The candle flame gutters. Its little pool of light trembles. Darkness gathers. The demons begin to stir.
miércoles, 1 de julio de 2015
Platillos voladores de plasma
Fue en los programas de debate de Nino Canún donde Jaime Maussán presentó y promocionó como auténtico el caso del supuesto contactado Carlos Díaz. A decir del “exotecnólogo” Max Hofbauer, el “analista de fotografías y videos” Víctor Quezada y la mismísima NASA (en realidad Jim Dilettoso, quien para sus supuestos informes usaba papelería con membrete de la agencia espacial, aunque con letra pequeña aclaraba que eran sus opiniones personales) Díaz fotografiaba platillos voladores de plasma (lo gracioso es que unos se referían al cuarto estado de la materia y otros a plasma sanguíneo).
Entre quienes pensaban que todo era un fraude estaba Juan Chía, a quien Maussán retó para que lograra imágenes similares a las de Díaz.
A Héctor Escobar se le ocurrió que Díaz en realidad fotografiaba lámparas. Así que durante un tiempo estuvo buscando modelos similares.
Juan Chía llevó a la práctica la idea de Escobar. En lugar de buscar una lámpara similar, mandó a hacer algunas. Con esas lámparas tomó varias fotografías y un video.
En 1998 Chía tuvo a su cargo un programa de televisión en TV Azteca: En busca de lo desconocido.
Hasta hace unos días yo pensaba que nunca había salido al aire el programa en el que presentó su reportaje sobre este caso. Sin embargo, el mismo Chía me aclaró que el programa sí salió al aire y me comentó que en unos días lo subiría a YouTube (las imágenes de esta entrada son del mencionado reportaje).
Hay varios puntos importantes a considerar. Díaz decía ser amigo de los extraterrestres y, sin embargo, como mencionó Chía, nunca se presentó para análisis un fragmento o muestra del material de las naves. Por otro lado, las imágenes de Díaz siempre tenían un fondo oscuro (supuestamente el cielo nocturno). Chía y su equipo no usaron programas de cómputo (no sé qué programa podría haberse usado en ese entonces para trucar fotos y videos), sólo doble exposición; y no hay que olvidar que Díaz era fotógrafo experto, y no fotógrafo de bodas, bautizos y quince años, era dueño de un negocio llamado "Servicios
Técnicos Fotográficos", en palabras del mismo Díaz: "en el que doy servicios a
médicos, laboratorios médicos, ingenieros, arquitectos, diseñadores gráficos y
diseñadores industriales." Por último, no olvidemos que el mismo promotor de este caso, Jaime Maussán, afirmó que, a diferencia de las fotografías, los videos le resultaban sospechosos, es decir, le parecía que Díaz los trucaba. El ufólogo prometió explicar las razones de sus sospechas, pero eso nunca sucedió. Carlos Clemente me mencionó algo sobre las sospechas que tenían sobre el caso, según recuerdo me dijo que las imágenes de Díaz mostraban dos tipos de fondo negro, es decir, el supuesto cielo nocturno tenía dos matices distintos.
El reportaje se presentó en tres partes, Chía sólo pudo rescatar las dos últimas.
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