Sus “artículos”, más que corregirlos, se los escribía el corrector de estilo.
En algún lugar demostré que sus análisis de fotografías ovni no eran mas que un machote en donde Torres sólo cambiaba los nombres de los “testigos” y lugares y el resto del “artículo” no cambiaba ni una sola coma. De tal forma que todas las fotografías trucadas que hacían en Contacto Ovni o que les llegaban a la redacción, resultaban ser naves plasmáticas de zeta retículi.
Ver aquí el artículo de Luis
De izquierda a derecha, Mario Torres y Víctor Quezada. Imagen del programa de Daniela Romo
Torres Lujan me da lástima y prefiero no seguir hablando de él. Pero estos párrafos pintan de manera completa el calibre de los “expertos” que acostumbra a utilizar Maussan. “Expertos”, por cierto, que con el tiempo terminan peleados con ese personaje, luego de también ser estafados.
El 15 de mayo de 1996, asistí a la conferencia que sobre la autopsia organizó Mario Méndez Acosta, pero fue hace tanto tiempo que no recuerdo algunas cosas. Creo que proyectaron el video de Santilli. En el último programa que sobre ovnis organizó Nino Canún (16 de enero de 1998) dijiste que Santilli les dio permiso para proyectar el video, Maussán dijo que mentías. ¿Cómo sucedieron las cosas?, ¿por qué Maussán aseguraba tan enfáticamente que no tenían el permiso?
Cuando sacamos Perspectivas Ufológicas comenzamos a enviar la revista, por correo, a todos los ufólogos y organizaciones ufológicas que conocíamos. El encargado de eso era Héctor Escobar. Él mismo consiguió la dirección de Santilli o de su productora (no recuerdo, pero le puedes preguntar al propio Héctor) y le envió un ejemplar. Pronto recibimos respuesta de Santilli que aún no tenía distribuidor en México (o ni siquiera había pensado en distribuir su video en este país).
Todos los números de Perspectivas Ufológicas, publicación que entre 1993 y 1996 hicieron Héctor Escobar, Héctor Chavarría, Luis Ruiz Noguez y Óscar García, pueden consutarse aquí.
El hecho es que nos envió su video. Héctor le había pedido que el formato fuese VHS en NTSC para poder verlo en México (o él lo mandó así sabiendo que ese era el formato que se usaba en México). De hecho creo que lo anunciamos en la revista para que pudieran comprarlo directamente a Santilli.
Cuando lo vimos, en verdad quedamos impresionados. Claro, no creíamos que fuese un extraterrestre en la mesa de disección, pero comenzamos a evaluar las posibles explicaciones (eso lo pueden leer en la segunda edición de “La autopsia extraterrestre. Un mito dentro del mito”).
¿Por qué Maussán se comportó como lo hizo? Bueno, creo que la respuesta es simple. Él se cree el dueño del fenómeno ovni (en aquel entonces en México, hoy a nivel mundial) y cualquiera que tuviera información más actualizada o de mejor calibre que la que él presentaba en los programas de televisión era atacado o ninguneado. Con más razón si ese alguien era un escéptico.
Sería bueno que consultaras con Escobar sobre este punto, para que la historia no se pierda. Espero que todavía tenga los correos con Santilli. Y sí, Santilli nos envió el video y nos dio permiso de utilizarlo.
Durante la conferencia en el Club de Periodistas se presentaron unas personas que supuestamente tenían la intención de impedir la realización de la plática y que, también supuestamente los enviaba Maussán, ¿qué podrías comentar al respecto?
Lo que dije antes. Maussan quería, como siempre lo ha hecho, medrar con el fenómeno ovni. Seguro que quería ganar dinero con el video de la autopsia y si alguien más ya lo estaba mostrando (y gratis) podría perder ese dinero.
Al final el video se dio a conocer en muchas otras partes y el Honorable Ratón ya no pudo sacar un quinto de esa fuente, a pesar de que fue a Inglaterra a visitar a Santilli. Por ahí tengo una foto de Maussi estrechando la mano de Santilli y, si no recuerdo mal, en la parte posterior tiene la fecha de dicho encuentro (muy posterior a la primera edición del libro y a la presentación del video en el Club de periodistas).
Yo tampoco recuerdo mucho del alboroto que se armó durante la presentación, pero creo que fue el público quien acalló (¿o sacó?) a los alborotadores y golpeadores de Maussán.
Dentro de Mina Editores, ¿cómo reaccionaron los ufólogos creyentes o crédulos con todo el material crítico que sobre este caso publicaste con Óscar García y Héctor Escobar (el número especial, el libro que ahora se está reeditando, la traducción del informe Roswell de la USAF y el artículo sobre la “autopsia trucha”)?
Óscar lo mantuvo más o menos reservado. Sólo el corrector de estilo, los diseñadores y el propio dueño de la editorial estaban al tanto.
Supongo que todos los ufólogos que colaboraban con la revista estaban en ascuas, como buenos conspiranóicos que son.
Pero por otra parte, y ya lo he contado en otro lugar (ver aquí), pronto se llegaron a reunir y le exigieron a Germán Flores Trujillo, dueño de la editorial, que nos expulsara dado que lo que se estaba haciendo era una revista de ovnis y nosotros, los escépticos, “tratábamos de acabar con el fenómeno ovni”. Entonces todo llegó a su fin. Nosotros salimos de Contacto ovni y Torres Luján se quedó a cargo de la revista. Como premio de consolación Germán le dio a Óscar la oportunidad de sacar una revista cultural (Planeta X) a donde fuimos parar.
Como comenté en la anterior pregunta, ustedes publicaron un número especial sobre la autopsia, Maussán también deseaba escribir sobre el tema, pero ustedes ya habían escrito del caso, así que supongo que por eso tuvo que hacer un número más general sobre ovnis estrellados. ¿Leíste el número de Maussán?, en caso afirmativo, ¿qué te pareció?
Una porquería. Cosas ya muy conocidas, pero mal entendidas y peor escritas. Por cierto a Maussan que se supone que es periodista no le conozco nada que él haya escrito. Incluso no he tenido la “fortuna” de leer sus artículos cuando era periodista de deportes. A veces creo que no sabe escribir y que es un analfabeta funcional, pero que ha suplido todo eso con la picardía y falta de escrúpulos con la que ha sabido estafar a medio mundo ufológico.
Maussán, en el programa de Canún que ya comenté se quejó del número que ustedes publicaron, dijo que no se valía ser tan escépticos, a lo que mencionaste que el trabajo final era mucho menos crítico de lo que originalmente era, ¿en Mina Editores les pidieron bajarle a la crítica?
Más bien creo que fue el propio Óscar que le quitaba un poco de hierro a los artículos que yo escribía, para no enemistarse con Germán y los ufólogos que trabajaban para Contacto ovni. Es decir, más bien hubo una especie de autocensura.
¿UFÓLOGO, CRÍTICO DE LA UFOLOGÍA O DEBUNKER?
Por un lado, el equipo que hacía Perspectivas Ufológicas definía la publicación como ufología científica en español. Por otro, en el programa ya referido de Canún, en algún momento le pediste a Fernando J. Téllez que le explicara a Maussán lo que Allen Hynek afirmaba del objeto de estudio de los ufólogos. Dijiste algo como “¿Qué es lo que decía Hynek que investigamos o investigan los ufólogos?”. Tú te defines como crítico de la ufología y no como ufólogo, sin embargo, tu pregunta pareciera mostrar que por momentos te pensabas como ufólogo. ¿Es así o nunca te asumiste como un “investigador de ovnis”?
Sí, en algún momento de mi vida fui ufólogo: cuando era niño y hasta la adolescencia, cuando no tenía experiencia ni conocimientos. Cuando crecí me di cuenta de que todo eran patrañas, engaños o confusiones. Cuando presioné a Téllez para que le dijera a Maussan que Hynek decía que lo que investigan los ufólogos eran los informes de ovnis y no los ovnis como tal, estaba tratando de ser empático con los ufólogos, con Téllez en particular que es ufólogo y esperaba que se acordara de eso que dijo Hynek, pero parece que se le olvidó. Me pareció políticamente correcto decir “lo que investigamos los ufólogos” a decir “lo que investigan ustedes, la chusma de ufólogos”.
Como he dicho, más bien soy un crítico de la ufología. Si se quiere, con todas las reservas y de forma muy humilde trato de ser una especie de historiador de los ovnis. Y lo digo con todo respeto, porque siendo ingeniero químico, no tengo la formación de un historiador y desconozco los métodos y herramientas de trabajo de los historiadores. Lo que trato de “rescatar” en Marcianitos Verdes son documentos poco conocidos de la ufología (traducidos al español, con comas, puntos, pelos y señales) para que los que vienen detrás hagan un análisis de esa información. De igual forma y por esa misma razón incluyo las referencias de donde saqué esa in formación, para que sea contrastada y estudiada.
¿Qué satisfacciones te ha dado tu “trabajo” como escéptico y debunker?
Muchas, pero creo que la principal es que varios de los niños y jóvenes que me llegaron a conocer por mis artículos y libros y que, originalmente, eran crédulos de todos estos temas, descubrieron el “otro lado de la moneda” del que he estado hablando y se hicieron un poco más críticos sino francamente escépticos. Esto lo he escuchado o leído de ellos mismos. Puedo mencionar algunos: el periodista chileno Diego Zúñiga (que actualmente está reeditando algunos de mis primeros libros); el influencer Youtubero César Buenrostro; el primer maussanita Óscar García; y hasta los filósofos blogueros Martín Fragoso y Daniel Galarza. Todos ellos, de una u otra forma continúan la labor de divulgación del pensamiento crítico y en algo tengo yo la culpa.
SESGOS INFORMATIVOS Y CENSURA DENTRO DEL MUNDO DEL MISTERIO
Tu blog Marcianitos verdes me llega a desconcertar. No me refiero a los temas que justo por la temática del blog, son “desconcertantes”. Estoy hablando de que al lado de artículos completamente escépticos encontramos otros que, francamente, son muy crédulos, por decirlo de alguna forma. ¿Por qué esa disparidad en el formato?
Bueno hay, por lo menos, dos razones:
La primera es que yo crecí con Duda. Lo increíble es la verdad y con otras revistas iberoamericanas del estilo (Lo Insólito -la mexicana y la peruana-; las españolas Karma 7, Lo desconocido, Mundo desconocido, etc.; las argentinas 2001 y Cuarta Dimensión; Kábala de Venezuela; Ovni documento de Brasil; Enigmas, de Puerto Rico; las mexicanas Supermente, Contactos Extraterrestres, Yerba… y muchas otras que se me escapan a la memoria). Me parece que la que inventó el escenario de “presentar los hechos y dejar que el lector tomara su propia decisión” fue Duda. Muchas otras siguieron el ejemplo.
Muestra del "amor" que los más delirantes "periodistas del misterio" e insolitólogos le tienen al blog de nuestro entrevistado
Lo malo es que los hechos que presentaban sólo era la parte fantástica, crédula, insólita… Nunca había una contraparte centrada y razonada que explicara esos “hechos misteriosos”.
Por lógica, con esa información sesgada, el lector sólo tenía una conclusión que era más o menos así:
Vivimos en un mundo que probablemente está hueco (o es plano), que está siendo visitado por zetaridiculianos que sus únicas labores son llevarse nuestras vacas y luego de “sacarles el jugo” desecharlas con cortes “dignos de un cirujano”; atrapar a humanos inocentes para clavarles una sonda en salva sea la parte y poder monitorearlos; dejarse fotografiar por personajes con muy poca credibilidad; lanzar mensajes de amor y paz (mientras descuartizan nuestros animales y violan a los que se dejen); abandonar a sus mascotas en los bosques de Washington, para que dejen unas enormes huellas, o en los desiertos de México o en la floresta de Puerto Rico para que éstos se alimenten de la sangre de nuestras cabras.
Además, las catedrales góticas muestran que los templarios sustrajeron el arca de la alianza y el paño de la Verónica y los llevaron a Europa, en donde, este último, algunos siglos después sería reconocido como el Santo Sudario y demostraría que Jesucristo resucitó en medio de una reacción nuclear que impregnó su figura en la tela.
Nostradamus escribiría la historia del mundo de pe a pa, sin saltarse ninguna nimiedad como los casamientos de los políticos o artistas populares.
En ese entonces estaba claro que toda la humanidad pertenecía a 12 categorías pero no necesariamente concordaban las occidentales con las orientales: de este lado no teníamos monos, gallos o dragones, y de aquél no aparecían los libras, los capricornios, etc. Ahora se ha simplificado la cosa, ya no es por meses ni por años, ahora son décadas (dos décadas): generación X, Y, Z, etc., pero sigue siendo la misma tontería. Pronto veremos en los diarios o en los programas matutinos el “horóscopo-generacional”: “Centenials, tendrán un encuentro inesperado; este día es recomendable que eviten las rosas y las comidas picantes; su piedra preciosa es el zafiro, etc.” En realidad ya he leído algo como “el color preferido de los milenials” y cosas similares.
Lo bueno es que los dolores de cabeza que nos provocaban estas “teorías” los podíamos curar con unos chochitos empapados en alcohol. Es más esos chochitos y otras “terapias alternativas” (como los cuarzos, el reiki, el yoga, cirugía psíquica, y un largo etcétera) te podían curar tooodo. Es sorprendente que la gente se siga muriendo.
Nos convencieron de que el “poder de la mente” podía doblar cucharas (aunque ¿de qué carajos nos sirve una cuchara doblada?) o que nos podíamos comunicar telepáticamente con nuestros seres queridos, aunque seguimos utilizando los teléfonos.
Los fantasmas llenaban casi todos los lugares, además de los cementerios. Estaban en museos, escuelas, casas y calles. Y podíamos comunicarnos con ellos con un jueguito que decía “sí-no”. También podíamos usar una horqueta para buscar agua, aunque a mí siempre me pareció más cómodo abrir la llave.
Ahora que está tan de moda… también supimos que nunca llegamos a la Luna y que todo fue un truco de Stanley Kubrick. Y que los judíos han estado organizando durante milenios una conspiración mundial. Que Shakespeare no fue quien escribió esas obras y que Hitler no murió en el bunker.
Es más, que todos nuestros antepasados (exceptuando los europeos) eran tan estúpidos y lerdos que es imposible hayan construido las obras monumentales en Baalbek, Isla de Pascua, Zimbabue, Cuzco, Teotihuacán… Es más, Palenque fue construido por los astronautas.
Y puedo continuar muchas otras enseñanzas que nos dejaron esas lecturas, pero estas son suficientes.
El punto es, como digo arriba, que nunca nos presentaron la otra cara de la moneda. Algo con lo que pudiéramos contrastar esas “teorías”. Por eso decidí que al lado de artículos críticos o escépticos, como los llamas, dejaría algunos artículos que están a favor de esas “ideas”. De esa forma el lector SÍ tiene las dos caras de la moneda para poder “sacar sus propias conclusiones”.
Y aquí llegamos a la segunda razón.
Si lees detenidamente esos artículos pro ovni, pro misterio, te darás cuenta de que son pura tontería. Cualquier persona con cierta educación, cultura y edad (con esto estoy separando a la mayoría de los niños y adolescentes que, permíteme el juego de palabras, adolecen de esas características, pero también a los ufólogos, parapsicólogos, criptozoólogos y demás “ólogos” que en realidad son personas que no han madurado) se puede dar cuenta que todo eso es una gilipollez (o pendejada, según el lado del charco en el que habites). Esos niños y adolescentes son los que constantemente están engrosando las filas de lo paranormal. Por eso el escepticismo es una especie de trabajo de Sisifo porque algo que ya explicaste en el pasado lo vuelves a ver publicado en el presente como el “misterio más misterioso” del mundo.
En realidad esos artículos “crédulos” son un “caballo de Troya” porque hacen que muchos aficionados a estos temas lleguen a “Marcianitos Verdes” luego de googlear su tema favorito. Entonces se dan cuenta que el blog es de temas insólitos y comienzan a leer otras notas. Lo primero que ocurre (de eso me he dado cuenta) es que estas “mentes débiles” (no lo digo peyorativamente sino en el contexto de que están poco preparadas) primero comienzan a hacer “comentarios” que son una cadena de insultos, pero luego quedan enganchados y continúan visitando el blog hasta que se dan cuenta de su error porque se enfrentan a la otra cara de la moneda que ya mencioné.
Entiendo. Perdona que insista, pero ahora desde otro ángulo. ¿Qué enseñanza puede dejar las secciones como “Construcciones ovni”, “pareidolias”, “I Want To Believe”, “caricaturas” y otras similares? ¿Por qué “pareidolias” lo etiquetas como “parapsicología” y “forteanismo”?
Bueno, no voy a pelear mucho por eso. En realidad se debe a que Marcianitos Verdes lo preparo el sábado y domingo de lo que leí a lo largo de la semana. Es poco tiempo para preparar 35 notas que se irán publicando a lo largo de la semana. Decidí que el lunes fuera como un colchón en el que subiera notas que no me llevaran mucho tiempo preparar (fotos y algunos textos). Eso me permite traducir las otras 30 notas.
No obstante “Construcciones ovni” o “caricaturas” son una especie de ejercicio cultural, arquitectónico y antropológico porque nos muestra la forma de pensar y las ideas ufológicas y/o forteanas que han permeado a la cultura popular. No me cabe la menor duda de que algunos de los edificios y construcciones en forma de plato volador son verdaderas obras de arte arquitectónico.
En cuanto a “pareidolias” digo que es un fenómeno parapsicológico porque uno de los libros de parapsicología que leí en mi juventud mencionaba un caso de una aparición del rostro de Cristo en el manto (no sé cómo se llame) que cubría el altar en una iglesia de Filipinas. El autor mencionaba que, repentinamente ante los ojos de los feligreses se fue formando la cara de Cristo que quedó impresa en ese manto. Para mi ese, seguramente, fue un caso de pareidolia en el que alguna mancha fue interpretada como la cara de Cristo. Y de que es un fenómeno forteano no hay duda.
Finalmente “I Want To Believe” también es un caso antropológico, pero más allá de eso refleja mi forma de pensar. Sí, “quiero creer”, pero busco respuestas y no dejo que mis sesos se caigan “abriendo mi cerebro” a cualquier tontería de la semana. Me gustaría que en verdad existieran los ovnis, y nadie me puede acusar de que no los he buscado, pero no he encontrado ninguna prueba de su existencia (lo mismo digo para los otros fenómenos para-anormales).
Ya me dijiste que estás abierto a publicar artículos a favor de los fenómenos paranormales. ¿Esa política de no censura y apertura se aplica a todo lo que se publica en el blog?
Sí y sigo un orden. Lo único que no publicó son ataques personales (a mí o a cualquier otra persona), anuncios que invitan a probar y comprar productos milagrosos (principalmente “medicamentos” o comentarios que hacen enlaces a páginas magufas (ya hay demasiadas de esas y la proporción es enorme: casi 1000 magufas por una escéptica) no quiero contribuir al flujo en esas páginas.
Fuiste colaborador de Contactos Extraterrestres (se publicó de 1975 a 1982), ¿también colaboraste en Duda (se publicó de 1971 a 1993) y en Supermente?
Sólo en Duda. Supermente la manejaba Ariel Rosales que era muy cerrado a las críticas escépticas. Logré colaborar en Contactos Extraterrestres gracias a que Héctor Chavarría tomó las riendas. Para ese entonces Supermente ya había desaparecido.
Algunas personas me dicen que la revista Duda hacía una presentación equilibrada de los temas que abordaba, yo no estoy de acuerdo, en mi adolescencia (sobre todo gracias a que una tía la coleccionaba, al igual que Contactos Extraterrestres) leí muchísimos números y la crítica (representada por algún personaje incrédulo dentro del cómic) se despachaba rápidamente. ¿Había censura en Duda con respecto a presentar un punto de vista crítico? Solamente en los últimos números de la revista se presentaron artículos abiertamente escépticos, tuyos y de Héctor Chavarría, y Juan Chía tenía su columna sobre parapsicología, también escéptica. ¿A qué se debió la apertura de los últimos números?, ¿las ventas habían bajado y los dueños trataron de darle un giro para presentarla como un producto renovado?, ¿el fin era inminente y se trató de un experimento?
No considero que fuese equilibrada y cualquiera lo puede ver. Sólo se presentaba la parte “misteriosa”, “rara”, “exótica”, “extraordinaria”. Nunca se acercaron a algún especialista de la academia en cualquiera de los temas que trataron. Gente que pudiera explicar la imposibilidad de la existencia de un continente hundido en medio del Atlántico; o que refutara las tonterías de Augustus LePlongeon y James Churchward sobre Mu; o que explicara los errores y fraudes estadísticos de Joseph Bank Rhine y sus colegas parapsicólogos; o los mitos sobre animales antediluvianos en lagos y lagunas alrededor del mundo, etc. Es decir, nunca se acercaron a biólogos, antropólogos, arqueólogos, químicos y otros académicos que les explicaran y aclararan esos mitos.
No sé si había censura en la primera época de Duda, más bien creo que era ignorancia combinada con el deslumbramiento que todos sufrimos en aquella época en que se dio el boom de las “ciencias de frontera”, de la “nueva era”, del “realismo fantástico”. Era un mundo maravilloso que nos hacía olvidar la realidad de la represión policiaca, de las constantes crisis y devaluaciones y de los fraudes electorales, por nombrar sólo tres de los cánceres que sufrió la sociedad mexicana de aquella época. En la última época de la revista hubo más apertura a esa visión crítica y hasta escéptica por parte de Guillermo Mendizábal Rico, hijo del fundador de la revista. La verdad no sé la razón de esa apertura, ¿Mendizábal Rico era más crítico que su papá?, ¿fue un experimento?, ¿los MIB infiltraron Editorial Posada? Lo desconozco.
Rodolfo Garrido hace un par de semanas comenzó un programa titulado “Duda. Lo increíble es la verdad.” Al parecer, a Pablo Mendizábal Aragón (hijo del primer editor de la revista) no le hizo ninguna gracia. ¿Qué opinas de que Garrido tome estos elementos para hacer un programa? ¿Lo has visto?, ¿piensas verlo? Lo que me lleva a otra pregunta ¿cómo decides de qué temas escribir y hacer una crítica?, otra forma de preguntarlo es ¿cómo decides si vale la pena abordar un tema o si se trata de algo sin el menor interés?
No se podía esperar otra cosa de maussanitas como Garrido. Vividores como su jefe, que se lucran del nombre o el trabajo de otros. Ojalá los hijos o parientes de Mendizábal Lizalde lo lleven a juicio. No he visto el programa ni pienso perder mi tiempo en ver lo que hacen los maussanitas.
Leo y hago críticas de quien considero que tiene conocimientos en los temas que aborda; alguien que puede aportarme algo. No de quienes son neófitos, aun después de haber pasado décadas en estos temas. Los maussanitas no tienen nada que aportar, sólo se dedican a engañar y estafar el dinero de sus seguidores. Puede haber personas interesadas en estos temas que creen, de forma honrada, en la realidad de los platos voladores o en que las plantas se pueden comunicar telepáticamente con los seres humanos; mientras no utilicen su creencia para birlar el dinero de otras personas está bien. Es aquí cuando me interesa leer lo que dicen y tratar de hacer alguna crítica. Con tipos deshonestos, como los antes mencionados, prefiero no tratar.
EN BUSCA DE LO DESCONOCIDO, PERSPECTIVAS UFOLÓGICAS Y EL ACTUAL MOVIMIENTO ESCÉPTICO
¿Cómo fue tu experiencia en el programa En busca de lo desconocido (se transmitió en los años noventa por TV Azteca), de Juan Chía?
Muy interesante y gratificante. Para la parte de ovnis Juan tomó como asesores a Carlos Alberto Guzman Rojas, quien es el director del CIFEEEEEEAC y a mí. Algunas veces nos contrapunteábamos, pero en otras coincidíamos en nuestros juicios y apreciaciones.
No había ninguna línea o censura, toda la relación con Juan y su equipo de producción fue muy respetuosa. Yo, y supongo que Carlos, proponía un tema, escribía el guion y se lo enviaba a Juan. El guion era analizado y en su caso aprobado para ser grabado. Uno de los que recuerdo es el de los misterios de Valle de Santiago y las fotografías de extraterrestres de Óscar Arredondo. Creo que fue el programa más escéptico de la serie: ahí desenmascaramos a Arredondo en cadena nacional. Sobre esta historia se puede consultar la nueva edición de 100 fotos de extraterrestres que pronto publicará Ediciones Coliseo Sentosa.
¿Perspectivas Ufológicas terminó abruptamente (el número siete no indicaba que se trataba del último número, al contrario, se hablaba de proyectos a favor de la ufología racional)?, ¿a qué se debió? A tu parecer ¿podrían haberse publicado más números?, ¿te hubiera gustado que el equipo continuara investigando, escribiendo y reflexionando o el final fue inevitable?
Creo que Óscar y Héctor se cansaron. Tal vez el problema fue que nunca vimos Perspectivas Ufológicas como un negocio y antes de ganar un peso gastábamos algo de dinero en mantener la revista. También creo que se pudieron publicar más números, pero uno solo o una pareja no podría haber hecho el trabajo para mantener la revista. Era necesaria la participación de los tres.
¿Le harías una crítica al actual movimiento escéptico?, en caso afirmativo, ¿cuál?
En particular en México el movimiento escéptico está muy disperso no hay una unión o intereses comunes que conglomere a los escépticos mexicanos. Se necesita una figura de autoridad, como lo era Mario Méndez Acosta, para hacer algo más perdurable.
Daniel Galarza Santiago intentó hacer algo pero no tuvo una buena cámara de resonancia. La misma impresión me dan otros colectivos en otras partes del mundo. Cada uno de ellos trabaja de manera independiente, sin establecer lazos o relaciones con grupos similares.
Dices que tratas de ser una especie de historiador de los ovnis aunque no tienes esa formación, desde hace algunos años, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) se lleva a cabo el Congreso Internacional de lo Sobrenatural, en éste participan quienes desde las ciencias sociales se ocupan de los diversos temas de lo “insólito” (ovnis, parapsicología, criptozoología, etc.), dicen sus organizadores que surgió para estudiar de manera profesional temas que pocas veces son tomados en serio, ¿te has interesado en revisar los trabajos que presentan?, ¿cómo ves este interés de algunos científicos sociales en estos temas?
Confieso que no conozco este tema y, por tanto, no los he leído. Pero si esto ya se está haciendo es un gran avance para el “mundo de lo paranormal”. Ya era hora de que la Academia enfrentara y estudiara estos temas. Qué bueno que lo están haciendo los científicos sociales y espero que pronto los sigan los científicos de “ciencias duras”.
No sé cómo estén divulgando sus trabajos y avances, o si estén colaborando con la nueva corriente escéptica nacional, pero sería importante que le dieran difusión en cualquier medio a su alcance y que compartieran experiencias y colaboraciones entre sí.