El viernes pasado, recorriendo los puestos de libros usados que se encuentran a un costado del Palacio de Minería, encontré el número 84 de la revista Generación (correspondiente a marzo-abril de 2011).
Dicho número está dedicado a los supuestos secuestros extraterrestres. En el editorial explican: “Desde luego que esta nueva entrega de la revista Generación no espera responder a la pregunta de si existen o no los extraterrestres, si creemos en las abducciones o no; simplemente es el reflejo de una de las incertidumbres contemporáneas más devastadoras y angustiantes ante un vacío de referentes de lo que podamos creer o no. En una de las épocas más decadentes del México actual, de violencia descabellada y ante la incertidumbre de un futuro tan oscuro como nuestras clases políticas, sirva la presente como un divertimento ante el desencanto. Como un símil de la impunidad delincuencial para secuestrar o ‘levantar’ de manera cotidiana a cualquiera, aquí hablaremos de los ‘levantones extraterrestres’, que también los hay.”
El número abre con el avistamiento de José Vasconcelos, el testimonio lo toman del volumen uno del libro 500 años de OVNIs en México de Héctor Escobar Sotomayor. En los diversos artículos se mencionan datos, obras y casos que todo interesado en el tema conoce. Así, a lo largo de este número aparecen los nombres de Bud Hopkins, Leo Sprinkle, John Mack, Betty y Barney Hill, Whitley Striber, Salvador Freixedo, etc.
Hay un artículo dedicado a las películas sobre abducciones como Independence Day, Fire in the Sky (que recrea el caso de Travis Walton), y Communion (que presenta el caso de Whitley Striber), entre otras. Otro artículo está dedicado a la literatura ufológica, mencionan una obra de Claude Vorilhon (mejor conocido como Rael), Secuestros OVNI de Eugenia González, La religión entre la parapsicología y los ovnis y La amenaza extraterrestre del conspiranóico Freixedo, otro dedicado a los tripulantes de los platos voladores, Un mundo nos vigila de Pedro Ferriz y el ya mencionado volumen uno de 500 años de ovnis en México de Escobar.
Héctor Ballesteros cuenta que gracias a la revista Duda, misma que su abuela materna coleccionaba, se familiarizó con términos como bases ocultas, puntos calientes de nuestro planeta, rutas de ingreso, extraño caso, periodista serio, hipótesis tan válidas como, y aunque usted no lo crea están basadas en arduas investigaciones, lector avezado en este tema y hermetismo oficial, entre muchos otros. Termina con estas palabras: “Siempre el anochecer anunciaba el final de la visita, lo que para mí debía significar despedirme de aquel mundo de prodigios y fenómenos inexplicables, descender a través de empinadas escaleras, salir a la calle y recorrer la ciudad en un vehículo, de vuelta a casa. Algunas veces (si había suerte) bajo ‘un cielo limpio y tachonado de estrellas’.” Y aquí la nostalgia hace acto de presencia, pues yo, al igual que Ballesteros y muchísimas más personas, recibí mi “educación esotérica” a temprana edad gracias a las publicaciones de Editorial Posada. No terminaba la secundaria cuando leer la revista Duda se convirtió en uno de mis pasatiempos favoritos.
Fernando Hernández Urías dedicó su texto al ufólogo más conocido en México: Pedro Ferriz Santacruz. En otro texto Octavio Hernández acierta al decir que Ferriz es “un experto al que Jaime Maussán no le llega ni a los talones”.
En “Ricachá” Jonathan Minila habla de la “contactada” Sara A. Otero. Entonces recordé que hace muchísimos años, Luis Ramírez Reyes conducía en Radio 13 un programa llamado (si no mal recuerdo) “Juicio OVNI”, en dicho programa estuvo como invitada “Sarita”. Esta señora afirma curar diversas enfermedades y estar en contacto con “los Guardianes del universo”. Pero a su supuesto contacto le dedicaré una entrada especial, ya que Sarita dice que este año el planeta Tierra será reciclado por los extraterrestres (esto sucederá -¿ya lo adivinaron?- antes del 21 de diciembre). Afirmación que merece estar en las “Chifladuras 2012”, lista que Mauricio-José Schwarz está recabando.
La colaboración de Alfonso Morcillo se titula “De ovnívoros y maussanianos”. Morcillo acudió a una de las conferencias de Jaime Maussán en el Teatro Metropólitan. Comienza su artículo narrando lo que encontró a las afueras del teatro:
Adrián no cree en ovnis. Ni él ni Ernesto, el amigo con quien decidió asociarse para vender llaveros, ceniceros, muñequitos de alien y crear uno de tamaño real, parecido a lo que los videos del propio Maussán han difundido, para que los visitantes se retraten con él.
Ernesto cuenta que no es raro que la gente le cuente sus encuentros con ovnis. “La gente llega y ve las figuras y dicen, este cuate por algo las hace, ¿no? Y me empiezan a platicar sus anécdotas, por ejemplo que han visto bajar un platillo volador cerca de una azotea de su edificio, que lo han visto cerca de las ventanas.”
No creen en ovnis, ni en extraterrestres, ni nunca han entrado a presenciar alguna de las conferencias que cada seis meses se presentan para dar las evidencias de vida extraterrestre aunque ya llevan más de cuatro años colocando su puesto afuera del Metropólitan. Y es que si entran no venden, aunque el grueso de la venta se da una vez que los asistentes salen “más convencidos y entusiasmados”, dicen ambos.
¿O sea que uno debe entrar y salir convencido de ver ovnis para tomarse la foto con el alien? Definitivamente sí, dicen.
Dentro también hay diversos artículos que pueden comprar los seguidores del charlatán de cabellos blancos: el informe Cometa, los fraudulentos MJ-12, retratos de extraterrestres y DVDs del programa Tercer Milenio.
Morcillo platicó con Carlos Clemente, líder de los vigilantes.
Antes de contestar preguntas, Carlos reconoce que es un escéptico y un investigador y que hay muchos fanáticos contaminados por películas, revistas y los mismos programas de televisión. Enseguida explica que existe una categoría creada por el investigador de Guadalajara Fernando J. Téllez para catalogar las diferentes etapas de los seres humanos “que pasamos por este rollo”.
“El ovnívoro, el ovnílatra, el ovnicreyente, el ovnipensador, el contactado y al final el investigador ovni. Todos pasamos más o menos por esas etapas y hay quienes se quedan en alguna para siempre; y auméntale los abducidos”, dice mientras no deja de estar al pendiente de su puesto de óleos e imágenes, retratos que su hija pinta.
“El ovnívoro quiere saber todo sobre el fenómeno. El ovnílatra busca reflectores y le prende veladoras a los extraterrestres, se convirtió en un culto para él. El ovnicreyente cree que los extraterrestres son dioses y nos van a salvar. El ovnipensador empieza a tratar de reflexionar y cuestionar si es verdad todo lo que le muestran. El contactado ve ovnis, se siente elegido, contactado, privilegiado. Y el investigador, la categoría en que yo me encuentro, porque ya no me lo creo, lo cuestiono, indago, busco respuestas, verifico si es cierto o no algún fenómeno”, explica quien porta su chaleco de camarógrafo color caqui repleto de bolsas.
Clemente afirma lo mismo que otros ufólogos: que el 90% de los casos reportados tiene una explicación (aviones, globos, helicópteros, nubes lenticulares, confusiones, etc.), pero que hay un 10% “en el que sí puede haber algo de verdad” y que carece de explicación.
En fin, para la elaboración de este número, los autores no consultaron material de escépticos o ufólogos críticos (a excepción del libro de Escobar), en todo caso se trata de una muestra de la ufología que suele difundirse en los medios de comunicación (y cuya calidad es bastante baja). Lo mejor, además de la portada (un exvoto), son los artículos dedicados a Pedro Ferriz, Jaime Maussán, la “contactada” Sarita y la revista Duda.
Ah, la revista deGeneración de Carlos Martínez Rentería, que como miembro de un inolvidable grupo de cortesanas intelectuales ayudó a comenzar ésta, "una de las épocas más decadentes del México actual", con su apoyo a Vicente Fox. La duda que me queda es si Escobar (entre otros) dio su permiso para la publicación o simplemente Carlitos lo pasó al paredón de fusilamiento.
ResponderEliminarTranscriben el testimonio de Vasconcelos y anotan que lo tomaron del libro de Escobar.
ResponderEliminarSaludos.