sábado, 21 de febrero de 2015

Be Witness/Sé testigo: Jaime Maussán (7)

Esta reseña la publiqué originalmente en Las patillas de Asimov. La presento nuevamente porque el autor del libro reseñado se refirió al caso del que pretende presentar nuevas pruebas el charlatán Jaime Maussán.


El mito de los visitantes extraterrestres dentro de la literatura de divulgación científica

En la segunda parte de Cuando la ciencia nos alcance (publicada también dentro de la colección La ciencia para todos), el físico Shahen Hacyan pública un apartado titulado “Jung y los OVNIs”, aquí analiza a los ovnis “no como posibles objetos provenientes del espacio extraterrestre sino como manifestaciones de un fenómeno psicológico colectivo.”

En 1958, Jung publicó el libro Platillos voladores: un moderno mito de cosas vistas en el cielo; con el tiempo los trabajos de Jung influirían en algunos investigadores OVNI y nacería la llamada Hipótesis Psicosocial.

“Jung deduce un contenido simbólico sexual y concluye que existe una conexión entre pulsiones sexuales y ovnis (aunque aclara que él, a diferencia de Freud, no asigna un papel preponderante a los instintos sexuales). Jung murió en 1961 y su teoría, si bien raya en lo esotérico, no deja de tener aspectos proféticos. Es una lástima que no haya vivido para presenciar la evolución ulterior del fenómeno de los ovnis, justamente en una dirección que él llegó a vislumbrar. La siguiente etapa del mito fue la llamada ‘abducción’ por extraterrestres para practicarles extrañas operaciones, por lo general en sus órganos sexuales. Y finalmente, como mencionamos en otras ocasiones, con los ovnis estamos en presencia del nacimiento de un nuevo mito, con todo y seres fantásticos que llegan de los cielos y tienen contactos (incluso sexuales) con los mortales terrícolas.”


En el siguiente apartado analiza un mito moderno: el platillo volador que supuestamente se estrelló en Roswell. Los escépticos han podido encontrar la verdad en este asunto:

“En un libro reciente, UFO Crash at Roswell, C. B. Moore, ingeniero que participó en su juventud en el programa de lanzamientos de globos sonda en Nuevo México, describe con todo detalle el proyecto militar e identifica, gracias a los informes de la época y los archivos meteorológicos, uno de los lanzamientos, el efectuado el 4 de junio, como aquél que terminó en pedazos en la granja de Brazel. Los otros dos autores del libro son los antropólogos B. Saler y C. A. Ziegler, quienes analizan la génesis de este mito moderno y proponen la tesis de que el fenómeno de los ovnis tiene mucho en común con las experiencias religiosas y todo lo relacionado con ellas, como los mitos, las verdades reveladas, las sectas, etcétera.”

En el tercer y último apartado dedicado a los no identificados, el autor escribe sobre “Ovnis, mitos y religión”.

Los hechos reales que condujeron a la formación del mito son suficientemente claros -señala-, pero la historia real por sí sola no explica por qué el mito se volvió tan popular. Eso ya pertenece al dominio de la psicología de masas. Cita a los autores de Ufo Crash at Roswell:

“Lo único disponible en este caso, no es un platillo chocado o los cuerpos de extraterrestres, sino más bien libros que contienen historias sobre platillos chocados y cuerpos de extraterrestres. Porque éstas son las historias que han afectado a nuestra sociedad, son estas historias las que necesitan explicarse.”

Pero si detrás de los OVNIs no hay más que una nueva leyenda o religión ¿cómo explicamos su origen? “...todo mito empieza con algún suceso real que, al ser comunicado por los narradores, adquiere dimensiones fantásticas. A medida que se propaga, aparecen testigos que corroboran el mito y le aportan nuevos elementos, mientras que otros testigos, aquellos que niegan los hechos sobrenaturales, simplemente son excluidos de la historia... Muchas veces los testigos actúan de buena fe y están convencidos de que vieron algo inexplicable, pero nunca se investiga si se trató de un error de apreciación o de una alucinación. Y por supuesto, alrededor del mito, también surgen los charlatanes que aprovechan para hacer jugosos negocios.”

Lo interesante es que -acertado o no- Shahen Hacyan reflexiona sobre el fenómeno ovni, su origen, su evolución y sus posibles causas: “...algunas ideas del fundador del psicoanálisis podrían extenderse al fenómeno moderno de los ovnis. Según Freud, el niño pasa por un período de indefensión ante sus padres y, en general, ante el mundo que lo rodea y que le resulta incomprensible. Después, adulto, el hombre transforma en su imaginación las fuerzas de la naturaleza en seres humanos, pero además ‘...las reviste de un carácter paternal y las convierte en dioses, conforme al prototipo infantil...’. Así, no es casual que en todas las religiones los dioses tengan características paternales; son a la vez protectores y represores. Siguiendo estas ideas, podemos advertir que el hombre moderno también vive desde su infancia en un mundo que le resulta incomprensible, con todos los adelantos tecnológicos de los adultos. El niño ve cómo sus padres manejan automóviles, aparatos electrónicos y todo tipo de máquinas que, si bien fueron construidos por otros seres humanos, le resultan tan misteriosos como cualquier otro fenómeno natural. De adulto, entonces, el individuo tratará de recrear esa experiencia infantil imaginando seres espaciales poseedores de una tecnología sobrehumana, tal como nuestros antepasados crearon la ilusión de los dioses para mitigar su desasosiego ante las fuerzas de la naturaleza.”

Son este tipo de reflexiones las que hacen que el libro de Hacyan resulte atractivo para los interesados en el fenómeno ovni.

En los dos volúmenes de Cuando la Ciencia nos Alcance, Shahen Hacyan no sólo se ocupa de los milagros, los ovnis y la astrología. La historia secreta de la bomba atómica, los misterios de la mecánica cuántica, las supercuerdas, el viaje a las estrellas, y la enseñanza de la ciencia, son temas que también expone.

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