A finales del 2007 leí en la revista Boys&Toys una entrevista que Antonio Medina le realizó al escritor Luis Zapata, que acababa de publicar su novela La historia de siempre y que recibiría el premio al mérito gay "por su trabajo literario, que desde finales de los años 70 ha sido voz y sentir de hombres homosexuales mexicanos a través de la literatura."
Zapata hizo comentarios sobre la literatura, la adolescencia y juventud, el impacto que podría haber tenido El vampiro de la colonia Roma, el VIH (específicamente su ausencia en su literatura), el tratamiento de la homosexualidad en el cine y otros medios de comunicación, "el lenguaje que emplea la gente gay" (el perreo y la jotería) y la política.
Sobre el perreo y la jotería, Zapata dice: "A mí me parece muy divertido y no creo que sea solamente de personas homosexuales, sino también de heterosexuales. Creo que es una forma de entrarle a la vida, de burlarse de uno mismo y de los demás. Creo que no hay que tomarse nada en serio, ni uno mismo. Uno es lo más chusco y por eso hay que burlarnos de nosotros mismos."
Lo que me llamó la atención, y por lo que traigo a colación esta entrevista, es que Medina a continuación le pregunta: "Pero, ¿que sucede cuando uno está deprimido?, ¿es posible tal dinámica?"
La verdad es que me pareció una pregunta fuera de lugar, vamos, podría estar hablándose prácticamente de cualquier tema (ir al cine, leer una novela, practicar un deporte, comer un helado, etc.) y preguntar "¿pero qué pasa si estamos deprimidos?" No comprendí la razón de ser de la pregunta.
Zapata contestó: "Cuando uno está deprimido no puede reirse de nada. Es imposible. Cuando uno está deprimido, lo único que te pasa por la cabeza es estar en la cama y azotarte."
Fue hasta 2014 que le encontré sentido a la pregunta de Medina. No sé si el entrevistador estaba o no al tanto de las depresiones que sufría Zapata o si fue coincidencia.
En aquel año, Zapata publicó su novela Como sombras y sueños. Ésta trata de las depresiones de Orlando Barreto.
En entrevistas, Zapata dijo que se trataba de una novela autobiográfica. Al principio su proyecto consistía en escribir una crónica a la que llamaría Mi vida como enfermo, sin embargo, cambió en el camino y se convirtió en una novela. "Soy hipocondriaco y he padecido de depresiones por mucho tiempo", llegó a mencionar (ver aquí).
Otro tema que Medina abordó con Zapata en la referida entrevista que le realizó en el 2007 fue el del VIH. Transcribo a continuación la pregunta y la respuesta.
Este personaje (Adonis García), que es real y ficticio, ejerció el trabajo sexual antes de la aparición del VIH-sida. ¿Qué me puedes decir al respecto?
"La verdad, no sé qué responderte. Me han preguntado muchas veces por qué no aparece el sida en mi literatura y lo que puedo decir es que no me ha llegado el momento de hacerlo. La literatura puede ser un espacio de expresión sobre estos temas, pero yo no me puedo programar a escribir algo de lo que no me ha afectado directamente."
A Zapata "le llegó el momento de hacerlo" en Con r de Reality. La novela trata sobre el programa de televisión Muérete y gana. Se trata de un reality show en el que los ocho concursantes tienen enfermedades en fase terminal: cáncer, diabetes, leucemia, tumor cerebral, VIH-sida...
El reality comienza a anunciarse: "Sé generoso y deja una sustanciosa herencia a tus seres queridos. Inscríbete si tienes un pie en el más allá y dales un bonito recuerdo a los que se quedan."
Comienza así la descripción de uno de los personajes que participarán:
"Nada le ha impedido a Juan Zárate darle rienda suelta a su compulsión, ni siquiera su no tan reciente diagnóstico de VIH, que recibió primero con estupor y luego con calma; finalmente le pareció justificado: ¿qué otra cosa podía esperar después de tanto tiempo de descuido? Y arrostró con valentía las enfermedades oportunistas que se presentaron. Ha tomado los medicamentos que le prescribieron, pero no hizo caso de la recomendación de usar condón: tanto sus compañeros sexuales como él saben a lo que se exponen. Y siempre se dice, sin que le importe mayormente, que los contactos sexuales que tiene ese día pueden ser los últimos.
"Por la frecuencia de sus relaciones íntimas, cualquiera diría que se convierten en algo monótono. Y a veces así es, claro. Pero en otras ocasiones, como esta tarde, se lleva sorpresas: el joven con el que coge lo trata con especial delicadeza: le pide que se voltee de espaldas, y suavemente hace que se agache hasta casi tocar sus pies con las manos; luego pone la mano en su vientre y lo penetra. Con movimientos acompasados, mete y saca su verga, y por momentos va más allá hasta tocar su próstata. El muchacho se viene abundantemente, y con la verga de él todavía adentro, Juan se masturba unos instantes hasta que eyacula. El joven, rompiendo una regla tácita, le pregunta si pueden volver a verse; Juan le dice que sí, y se encuentran a la salida para intercambiar teléfonos."
Quedan entre mis pendientes una exploración más detallada sobre Como sombras y sueños y su(s) protagonista(s): Orlando Barreto/Luis Zapata, y leer su recién publicada novela póstuma.