miércoles, 29 de febrero de 2012

EL CASO PUEBLA (cuarta parte)

Luis Ruiz Noguez

LAS EXPEDICIONES

Aquellos eran los años dorados de la investigación OVNI en México. Los periodistas, ufólogos e investigadores efectivamente salían al terreno, al campo, a buscar las evidencias del fenómeno OVNI. Hoy, cómodamente acostados en una estera en las azoteas de los edificios, bebiendo algún refresco, fumando delicados y munidos de cámaras de video, muchos jóvenes sin quehacer se dedican a cazar OVNIs para aumentar la colección de videos que saldrá al mercado sin que ellos reciban un duro por su “esfuerzo”.

Latapí y Chavarría se “patearon” la sierra de Puebla de arriba abajo y hacia los cuatro puntos cardinales:

Las regiones casi inaccesibles de la sierra de Puebla (...) se examinaron a lo largo de seis meses y 13 expediciones, (dividimos los) lugares en dos zonas que llamamos A y B así como varios sitios alternos a los cuales nos condujeron los rumores.

La zona A comprendía los sitios visitados originalmente por curiosos, reporteros y buscadores de OVNIs como Tateno, Libres, Texocuizapan, La Caldera, San Andrés Tepexoxuca, Huixcolotla, Xonacatlán y Zaragoza. La zona B comprendía sólo dos lugares: Filomeno Mata, Veracruz y Jopala, Puebla, el sitio donde se halló la evidencia física del OVNI. Las zonas alternas abarcaron sitios de la sierra como Ahuacatlán, Camotepec, Zacatlán, Chignahuapan así como diversos lugares del Estado de Tlaxcala, incluyendo la montaña Matlacueye (Malinche) y varios puntos intermedios. La zona A era la que en principio parecía más prometedora, la B fue la que finalmente aportó resultados. Las zonas alternas fueron cubiertas únicamente por no dejar algo sin ver y abarcaron la parte intermedia de la investigación.

De todas las expediciones a la zona A, la primera “de fondo” fue la más rica en información (falsa) y en emociones, también fue de las más largas pues duró una semana, previa a ella se habían llevado a cabo dos salidas de “tanteo” en automóvil.

Finalmente, después de gastar tiempo, dinero y suelas de botas en buscar lo que entonces llamamos la zona A, tanto Pablo Latapí Ortega como un servidor casi llegamos a la conclusión de que no existía OVNI qué buscar y de que habíamos perdido miserablemente nuestro tiempo.




En medio de este ambiente de desilusión, llegó a la redacción de Contactos Extraterrestres, en los primeros días de noviembre, una carta proveniente de un pequeño poblado llamado Filomeno Mata, Veracruz, que parecía confirmar los rumores referentes a los “pedazos” de OVNI. La carta estaba firmada por los profesores Wenceslao González Castelán, José Cortés Cortés y el señor Mateo Lechuga García, todos ellos originarios de Filomeno Mata. Esta población, mejor conocida como Santo Domingo, se encuentra exactamente en los límites de Veracruz y Puebla, a muy pocos kilómetros de distancia de un pequeño pueblo llamado Jopala. Los profesores firmantes informaban de un pedazo de metal que había caído del cielo en dicho pueblo. La carta decía:

Se trata de la explosión del OVNI, o artefacto, como podría llamársele, que se registró en el mes de julio de este año en la sierra de Puebla, y del cual los investigadores de Contactos Extraterrestres, después de organizar varias expediciones, nos informan no haber encontrado vestigio alguno. Por lo que nos servimos gustosamente hacer de su conocimiento que lo que se dice acerca de “la desintegración en chispas de dicho aparato” es cierto; una de esas chispas fue rescatada después de hacer contacto con el suelo; se trata de un pedazo de lámina cuyo material francamente desconocemos. Las autoridades del municipio de Jopala, Puebla, la guardan y conservan, y nos aseguraron que al momento de recogerla estaba en estado de elevada temperatura, ello lo comprueba el aspecto que presenta. También se cree que como este pedazo hay más en estas áreas.


JOPALA, UN LUGAR PERDIDO EN LA SIERRA

Entre los pueblos olvidados de México –escribió Pablo Latapí en 1977-, Jopala es uno de los más críticos representantes. Desde hace tres años se aprobó el proyecto para la construcción d eun camino de terracería, pero hasta hoy no se ha movido un dedo [11]; los habitantes han protestado, e incluso viajaron varias veces a la ciudad de México para recordar la promesa que les hicieron, pero sin resultados. Así, en 1977, Jopala permanece absolutamente aislada en medio de la sierra. El lugar es muy fértil, y la fruta crece sola, prácticamente a la orilla de las veredas. Sin embargo, los habitantes de Jopala no pueden explotarla; se les pudriría antes de llegar al mercado más cercano. La única forma de sacarla sería a lomo de mula, pero resulta muy caro. Y en avioneta ni soñarlo.

Lógicamente, el pueblo vive como se vivía en la provincia mexicana hace un siglo. No hay luz eléctrica ni centros de salud, mucho menos fuentes de trabajo. Y el índice de población aumenta continuamente. En la escuela, cuatro maestros tienen bajo su responsabilidad a más de setecientos niños.


Esta es la triste descripción del pueblo en donde cayó el fragmento de OVNI. Algunos reportes de aquella época indicaban que se habían visto dos OVNIs sobrevolar El Mirador dirigiéndose hacia el Noroeste; después se comprobó que muy cerca de Jopala y Bienvenido también fueron vistos siguiendo la misma dirección. Si el objeto se fue desintegrando a lo largo de una línea recta, de haber continuado su desplazamiento a través de esa ruta, algunos de sus fragmentos pudieron caer en el mar, a la altura de la desembocadura del río Cazones, en Veracruz.



La mañana de aquel 29 de julio, Miguel Cruz, un pobre campesino de Jopala que se dedicaba al cultivo del café, se levantó y salió de su casa para iniciar sus diarias actividades; de pronto, empezó a escuchar fuertes “tronidos” en el cielo, y pensó que podían ser cohetes artificiales de algún pueblo cercano, pero eran demasiado intensos.

Entonces miré hacia arriba –dijo Cruz-, y vi aquellos pedazos que caían como echando humo. Se veían muy calientes. Uno me cayó muy cerca y hasta pensé que me iba a dar en la cabeza. Cuando supuse que ya estaban fríos, los recogí y se los llevé al presidente municipal. Yo no sabía de qué se trataba.

A muy corta distancia de donde él se encontraba, había caído aquel fragmento de metal al rojo vivo. El pedazo incluso dañó parte del piso de concreto. Cuando la pieza estuvo lo bastante fría, Cruz la envolvió en unos sacos y la llevó a la iglesia de Jopala. El sacerdote no quiso guardarla y la entregó a su vez al presidente municipal don Antonio Hernández García, quien la guardó.



La historia se oía verídica, sin trucos ni engaños como la mayorpia de las cartas que habían llegado a la revista y que se referían al “OVNI estrellado en Puebla”. Héctor y Pablo decidieron investigar. Como Jopala no aparecía en los mapas y Filomeno Mata también es conocido como Santo Domingo, lo cual dio origen a confusiones con otro de igual nombre, se decidió dividir la expedición. Pablo fue quien finalmente pudo llegar a Jopala. Esta es su historia:

Nuestro primer contacto en Jopala fue el señor Ernesto Cruz [12], la “autoridad moral” del pueblo, como él mismo de autodenomina. Él se encargó de presentarnos a la gente que presenció el fenómeno de los pedazos que caían del cielo, y nos relacionó con elpresidente municipal; este último se llama Antonio Hernández García y es descendiente de totonacas, habla con dificultad el castellano, pero nos recibió dispuesto a colaborar en todo. Desde un principio dijo que nos mostraría el pedazo de lámina que guardaba en la presidencia municipal, pero con la advertencia de que no podía cedernos la muestra, ya que era una especie de tesoro para el pueblo y no quería perderlo.

Así, del fondo de un oscuro armario, el presidente municipal de Jopala sacó la preciad pieza. Con asombro comprobamos que pesaba demasiado. Se trataba de una lámina de aproximadamente veinte centímetros de alto por quince de ancho; está muy quemada y deteriorada por todas partes, y muestra los bordes fundidos como si hubieran sido cortados con soplete; en su superficie pueden observarse pequeñas gotas de metal derretido, y por la forma tan irregular que presenta es probable que haya estado sometida a muy altas temperaturas. La pieza entera se encuentra cubierta por una especie de pintura, que ya quemada ha adquirido un color como plomizo; en algunas partes esta “pintura” se ha desprendido, dejando a la vista el metal oxidado.




El propio presidente municipal nos condujo al lugar donde había caído el pedazo de lámina: la casa de Miguel Cruz. En Jopala la mayoría de las casas tienen en el patio una plancha de concreto, de cinco por cuatro metros aproximadamente, sobre la cual ponen a asolear el grano de café para que se seque; fue precisamente en el asoleadero del señor Cruz donde cayó el pedazo.


Tanto el señor Cruz como el presidente municipal hablaron de dos pedazos, pero nos mostraron sólo uno [13]. Ante nuestra insistencia, el presidente finalmente accedió a regalarnos un fragmento de lámina quemada. Cortarlo presentó un problema, pues no contábamos con herramientas adecuadas y el material era bastante duro. Nos consiguieron una tenaza de carnicero y al fin logramos arrancar un pequeño fragmento, mismo que nos serviría para el análisis.





EL ANÁLISIS

Finalmente los ufólogos tenían la prueba de que estamos siendo visitados por seres de otros planetas, una de cuyas naves se había estrellado en la Sierra de Puebla. Quedaba sólo un simple detalle: mandar a analizar el metal.

Los análisis los efectuaron unos químicos metalurgistas que prepararon cinco probetas, o especimenes de prueba, que dieron el mismo resultado. El metal era una aleación cuyo contenido era:

Carbono (C) 0.28%
Manganeso (Mn) 0.84%
Silicio (Si) 1.13%
Cromo (Cr) 0.77%

Trazas de Níquel (Ni), Molibdeno (Mo) y Cobre (Cu). El resto es Hierro (Fe).

Los redactores de Contactos Extraterrestres escribieron: “El análisis indicó un bajísimo contenido de azufre, lo que significa que se trata de un metal de ‘alta pureza’” [14].

Según Latapí, los metalurgistas dijeron que:

La superficie de la lámina muestra una pequeña cáscara de color grisáceo claro [15], la cual es producto de la oxidación por calor, lo que indica que el metal estuvo sometido a muy altas temperaturas.

Ninguna especificación coincidía con el contenido del metal. Se buscó alguna que fuera por lo menos aproximada, para de esta forma conocer aunque sólo fuera parcialmente las características del acero; la más similar fue la siguiente: Acero 401-75 al Cromo-Silicio.

A pesar de no coincidir en todo, esta especificación resulta la más aproximada. Posee la siguiente composición:

Carbono 0.51 a 0.59
Manganeso 0.60 a 0.80
Silicio 1.20 a 1.60
Cromo 0.60 a 0.80

La especificación sólo se fabrica en España y no hay referencias de la misma en México ni en los Estados Unidos. Hay que destacar que los contenidos de Manganeso, Silicio y Cromo concuerdan con los de la muestra de Jopala, pero no los de Carbono.

El acero de esta especificación española se utiliza como alambre para la fabricación de resortes, ya que su composición lo hacen un acero de buena resistencia a la tensión. Los metalurgistas afirmaron que era la primera vez que veían algo así en forma de lámina. Lo llamaron “una pieza rara para un uso raro”.

En caso de laminar este tipo de acero, se le podría utilizar para fabricar tanques de alta presión.

La lámina estuvo sometida a altísimas temperaturas y, ocasionalmente, alcanzó un punto cercano al necesario para que se fundiera, o sea de 1,000° centígrados. Esta temperatura sólo puede ser alcanzada mediante hornos especializados para la fundición, el más común sería el llamado “horno de calentamiento”, de los cuales no hay ninguno en muchos kilómetros a la redonda de Jopala.

Se llegó a pensar que la lámina era el resto de un tanque de alta presión que había explotado en mil pedazos, pero eso no explicaba los bordes fundidos.

Otra posibilidad es que hubiera sido cortada con soplete de oxiacetileno, pero los metalurgistas que la analizaron opinaron que no ocurrió así ya que toda la superficie se encuentra cubierta de óxido, parecido a la escama de laminación, que sólo puede ser producida por calor, y lo que parece cortado como por soplete es en realidad el borde de la lámina fundido por la fricción con la atmósfera. Es decir, la única forma de conseguir ese efecto es atravesando la atmósfera de la Tierra, calentándose por medio de la fricción; en este caso la “chispa” viajó a tal velocidad que estuvo a punto de desintegrarse. Todo lo anterior nos lleva a confirmar que la lámina efectivamente “cayó del espacio exterior”.


LA ÚLTIMA VISITA A JOPALA

Latapí no sólo rozó sino que de plano rechazó la verdadera explicación del Caso Puebla cuando escribió:

¿Quizás se trate de los restos de un avión o de un satélite artificial; tal vez sea el pedazo de un cohete o algo similar?

Por lo que se deduce del análisis, no era ni un avión ni un satélite artificial. ¿Era entonces una nave extraterrestre tripulada? Consideremos esta posibilidad: puede parecer increíble que el acero sea utilizado por seres de tecnología muy avanzada para la fabricación de naves interplanetarias, pero tengamos en cuenta que prácticamente no sabemos nada de nuestros visitantes extraterrestres y sus ingenios voladores; es muy probable que utilicen una forma de transporte espacial totalmente distinta a la nuestra, y que dentro de ella quepa el acero. Por otra parte, la astrofísica nos ha enseñado que los elementos existentes en la Tierra son exactamente los mismos que existen en todo el cosmos, y desde esta perspectiva resulta coherente que los extraterrestres hayan descubierto en el acero cualidades desconocidas por nosotros y utilizables para la fabricación de sus naves interplanetarias.

Hasta aquí los hechos, pero sospechamos que este asunto, tan escandaloso en un principio, aún no termina.




Y efectivamente en lo que a Héctor Chavarría se refería, el caso no estaba cerrado. Había hecho tantas expediciones a la sierra que bien valía una más para ver el sitio en donde había caído el fragmento de OVNI. Aunque su pretexto era conseguir un pedazo más grande de la muestra de metal a fin de realizar otros análisis, que por otra parte nunca se hicieron.

Realizada esta parte de la investigación periodística o como se la pueda llamar –escribió Chavarría-, faltaba rescatar una porción mayor del fragmento que para entonces ya llamábamos “el hierro que cayó del cielo”. Esta parte del trabajo fue, si no la más ardua, si una de las más peligrosas.

En aquellos sitios la gente es profundamente católica. Quizá sería más correcto decir profundamente fanática de la parte más oscura del catolicismo. A lo largo de la investigación, Pablo y yo nos habíamos visto por lo menos dos veces en serio peligro de perder la vida o la integridad personal a causa de los prejuicios religiosos de la gente de la región. Jopala sería nuestra tercera ocasión, nada grata, por cierto.

Nuestro acercamiento a Jopala fue en avioneta... Desgraciadamente, sin los beneficios de la aeronáutica de la posguerra, entonces en la sierra se volaba como en la época de los pioneros... antes de aterrizar en la “pista” había que espantar a las vacas que pastaban en ella, sin garantía de que no regresaran en el momento más inoportuno.




Sustos aparte, finalmente llegamos Jopala, cansados, sucios y dejando en el camino parte de los zapatos de Pablo que insistió (ignoro por qué) en llevarse unos bonitos mocasines que eran mejores para cualquier otra cosa.

Los maestros que enviaron la carta, nos ayudaron gentilmente a Pablo y a mí para entrevistar al testigo principal y hablar con el sacerdote de Jopala, entre otras cosas. Pero los contactos logrados por Pablo en su primera visita no estaban en el pueblo y el delicado asunto de obtener la muestra tuvo que ser tratado con desconocidos y con desconfianza mutua. Por principio de cuentas nos encerraron en la presidencia municipal y nos sometieron a un estrecho interrogatorio de más de una hora mientras los interrogadores jugaban con los gatillos de sus escopetas. No tenían machetes, pero sí escopetas cargadas y la poca tranquilizadora costumbre de acariciar los gatillos mientras hablaban.

Por labia o sinceridad, los convencimos de nuestras intenciones científicas, periodísticas y para nada de depredación y consintieron en darnos una muestra mayor, “si podíamos cortarla”.

Usamos un cincel y martillo llevados ex profeso y sin muchas ceremonias partimos la lámina por la mitad, no se había especificado el tamaño de la muestra, y abandonamos el pueblo a la mayor brevedad.


[11] Hoy a veinte años de los sucesos, las cosas continúan igual.
[12] Al parecer ninguna relación con Miguel Cruz.
[13] Nosotros creemos que debieron caer más pedazos en toda esa zona de la sierra. Muchos de ellos deben estar resguardados en viejos armarios como el de Jopala, pero otros aún deben estar en el bosque.
[14] Esa es una patraña seudocientífica. Un bajísimo contenido de azufre sólo significa (verdad de Perogrullo) que el metal tiene una pobre cantidad de azufre.
[15] Aunque el lector no tiene porque saberlo, soy Ingeniero Químico y trabajo como asesor en el control de la corrosión para PEMEX y CFE (en específico para la Refinería Miguel Hidalgo y la Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, ambas en Tula de Allende, Hidalgo). Pues bien, cuando Héctor Chavarría me mostró por primera vez el fragmento de Puebla, comprendí que se trataba de algo fabricado por el hombre. El metal estaba recubierto en una de sus caras or pun primario anticorrosivo con pigmentos inhibidores de minio (plomo) que había sido sometido a altas temperaturas. Esa era la "cáscara de color grisáceo claro". La otra cara, sin lugar a dudas, estaba recubierta con un primario inorgánico de zinc. Este tipo de pintura se utiliza en el interior de tanques que van a contener solventes. En este caso podría tratarse de un tanque de combustible de algún reactor o cohete. Esto sería la confirmación de lo que posteriormente Héctor Escobar descubriría.


Continuará...

Todas las entradas sobre este caso:

http://elespaciodeldebunker.blogspot.mx/2012/02/cuando-los-ovnis-chocan.html




lunes, 27 de febrero de 2012

La narrativa de Luis Zapata

Vicente Francisco Torres es el autor del libro Esta narrativa mexicana (UAM Azcapotzalco, 2007). Francisco Torres reúne ensayos en los que se refiere a las primeras declaraciones que hicieran escritores ya consolidados para 1991, fecha en la que se publicó la primera edición de la obra.

Armando Ramírez, Ángeles Mastreta, Francisco Rebolledo, Luis Zapata y Alberto Ruiz Sánchez son algunos de los escritores que aparecen a lo largo de los diez capítulos del libro.

El capítulo seis se titula “Gay life” y está dedicado a Luis Zapata. El capítulo comienza con algunas apreciaciones de Francisco Torres y concluye con una breve entrevista a Zapata, en ese momento su novela más reciente era La hermana secreta de Angélica María (1989).

Podemos encontrar, entre otros, los siguientes temas: la influencia de la literatura de la onda y de la novela picaresca en la obra de Zapata, la parodia que Luis hace del melodrama, la forma en que usa lo cursi y el lugar que ocupa el cuento en su trabajo.


La literatura de la onda y la novela picaresca

La primera novela de Zapata apareció en 1975, se trató de Hasta en las mejores familias. A Zapata le parece una obra fallida: “está muy influida por la novela de la Onda. Es una novela con muchos juegos de palabras que yo considero ahora poco afortunados; es una proliferación excesiva de chistes (este tipo de cosas). Es decir, es una influencia mal asimilada, aunque no faltó a quien le gustara la novela cuando se publicó.”

Por su parte, Francisco Torres, refiriéndose a El vampiro de la colonia Roma, escribe:

Heredero de los experimentos formales de Gustavo Sainz y José Agustín, Luis Zapata elimina de su novela los signos de puntuación y las mayúsculas. Los puntos y las comas aparecen sustituidos por espacios blancos y las partes de la novela no aparecen divididas en capítulos, sino en cintas, para indicar que el autor sólo está transcribiendo el contenido de siete cassettes en los que Adonis García cuenta sus aventuras en el mundo de la prostitución masculina.

El mismo autor se ha encargado de señalar los fuertes lazos que hay entre este libro y la novela picaresca:

Pero en el momento de estar haciendo la trascripción de las cintas me di cuenta de que había un gran paralelismo entre la vida de este cuate y la que tenían los pícaros de la novela española. Entonces se me ocurrió explotar esta posibilidad, es decir, de alguna manera actualizar lo que podría ser la picaresca, o de contextualizarla concretamente en un ambiente urbano, pero con características más propias de esta época. La novela está estructurada incluso como una novela picaresca. Está narrada en primera persona. El personaje es el típico pícaro que pierde a sus padres de muy niño y se ve obligado a enfrentarse a la vida con sus propios medios. El medio particular que encuentra para sobrevivir es la prostitución. El pícaro también se dedica a la prostitución de alguna manera; tiene un amo que lo posee (no literalmente, en la picaresca sería de otra manera).



El melodrama

Luis Zapata ha escrito acerca de la forma en que el cine ha influido en su obra (aquí más al respecto). Explica Francisco Torres que Zapata (en De pétalos perennes y en Melodrama) toma los materiales amelcochados de nuestro cine –de la llamada época de oro- y les da un giro escandaloso y osado, y cita al propio Luis: “escribir un melodrama convencional estaría fuera de tiempo. Además no creo en los principios morales y estéticos del melodrama. Es un cine que me gusta mucho, pero al que racionalmente le encuentro muchos defectos: siempre hay una exaltación de la familia, de la pareja, de la iglesia y del orden moral. Y la única manera de acercarme al melodrama fue a través de la parodia. Es una interpretación de aquel cine por el camino humorístico.”


Lo cursi

Refiriéndose a En jirones, escribe Francisco Torres: “Con sus edulcorados recursos, Luis Zapata se gana al lector y le demuestra que para cualquier enamorado las canciones y las películas triviales se llenan de sentido y pierden su halo de simpleza y vulgaridad. Los antiguos boleros o las canciones de Juan Gabriel hacen saltar al ser quebradizo que llevamos dentro. Pero el libro de Zapata no se conforma con mostrar la validez y los recursos de la cursilería, sino va más allá al aplicar ésta a una historia de amor gay. Por momentos, ante los caprichos y el llanto de los protagonistas, uno termina por olvidarse de que son dos hombres. Antes que la caracterización de un bisexual y un homosexual, Luis Zapata muestra los conflictos de dos seres humanos: uno infantil, caprichoso, violento e inseguro; y el otro sensible, atormentado y rabiosamente fiel. El novelista parece decir: ojo, lector, estos dos que ves aquí, antes que putos, son seres humanos.”


Una novela “porno”

En la entrevista que aparece al final, Zapata comenta que por el tema de El vampiro “alguien llegó a decir que se debería vender en bolsitas de plástico para que no lo hojearan, porque era un libro pornográfico.”

También comenta que los editores le decían que usará puntuación y no espacios en blanco: “Respecto a la ausencia de signos de puntuación y de mayúsculas, los editores querían que el libro apareciera convencionalmente, pero yo me negué, alegando que así lo habían premiado.”

¿Se proponía Zapata abrir brecha con su vampiro? Él mismo responde: “Yo no me propuse abrir brecha, son cosas que uno no toma en cuenta al momento de escribir. Si algo pensaba en cuanto al personaje, en cuanto su actitud como homosexual, era que fuese un cuate libre, que no anduviera atormentado, como tenía que ser en alguien que se dedicaba al talón.”


¿Literatura gay?

¿Es Zapata un narrador gay? Él no se considera así: “Yo no quiero escribir toda la vida sobre personajes homosexuales. Me parece algo circunstancial, porque entonces tendrías que dividir la literatura entre homo y heterosexual. Es arbitrario, facilón, y si tiene que haber una clasificación para que la crítica no tenga problemas, pues que la haya. ¿Qué es lo que une a los autores gay? Su preocupación formal es muy distinta. La aproximación al tema es muy diferente. Quizá sólo nos une el interés por presentar personajes homosexuales. Creo que el encasillamiento sí limita. ¿Qué soy un narrador gay o tengo obras que están dentro de la literatura gay? Si a esas vamos, ¿dónde quedan De pétalos perennes o La hermana secreta de Angélica María? No me siento un narrador gay, no creo que esa sea mi vocación en la vida. Los de la Onda protestaron y siguen protestando por su encasillamiento; es natural resistirse a las clasificaciones.”


El cuento

Otra pregunta que se le hizo a Zapata se refiere a su labor como cuentista, ¿por qué son más novelas que cuentos? Respondió: “Porque a mí lo que me interesa y me gusta más es la novela. Los cuentos los hago cuando no tengo un proyecto narrativo más grande. Como escribir una novela es un proceso muy largo, que en mi caso ha durado hasta dos años, termino y no se me antoja escribir otra. Pero como necesito escribir, hago cuentos, teatro o guiones de cine. No creo que mi vocación sea la de cuentista.”

jueves, 23 de febrero de 2012

Cuando el futuro nos alcance...

Nuestro país vive momentos sumamente difíciles (violencia, corrupción, desempleo, ineptitud y estupidez de las autoridades... y agréguele lo que me falta mencionar), ¿qué nos depara el futuro? ¿Viviremos algún día en el mejor de los mundos posibles? Por lo pronto nos quedamos con la visión del futuro que se encuentra en las siguientes imágenes. Si quiere verlas en vivo y en directo, se encuentran sobre Calzada de Tlalpan, cerca del metro Chabacano (línea 2).









miércoles, 22 de febrero de 2012

Ovnívoros, ovnílatras, ovnicreyentes y ovnipensadores

El viernes pasado, recorriendo los puestos de libros usados que se encuentran a un costado del Palacio de Minería, encontré el número 84 de la revista Generación (correspondiente a marzo-abril de 2011).

Dicho número está dedicado a los supuestos secuestros extraterrestres. En el editorial explican: “Desde luego que esta nueva entrega de la revista Generación no espera responder a la pregunta de si existen o no los extraterrestres, si creemos en las abducciones o no; simplemente es el reflejo de una de las incertidumbres contemporáneas más devastadoras y angustiantes ante un vacío de referentes de lo que podamos creer o no. En una de las épocas más decadentes del México actual, de violencia descabellada y ante la incertidumbre de un futuro tan oscuro como nuestras clases políticas, sirva la presente como un divertimento ante el desencanto. Como un símil de la impunidad delincuencial para secuestrar o ‘levantar’ de manera cotidiana a cualquiera, aquí hablaremos de los ‘levantones extraterrestres’, que también los hay.”


El número abre con el avistamiento de José Vasconcelos, el testimonio lo toman del volumen uno del libro 500 años de OVNIs en México de Héctor Escobar Sotomayor. En los diversos artículos se mencionan datos, obras y casos que todo interesado en el tema conoce. Así, a lo largo de este número aparecen los nombres de Bud Hopkins, Leo Sprinkle, John Mack, Betty y Barney Hill, Whitley Striber, Salvador Freixedo, etc.

Hay un artículo dedicado a las películas sobre abducciones como Independence Day, Fire in the Sky (que recrea el caso de Travis Walton), y Communion (que presenta el caso de Whitley Striber), entre otras. Otro artículo está dedicado a la literatura ufológica, mencionan una obra de Claude Vorilhon (mejor conocido como Rael), Secuestros OVNI de Eugenia González, La religión entre la parapsicología y los ovnis y La amenaza extraterrestre del conspiranóico Freixedo, otro dedicado a los tripulantes de los platos voladores, Un mundo nos vigila de Pedro Ferriz y el ya mencionado volumen uno de 500 años de ovnis en México de Escobar.

Héctor Ballesteros cuenta que gracias a la revista Duda, misma que su abuela materna coleccionaba, se familiarizó con términos como bases ocultas, puntos calientes de nuestro planeta, rutas de ingreso, extraño caso, periodista serio, hipótesis tan válidas como, y aunque usted no lo crea están basadas en arduas investigaciones, lector avezado en este tema y hermetismo oficial, entre muchos otros. Termina con estas palabras: “Siempre el anochecer anunciaba el final de la visita, lo que para mí debía significar despedirme de aquel mundo de prodigios y fenómenos inexplicables, descender a través de empinadas escaleras, salir a la calle y recorrer la ciudad en un vehículo, de vuelta a casa. Algunas veces (si había suerte) bajo ‘un cielo limpio y tachonado de estrellas’.” Y aquí la nostalgia hace acto de presencia, pues yo, al igual que Ballesteros y muchísimas más personas, recibí mi “educación esotérica” a temprana edad gracias a las publicaciones de Editorial Posada. No terminaba la secundaria cuando leer la revista Duda se convirtió en uno de mis pasatiempos favoritos.

Fernando Hernández Urías dedicó su texto al ufólogo más conocido en México: Pedro Ferriz Santacruz. En otro texto Octavio Hernández acierta al decir que Ferriz es “un experto al que Jaime Maussán no le llega ni a los talones”.


En “Ricachá” Jonathan Minila habla de la “contactada” Sara A. Otero. Entonces recordé que hace muchísimos años, Luis Ramírez Reyes conducía en Radio 13 un programa llamado (si no mal recuerdo) “Juicio OVNI”, en dicho programa estuvo como invitada “Sarita”. Esta señora afirma curar diversas enfermedades y estar en contacto con “los Guardianes del universo”. Pero a su supuesto contacto le dedicaré una entrada especial, ya que Sarita dice que este año el planeta Tierra será reciclado por los extraterrestres (esto sucederá -¿ya lo adivinaron?- antes del 21 de diciembre). Afirmación que merece estar en las “Chifladuras 2012”, lista que Mauricio-José Schwarz está recabando.


La colaboración de Alfonso Morcillo se titula “De ovnívoros y maussanianos”. Morcillo acudió a una de las conferencias de Jaime Maussán en el Teatro Metropólitan. Comienza su artículo narrando lo que encontró a las afueras del teatro:

Adrián no cree en ovnis. Ni él ni Ernesto, el amigo con quien decidió asociarse para vender llaveros, ceniceros, muñequitos de alien y crear uno de tamaño real, parecido a lo que los videos del propio Maussán han difundido, para que los visitantes se retraten con él.

Ernesto cuenta que no es raro que la gente le cuente sus encuentros con ovnis. “La gente llega y ve las figuras y dicen, este cuate por algo las hace, ¿no? Y me empiezan a platicar sus anécdotas, por ejemplo que han visto bajar un platillo volador cerca de una azotea de su edificio, que lo han visto cerca de las ventanas.”

No creen en ovnis, ni en extraterrestres, ni nunca han entrado a presenciar alguna de las conferencias que cada seis meses se presentan para dar las evidencias de vida extraterrestre aunque ya llevan más de cuatro años colocando su puesto afuera del Metropólitan. Y es que si entran no venden, aunque el grueso de la venta se da una vez que los asistentes salen “más convencidos y entusiasmados”, dicen ambos.

¿O sea que uno debe entrar y salir convencido de ver ovnis para tomarse la foto con el alien? Definitivamente sí, dicen.



Dentro también hay diversos artículos que pueden comprar los seguidores del charlatán de cabellos blancos: el informe Cometa, los fraudulentos MJ-12, retratos de extraterrestres y DVDs del programa Tercer Milenio.

Morcillo platicó con Carlos Clemente, líder de los vigilantes.

Antes de contestar preguntas, Carlos reconoce que es un escéptico y un investigador y que hay muchos fanáticos contaminados por películas, revistas y los mismos programas de televisión. Enseguida explica que existe una categoría creada por el investigador de Guadalajara Fernando J. Téllez para catalogar las diferentes etapas de los seres humanos “que pasamos por este rollo”.

“El ovnívoro, el ovnílatra, el ovnicreyente, el ovnipensador, el contactado y al final el investigador ovni. Todos pasamos más o menos por esas etapas y hay quienes se quedan en alguna para siempre; y auméntale los abducidos”, dice mientras no deja de estar al pendiente de su puesto de óleos e imágenes, retratos que su hija pinta.

“El ovnívoro quiere saber todo sobre el fenómeno. El ovnílatra busca reflectores y le prende veladoras a los extraterrestres, se convirtió en un culto para él. El ovnicreyente cree que los extraterrestres son dioses y nos van a salvar. El ovnipensador empieza a tratar de reflexionar y cuestionar si es verdad todo lo que le muestran. El contactado ve ovnis, se siente elegido, contactado, privilegiado. Y el investigador, la categoría en que yo me encuentro, porque ya no me lo creo, lo cuestiono, indago, busco respuestas, verifico si es cierto o no algún fenómeno”, explica quien porta su chaleco de camarógrafo color caqui repleto de bolsas.

Clemente afirma lo mismo que otros ufólogos: que el 90% de los casos reportados tiene una explicación (aviones, globos, helicópteros, nubes lenticulares, confusiones, etc.), pero que hay un 10% “en el que sí puede haber algo de verdad” y que carece de explicación.

En fin, para la elaboración de este número, los autores no consultaron material de escépticos o ufólogos críticos (a excepción del libro de Escobar), en todo caso se trata de una muestra de la ufología que suele difundirse en los medios de comunicación (y cuya calidad es bastante baja). Lo mejor, además de la portada (un exvoto), son los artículos dedicados a Pedro Ferriz, Jaime Maussán, la “contactada” Sarita y la revista Duda.

jueves, 16 de febrero de 2012

EL CASO PUEBLA (tercera parte)

Luis Ruiz Noguez

EN LA SIERRA

Tateno es un pueblo distante unos 18 kilómetros al Norte de Libres. Se encuentra justamente al borde de la sierra. A Tateno se puede llegar únicamente por una estrecha carretera de tierra y fango que hace sumamente complicado el transporte. En este punto comenzó la expedición de Contactos Extraterrestres. Nuevamente cederemos la pluma al indómito Héctor Chavarría, un curioso escritor de ciencia ficción mezcla entre Indiana Jones y Allen Hynek. Héctor recuerda de esta manera los sucesos:

Los habitantes de Tateno nos recomendaron llevar como guía a Epifanio Hernández, de quien se decía que había estado dos veces en el sitio en que había caído el OVNI; cuando nos entrevistamos con Epifanio, nos contó que había ido dos veces a buscar el aparato pero no lo había encontrado por ninguna parte. Con Epifanio como guía, la expedición emprendió el rumbo al cerro de las Tres Cruces y comenzó a descender por los tremendos barrancos de la sierra. El paso era pausado y lento, lo accidentado del terreno hizo que el burro que llevaba nuestro equipo y las provisiones tropezara varias veces no cayendo al barranco gracias a la fortuna. Después de más de una hora de camino, llegamos a San Andrés Tepexoxuca en donde no encontramos ninguna persona que nos pudiera informar sobre el OVNI.

Seguimos adelante atravesando cañadas y desfiladeros hasta llegar a Huixcolotla, lugar en donde numerosos grupos de curiosos y turistas buscaban información sobre el lugar en que había aterrizado el aparato. La mejor información que se pudo obtener ahí era que desde lejos se podía observar el aparato enterrado en la tierra, pero el informante lo sabía porque lo había oído, no porque lo hubiera visto.

La expedición prosiguió su ruta hasta llegar a Xonacatlán y de ahí continuó hasta Zaragoza, que es la población más cercana a Tres Cruces. Al llegar a Zaragoza, la tarde empezaba a caer y decidimos montar el campamento y tratar de obtener información de los habitantes. Las informaciones fueron en cierta forma decepcionantes. Se había observado al objeto luminoso cuando cruzaba el cielo, pero nadie lo había visto caer y no se conocía el posible lugar del aterrizaje. La escasa población de Zaragoza (40 personas) se mostró un tanto reacia y hostil a colaborar con la expedición de Contactos Extraterrestres.




En otra ocasión Chavarría puntualizaría lo que quiso decir con “reacia y hostil”. Esta es su historia:

Latapí y yo penetramos la sierra por Tateno y no salimos de ellas hasta una semana después y cada quien solo y por distinto lugar para cubrir más terreno. En el curso de aquella expedición fuimos rodeados por los habitantes de Zaragoza, machete en mano, quienes deseaban saber –exigían sería más correcto- quiénes éramos, qué queríamos y si éramos católicos, la última interrogante fue la primera pregunta hecha con acento y mirada de habitantes de Canoa. Hasta la fecha creo que nos salvó el hecho de haber preguntado antes el nombre del cura de la aldea más próxima, haber oído ostensiblemente la misa dominical y el traer lo bastante visibles sendos escapularios guadalupanos como escudo contra el conocido fanatismo serrano. De cualquier manera tuvimos que soportar los altavoces del pueblo que advertían de nuestra llegada –como si no lo supieran- a los habitantes y, los cuales, sólo pudimos acallar después de ir a la cantina e invitar rondas –y aguantar otras más- de refino, el aguardiente de la sierra que parece ser explosivo plástico líquido y que hace ver extraterrestres a la tercera o cuarta copa; se bebe solo, como si fuera tequila y es el equivalente mexica del fuego líquido griego...


¿FUE EL REFINO EL ORIGEN DE LAS LEYENDAS?

Seguramente un exceso de refino originó las declaraciones de los serranos respecto a que los extraterrestres (provenientes del OVNI caído) habían jugado con ellos un partido de futbol; que se habían comido varias vacas y al compadre de alguien; que habían secuestrado a una antropóloga [6] gringa que después no quiso abandonar la “nave” convencida de las ventajas del sexo extraterrestre; que los helicópteros de la Nacional de Aceros, S.A. (NASA) eran vistos todos los días –nosotros no vimos ninguno- y que sus pilotos chinos (sic) eran competentes bebedores de refino del cual se había llevado grandes cantidades para vender en Japón (sic) y a los que también les gustaba el futbol.

Relatos obviamente muy divertidos y también obviamente ficticios aunque el periódico La Prensa diera por buenos algunos de ellos... pero los machetes en Zaragoza nos hicieron recordar que estábamos en la sierra, lejos de cualquier ciudad o autoridad y que, fácilmente podíamos “desaparecer” no precisamente secuestrados por un OVNI. Estas cosas ocurren. Remember Canoa...

A lo largo de la investigación, además de saturaciones de adrenalina como la de Zaragoza, encontramos a la fauna más variada que uno pueda imaginarse... Ruani un contactado nos enviaba mensajes a la redacción, diciendo que el OVNI de Puebla estaba oculto en el D.F.; un tlaxcalteca “piloto” de avioneta y “guía” de montaña, que ignoraba qué era un horizonte artificial, se perdía usando brújula y desconocía lo que era un piolet...



Como el área a investigar era muy grande y el tiempo y los recursos económicos eran escasos, los ufólogos exploradores decidieron separase para, de esa manera, poder abarcar el máximo terreno posible. Se decidió partir al amanecer.

El camino que siguió una de las partes hacia El Mirador fue de constante subida. De hecho, todos los caminos que salen de la población de Zaragoza son elevadas pendientes que hacen que el desplazamiento sea sumamente difícil. En el camino al mirador se trató de recabar el mayor número de datos, ya que era uno de los centros de rumores de toda la sierra. La información que se obtuvo fue la misma. Habían visto el objeto luminoso pero nadie sabía con certeza dónde había caído.

La parte restante de la expedición emprendió el arduo camino a Tres Cruces. La vereda representaba el camino más empinado que habíamos recorrido y costó mucho trabajo llegar a la cumbre. Una vez ahí nos entrevistamos con los habitantes del lugar y nadie sabía qué había ocurrido con el OVNI. De una cosa estaban seguros: en Tres Cruces no había caído nada.


Una señora de nombre Margarita Hernández declaró a los expedicionarios:

Por aquí pasó el objeto ese; iba muy rápido y parecía que bajaba. Iba echando chispas y se oía un ruido como si se fuera quemando, después se perdió detrás de los cerros rumbo a San Francisco y se oyó una explosión.

Tratamos de obtener más información –continúa Chavarría-, pero nuestro esfuerzo fue en vano, nadie sabía nada. Pudimos confirmar la noticia de que aviones del Ejército y varios helicópteros extranjeros habían sobrevolado el área en busca del OVNI. La señora Hernández nos dijo:

“¿Cómo quieren que nosotros encontremos el aparato?, ya vinieron los señores esos de la NASA con sus helicópetors y muchos paratos y no pudieron encontrar nada, nosotros con lo que tenemos no lo podríamos hallar nunca.”



“PUROS CHISMES ESO DE LOS MARCIANOS”

Abandonamos Tres Cruces con la esperanza de encontrar algo positivo más adelante. El camino continuaba en bajadas y subidas que se repetían constantemente hasta llegar a uno de los pueblos más elevados de la sierra: Analco. En esta población no encontramos gente que pudiera informarnos sobre el OVNI, por lo que seguimos nuestro camino rumbo a San Francisco Ixtacamaxtitlán. En la ruta encontramos a varias personas que nos comentaron que no habían visto el aparato caer y que no sabían donde podía estar. Una señora que cortaba algunas ramas con un machete y que no quiso dar su nombre nos dijo:

“Ha venido mucha gente buscando el aparato, han entrado por todas partes: por Huixcolotla, por Xonacatlán y hasta por Texohizpan, pero no han encontrado nada, yo pienso que son puros chismes eso de que unos marcianos cayeron por estos rumbos. Lo único que dicen haber visto es un lugar en la boca de una cañada que está quemado como si algo muy caliente hubiera pasado por encima, pero casi nadie ha llegado hasta allá porque está muy duro el camino y son como cuatro horas caminando”.

Posiblemente nos encontrábamos ante un nuevo rumor –escribió Héctor Chavarría-, pero nada perdíamos con tratar de llegar a ese lugar o investigar las posibilidades de que se tratara del lugar del aterrizaje.

La información era correcta, había un lugar quemado y se encontraba a tres horas de camino de San Francisco. La zona quemada está situada en la parte superior de una cañada y tiene la forma de un ancho canal cubierto con arbustos y plantas que en su mayoría se encuentran chamuscados en l aparte superior. Tratamos de bajar al fondo de la cañada pero las paredes casi verticales y resbalosas dificultaban el acceso. Conforme bajamos iban desapareciendo los arbustos quemados y cuando llegamos abajo no encontramos ninguna huella de impacto o de que algún objeto se hubiera posado ahí. Creímos haber encontrado el lugar del aterrizaje pero resultaba extraño que sólo hubiera una parte quemada como algo hubiera simplemente rozado el suelo elevándose inmediatamente.

Abandonamos la cañada y finalmente llegamos a San Francisco Ixtacamaxtitlán, donde nos informaron que el lugar quemado en la sierra que habíamos visto se debía a que hace tres años, el tres de mayo, un incendio arrasó la parte alta de la sierra; muchas de las plantas quemadas aún no han podido regenerarse del todo y es por eso que aparecen quemadas en su parte superior. En San Francisco también nos informaron que eran muy numerosos los grupos de personas que buscaban el OVNI; incluso se había registrado un accidente automovilístico en el que habían muerto cuatro personas. Por San Francisco también sobrevolaron los helicópteros de la NASA y pasaron varios camiones de soldados que buscaban al OVNI. Una comisión, al parecer japonesa [7], había pasado unas semanas antes por la localidad en busca de información.



Otro informante que no quiso dar su nombre agregó:

El objeto que salió tan rápido que pareció que se estrellaba contra la punta de algún cerro y de pronto echó una lucecita para arriba que se perdió en el cielo. Luego se oyó la explosión como un tronido de lluvia y el suelo se movió como un temblor.


EL EJERCITO Y LA NASA

Respecto a la presencia del Ejercito en la zona, las versiones eran también contradictorias. Se dijo que un pelotón llegó casi de inmediato y acordonó la zona; algunos curiosos aseguraron que no los dejaron pasar y que destruyeron sus cámaras fotográficas. Sin embargo, los reporteros de Contactos Extraterrestres no vieron nada parecido.

Extraoficialmente se dijo que un destacamento del Ejército estuvo allí y “peinó” la zona en busca del objeto que los lugareños aseguraban había caído, sólo que no se encontró absolutamente nada. Pero esto sólo contribuyó a multiplicar los rumores sobre la razón de los militares en el lugar.

Ahora bien, en relación a esto hay un dato proveniente del Presidente Municipal de Libres, el señor Francisco Zorrilla. En declaraciones a varios periódicos, el señor Zorrilla aseguró que el destacamento militar se presentó en la sierra porque los operadores de radar de la zona militar de Puebla detectaron la señal de un objeto extraño.

Hablé con algunos elementos del Ejército –dijo Zorrilla-, y ellos me dijeron que sus superiores les habían comunicado que el radar captó, en la fecha señalada por los campesinos, un satélite que cayó al mar.

A este respecto los investigadores de Contactos Extraterrestres escribieron:

Aunque nuestros esfuerzos por obtener información del Ejército han sido inútiles, la declaración anterior puede considerarse como una versión casi oficial, y desde luego dicha versión ha provocado otra oleada de rumores acerca de que el objeto era un satélite norteamericano o un fragmento de cohete [8]. Se dice también, a partir de esta versión, que elementos de la NASA llegaron en helicópteros y, ayudados por el Ejército Mexicano, rescataron el objeto.


Las historias sobre la presencia del Ejército, fueran ciertas o no [9], habían arraigado en la mente de los habitantes de esa región. Lo mismo había ocurrido con la versión de la presencia de personal de la NASA. A lo anterior contribuyó, muy probablemente, que en un noticiario televisado se diera por oficial la noticia de que un grupo de técnicos de la NASA había estado en Puebla buscando “algo” con la ayuda de un helicóptero. Por eso mucha gente hablaba de “astronautas”, no sólo en relación a los supuestos tripulantes del OVNI. Una vecina de Analco les preguntó a Latapí y a Chavarría:

“¿Son ustedes los astronautas que vienen por su pedazo?”

Indagaciones posteriores sobre la presencia de técnicos de la NASA en la sierra de Puebla no desmintieron esa noticia, pero tampoco la confirmaron [10].

[6] En otra versión hablaba de una arqueóloga.
[7] Tal vez a esta comisión se referían los vecinos de Zaragoza que afirmaron que "unos pilotos chinos se habían llevado varios litros de refino para vender en Japón".
[8] Tan lejos y tan cerca. En ese entonces Héctor Chavarría rozó, sin darse cuenta, la verdadera explicación del Caso Puebla.
[9] De todas formas, ya fuera un objeto extraterrestre o no, el Ejército Mexicano tenía la obligación de estar presente e investigar el asunto para salvaguardar la integridad de los residentes de aquellas regiones.
[10] Aunque no tendría nada de raro su presencia si se trataba, como veremos, de recuperar los restos de un objeto cuya tecnología pertenecía a una potencia antagónica.



Continuará...

Todas las entradas sobre este caso:








lunes, 13 de febrero de 2012

¿Qué pasará el 21 de diciembre del 2012?

¿Terminará el mundo tal y como lo conocemos?, ¿nos contactarán seres extraterrestres?, ¿se abrirán puertas dimensionales? ¿Qué sucederá realmente?

La respuesta nos la dan en el noticiario 31 Minutos:



Unos charlatanes, perdón, unos expertos en el mundo del misterio dicen que el mundo se acabará en la fecha señalada en el título de esta entrada, otros que también se dicen expertos en el mundo del misterio dicen que no, que el mundo no se acabrá, pero que sí pasará "algo" importante. Por ello es que Mauricio-José Schwarz nos invita a participar en "Chifladuras 2012", ¿de qué se trata? De reunir "los sonoros rebuznos de estos 'maestros del misticismo' con taxímetro, no sólo para nuestra sana diversión y esparcimiento, sino para dejar claro quién de estos cuentacuentos dijo alguna verdad, así fuera por accidente o de modo totalmente involuntario, y cuántos se estuvieron regodeando en la ignorancia, el miedo y la buena voluntad ajenas, desde lectores de manos de liga escolar hasta periodistas archimillonarios."

Toda la explicación la encuentra aquí. Así que si usted desea participar, mándele un mail a Schwarz con las pendejadas que encuentre sobre lo que supuestamente sucederá el próximo mes de diciembre...

Todas se publicarán en el siguiente enlace (ya hay algunas muestras de sabiduría): Chifladuras 2011

Grafitis sobre Av. Francisco del Paso y Troncoso (entre las estaciones Coyuya y Aculco de la línea 8 del metro)









jueves, 9 de febrero de 2012

EL CASO PUEBLA (segunda parte)

Luis Ruiz Noguez

LOS REPORTES DE TLAXCALA

El asunto pareció ser confirmado por los reportes de personas en la Sierra Norte de Tlaxcala que afirmaban haber visto luces en el cielo, en trayectoria descendente y cuya presencia había sido punteada por varias explosiones muy fuertes que sacudieron la región.


El periódico capitalino La Prensa entrevistó al señor Celedonio López, juez de la paz del poblado Plan de la Flor, quien aseguró que todos los habitantes presenciaron el suceso. En ese mismo pueblo se encontraba el señor Luis Flores Zabaleta, quien dijo a los periodistas:

Esos como cohetes brillaban y dejaban humo, cuando de momento se escuchó un estruendo y como que estalló el aparato grande, pero no llegó a Tierra sino que más bien parecía que se caían las luces que se veían, y hasta pensé que era un avión que nos estaba echando veneno para matarnos. Esto lo comenté con Lucio, que junto conmigo vio lo que estoy diciendo, pero luego que oímos el trueno y sentimos que se estremeció la tierra, desapareció el aparato.

En Texocuizapan, Tlaxcala, Manuel Tapia, observó el fenómeno de esta manera:

El 29 de julio, a las seis de la mañana, vi a esos objetos. Eran tres luces de color rojo; iban de Sur a Norte, a vertiginosa velocidad.

Los tres objetos –continúa Tapia-, los perdí de vista tras las montañas. Dos o tres minutos después se escuchó un estallido. Yo no vi que cayera ninguno de los objetos, sólo los vi desaparecer y luego escuché como que algo rodaba por el cerro, una vibración muy fuerte que hasta estremeció el suelo como un temblor.

Emilio Fernández, presidente municipal de Terrenate, en el Estado de Tlaxcala declaró:

Acá mucha gente lo vio: un objeto muy grande que iba sacando lumbre por todos lados. Pasó a gran velocidad, e inmediatamente después que se perdió de vista se oyó un golpe, como desgarre de piedras. Fue tan fuerte el impacto que se estremeció la tierra.

Plutarco Briones, vecino de La Caldera, Tlaxcala declaró:

Todos dicen... pero ninguno lo ha visto. Algunos dicen que está en el Cerro Grande, otros que en El Mirador, como cuentan. Unos señores de Tlixtalaco decían que estaba en el cerro y que no lo podían sacar... pero sólo dicen.

Al parecer el OVNI no había caído en el estado de Tlaxcala sino un poco más al Noreste, en la Sierra de Puebla. Había muchos reportes pero todos desperdigados en la geografía de aquel Estado. Se hablaba de lugares distantes por lo menos 20 kilómetros uno de otro.


LOS REPORTES DE PUEBLA

Uno de los mejores reportes fue el de un humilde vendedor de manzanas que bajó de la sierra al pueblo de San Francisco Ixctacamaxtitlán para notificar a los habitantes que el extraño objeto luminoso se había estrellado en las montañas. La mecha estaba encendida, a partir de ese momento los habitantes del lugar no hablarían de otra cosa más que del OVNI que se había estrellado en la sierra, la prensa de varias localidades publicaría constantemente fantásticos relatos sobre una nave interplanetaria averiada.

El lugar donde supuestamente había caído el objeto es una de las regiones más cerradas de la Sierra Madre Oriental, pero eso no amedrentó a los “ufólogos”. Un verdadero tropel de periodistas, investigadores amateurs, excursionistas, fanáticos y simples curiosos se lanzaban a Ixctacanaxtitlán o a Libres, Puebla, y de ahí a la sierra, para tratar de encontrar los restos del “artefacto”.

A la redacción de Contactos Extraterrestres se comunicaron diversas personas de Puebla y Tlaxcala asegurando que habían estado en el lugar de los hechos y tenían fotografías del “aparato” estrellado. Por supuesto, ninguna de estas personas mostró tales fotografías.

Los investigadores de Contactos Extraterrestres recogieron varios informes provenientes del poblado de Teteno, en Puebla. Entre los testigos tenemos al señor Nazareo Moreno, quien informó haber visto tres luces, dos primero y luego una tercera que dio alcance a las otras y luego salió volando muy rápido y “echando chispas” para perderse rumbo a Tres Cruces:

Al principio eran sólo dos de esas luces que se movían bastante rápido sobre el cielo, de pronto, llegó otra luz que se acercó mucho a una de las otras hasta que quedaron casi juntas. La que se había acercado salió de repente volando muy rápido y echando chispas que caían casi hasta el suelo. Iba tan rápido que sólo alcance a ver cómo se perdía detrás de los cerros allá por Tres Cruces.

En Libres declararon que habían observado el mismo fenómeno, acompañado de la caída del objeto y una explosión.

Una versión periodística que fue transmitida al extranjero, asegura que el supuesto lugar donde se produjo el impacto fue el Cerro de las Tres Cruces. En esa misma información se dice que el reportero recorrió el lugar sin encontrar el objeto, pero que algunos testigos “le mostraron en el área gran cantidad de pastos quemados y manchas de aceite en el terraplén”.


EL AMARILLISMO DE LOS PERIÓDICOS

Esta noticia originó que el ufólogo francés Guy Tarade escribiera que en los cielos de México se había desarrollado una batalla entre naves alienígenas. Estas fueron sus palabras:

Como escribíamos en OVNI, Terre planete sous controle, el combate entre OVNIs que se desarrolló a finales de julio de 1977 en el cielo de Puebla, en México, fue seguido por miles de testigos. Un objeto atacado en pleno cielo se estrelló en la sierra. Según informaciones recientes, un OVNI intacto se conserva hoy en esta región, ¡bajo control de la armada americana!

Pero esa no era la única historia sensacionalista. Los rumores eran tan fantásticos que hoy, varios años después de los sucesos, nos preguntamos ¿cómo pudieron creer toda esa basura?

Para ese entonces el periódico La Prensa había dado pauta al sensacionalismo. En sucesivas ediciones del mismo se informaba que el OVNI estaba siendo rodeado por el Ejercito y que vendría pronto personal de la NASA. También se decía que el lugar estaba restringido para los curiosos. Se hablaba del rescate de humanoides, computadoras, etc.

Días después, La Prensa había publicado una foto del Ovni estrellado en la sierra, curiosamente lo que se observa en la foto no es la sierra de Puebla sino ¡el Cañón del Colorado! Huelga decir que el OVNI tampoco era tal.

Las versiones que circularon eran muy variadas, pero el rumor más insistente decía que un platillo volador averiado se encontraba atrapado en la sierra y que el Ejercito Mexicano había acordonado el lugar donde supuestamente estaba el OVNI para no permitir el paso. La zona era muy amplia (Libres, El Mirador, Analco, San Francisco Ixtacamaxtitlán, Grajales, Oriental, Zaragoza...).

En Teteno algunas personas informaron que el objeto se había estrellado en la ladera del cerro de las Tres Cruces. Según la prensa amarillista:

El OVNI se estrelló en el Cerro de las Tres Cruces enterrándose hasta la mitad en la tierra; mide entre 40 y 60 metros de largo y tiene muchas luces rojas y amarillas que aún permanecen encendidas. Está herméticamente cerrado y en el interior se encuentran sus tres tripulantes, de los cuales ya han muerto dos. Su apariencia es de enanitos de un poco más de un metro de estatura, son de color verde, tienen enormes ojos saltones y orejas como de toro, visten trajes plateados pegados a la piel y tienen los pies en forma cuadrada.

Las leyendas abundaron. También se hablaba de pequeños seres de aspecto demoniaco, obviamente extraterrestres, de seres rubios, hermosos y muy altos, también extraterrestres. Estos últimos, de dos metros de alto, habían secuestrado a una arqueóloga americana –quién sabe con qué eróticos fines- y que el novio estaba desesperado. Incluso se llegó a comentar que los poblanos habían jugado un partido de futbol contra los extraterrestres. Afortunadamente quedó en empate (¿qué hubiera ocurrido con la Tierra de haber perdido los extraterrestres?). Pero dejemos que sea el mismo Héctor Chavarría, el principal investigador del caso, quien nos cuente esa historia en su estilo tan ameno y particular:

Encontramos múltiples leyendas alusivas al hecho, que iban desde la retroalimentación de hechos hasta la fantasía más desenfrenada... hubo de todo: alienígenas de colmillos largos, hombrecitos verdes, historias de secuestro de arqueólogas con un chocante parecido a Dale Arden (y novios de las mismas igualitos a Flash Gordon), hasta mutilaciones de ganado y de uno que otro humano descuidado, pasando por la historia de un partido de futbol entre humanos y alienígenas que había terminado en empate gracias, posiblemente, a la mano de Dios (¿escuchas Maradona?), vuelos de helicópteros de una extraña compañía llamada Nacional de Aceros, S.A. (NASA).


Lo extraordinario y fantástico de los rumores hizo que Héctor Chavarría y Pablo Latapí Ortega (el mismo que ahora lee las noticias para Televisión Azteca) decidieran ir cuanto antes al mentado cerro y averiguar qué era lo que realmente ocurría. Como era de esperar no había enanitos verdes, tampoco azules, ni de ningún otro color.

Continuará...

Todas las entradas sobre este caso:






lunes, 6 de febrero de 2012

LEWIS CARROLL Y LA PARAPSICOLOGÍA

Hace varios años adquirí una bonita edición que incluye las obras Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, A través del Espejo y lo que Alicia encontró allí, La Avispa con peluca y La Caza del Snark. El libro también incluye las ilustraciones de John Tenniell, Henry Holiday, Hermenegildo Sábat y las del mismo Carroll. Como sabemos, a Carroll le encantaban las niñas; fotografió y dibujo a algunas de sus pequeñas amigas. La edición que compré también muestra esas fotografías y dibujos, además de las cartas que enviaba a las niñas. El prólogo es de Jorge Luis Borges. Por si lo anterior fuera poco, todos los textos (historias y cartas) tienen anotaciones de Eduardo Stilman (miembro de la Lewis Carroll Society de los Estados Unidos y de la similar en Gran Bretaña).



A través del espejo me gusta mucho más que Alicia en el país de las maravillas. Tengo pendiente escribir una entrada sobre Los libros de Alicia y la filosofía del lenguaje (entre mis filósofos favoritos están Ludwig Wittgenstein, Bertrand Russell y Gottlob Frege; es posible relacionar el discurso de Humpty Dumty con la idea de Wittgenstein sobre “los juegos del lenguaje”).

Charles Lutwidge Dogson (1832-1898) inventó el seudónimo de Lewis Carroll en 1856. A Carroll le interesaban muchos temas, algunos de ellos eran la fotografía, la literatura, la lógica, el teatro, el ajedrez, la mnemotecnia, los juegos matemáticos, la criptografía, el origami y la construcción de juguetes macánicos. Sus biógrafos aseguran que era un experto en todas esas materias. Otra faceta de este personaje era la de inventor.

Stilman menciona que entre los múltiples intereses de Carroll estaba nada menos que la parapsicología.


LA ESCRITURA AUTOMÁTICA

Es sabido que las aventuras de Alicia nacieron cuando el 4 de julio de 1862 Lewis Carroll y el reverendo Robinson Duckworth llevaron a remar a las hijas del Dr, Lidell: Alice Pleasance, Lorina Charlotte y Edith. Muchos años después Alice Liddell expresó: “Creo que el comienzo de Alicia fue contado una tarde de verano en la que el sol quemaba tanto que tuvimos que desembarcar en un prado, abandonando el bote para buscar refugio en el único pedacito de sombra que fue posible encontrar, al pie de una parva recién hecha. Aquí surgió de nosotras tres el antiguo pedido ‘Cuéntenos un cuento’, y así empezó la encantadora historia. A veces, para fastidiarnos –y quizá porque estaba realmente cansado-, el Sr. Dogson se interrumpía diciendo: ‘Y esto es todo hasta la próxima vez’. ‘¡Ah, pero esta es la próxima vez!’, exclamábamos todas, y tras un poco de persuasión, la historia arrancaba nuevamente.”

Alice le pidió a Carroll que pusiera por escrito aquella historia, así, esa misma noche puso manos a la obra. El escritor le regaló a Alice una versión ilustrada por él mismo.

Según la misma Alice Lidell, A través del espejo surgió también de las historias contadas a las tres niñas en las excursiones al río. Pero en 1932, Alice Raikes –prima lejana de Carroll- dijo que el escritor le dio una naranja y le preguntó la razón por la que la fruta aparecía en el espejo en la mano izquierda cuando en realidad la tenía en la derecha. Contestó: “Si yo estuviera del otro lado del espejo ¿no seguiría estando la naranja en mi mano derecha?”. Carroll comentó: “Bien dicho, Alice. Es la mejor respuesta que me hayan dado.” Este testimonio está en duda porque, al parecer, Carroll y Alice Raikes se conocieron el 24 de junio de 1871, para ese momento el libro ya estaba en manos del editor.

Al inicio de A través del espejo encontramos que mientras la gata Dinah le lava la cara a su gatita blanca, Alicia se entretiene platicando con Kitty, la gatita negra. Alicia se molesta porque la gatita no parece colaborar en los juegos. Así, “Para castigarla, Alicia la sostuvo en brazos ante el Espejo, de modo que pudiera apreciar lo fea que se veía.”

-... y si no eres buena ya mismo –agregó-, te pondré del otro lado, en la Casa del Espejo. ¿Qué te parecería eso?

-Ahora, Kitty, si prestas atención y no hablas demasiado, te contaré todas mis ideas acerca de la Casa del Espejo. En primer lugar, está la habitación que se ve a través del cristal... Es exactamente igual a nuestra sala, sólo que las cosas van en sentido contrario. Puedo verlo todo cuando me subo a una silla... todo, menos el pedacito que está justo detrás de la chimenea. ¡Cuánto me gustaría poder ver ese pedazo! ¡Me gustaría tanto saber si tienen un fuego en invierno! Es imposible decirlo, sabes, a menos que nuestro fuego ahume; entonces aparece humo también en esa sala... pero eso puede ser sólo un simulacro, para hacer creer que tienen fuego. Sus libros se parecen a los nuestros, pero las palabras están al revés. Esto lo sé, porque puse uno de nuestros libros frente al espejo, y entonces ellos pusieron uno de los suyos en la otra sala.

-¿Qué te parecería vivir en la Casa del Espejo, Kitty? ¿Te darían leche allí? Quizá la leche del Espejo no es buena para beber... Pero ¡oh, Kitty! ¡Ahora llegamos al vestíbulo! Puedes ver un pedacito del vestíbulo de la Casa del Espejo, si dejas abierta del todo la puerta de nuestra sala: y por lo que se ve, es muy parecido al nuestro, aunque puede ser completamente distinto más allá, sabes. ¡Oh, Kitty, qué lindo sería que pudiéramos pasar a la Casa del Espejo! ¡Estoy segura de que hay cosas hermosas allí! Supongamos que existe una manera de atravesar el espejo, Kitty. Supongamos que el cristal se volvió tenue como la gasa, de manera que podamos pasar a través de él. ¡Si ahora mismo se está convirtiendo en una especie de niebla! Será bastante fácil atravesarlo...

Dijo esto ya encaramada en la repisa de la chimenea, aunque casi no sabía cómo había llegado allí. Y sin duda el cristal estaba empezando a disiparse, como una refulgente niebla plateada.

Un instante después, Alicia lo había atravesado y saltaba ágilmente en la sala del Espejo.



Entonces Alicia pudo resolver la duda que había expresado anteriormente: ¡la chimenea de la Casa del Espejo sí tenía fuego! A continuación se le ocurrió el siguiente pensamiento: “¡Oh, qué divertido va a ser cuando me vean aquí a través del espejo, y no puedan agarrarme!”.

Alicia se dio cuenta de que la parte que ya conocía (la parte visible desde su casa) carecía de interés, pero todas las demás cosas eran fantásticas. Un ejemplo: desde su casa sólo era posible observar la parte trasera del reloj de la chimenea, ahora podía ver que la parte del frente tenía la cara de un viejecito sonriente.

En la Casa del Espejo había piezas de ajedrez en el suelo, estaban vivas y se paseaban y platicaban entre ellas. Alicia se arrodilló para observarlas, reconoció a la Reina Roja, al Rey Rojo, a la Reina Blanca, al Rey Blanco y a dos torres. En una mesa uno de los Peones blancos comenzó a chillar, lo que hizo exclamar a la Reina Blanca: “¡Es la voz de mi hija! ¡Mi Lily preciosa! ¡Mi gatita imperial!”.

“Alicia estaba muy ansiosa por mostrarse útil, y como la pobrecita de Lily gritaba casi al borde de un ataque, rápidamente tomó a la Reina y la puso sobre la mesa, al lado de su ruidosa hijita.”

Acto seguido tomó al Rey Blanco y lo llevó también a la mesa.


Alicia, en esos momentos, es invisible para las piezas de ajedrez. Ella puede ver las piezas, pero éstas no pueden verla a ella. Pero una vez que entre al juego se convertirá en una pieza más y entonces resultará visible (y tendrá prácticamente el mismo tamaño que las otras piezas).

“Así que Alicia lo tomó con delicadeza y lo elevó más lentamente que a la Reina, para no quitarle el aliento; pero tan cubierto de ceniza estaba el Rey que, antes de ponerlo sobre la mesa, Alicia pensó que convenía limpiarlo un poco.

Contó después que nunca en su vida había visto una cara como la que puso el Rey cuando se vio sostenido y desempolvado en el aire por una mano invisible: estaba demasiado atónito para gritar, pero sus ojos y su boca se volvieron más y más grandes, y más y más redondos, hasta que la mano de Alicia se sacudió tanto a causa de la risa, que casi lo dejó caer al suelo.”

Las piezas tampoco podían escuchar a la niña, pero ella exclamó al tiempo que alisaba el pelo del Rey: “¡Oh, por favor, no hagas esas muecas, querido! ¡Me haces reír tanto, que apenas puedo sostenerte! ¡Y no abras tanto la boca! ¡Se te llenará de ceniza...! ¡Aunque creo que ya estás bastante limpio!”

Como al principio el Rey permaneció recostado, Alicia pensó en echarle agua para reanimarlo. Sólo encontró un frasco de tinta, así que lo tomó. Pero el Rey ya se había recuperado para cuando la niña llegó.

El Rey dijo:

-¡Te lo aseguro, querida, se me helaron hasta las mismas puntas de las patillas!
A lo que la Reina replicó:

-Nunca tuviste patillas.

-El horror de este momento –continuó el Rey-, nunca, nunca lo olvidaré!

-Lo olvidarás si no lo anotas –dijo la Reina.

Alicia observó con gran interés cómo el Rey sacaba del bolsillo una enorme libreta de apuntes y empezaba a escribir en ella. Una súbita idea la asaltó, y tomando el extremo del lápiz, que sobresalía por encima del hombro del Rey, se puso a escribir por él.

El pobre Rey, aturdido y desdichado, luchó un rato con el lápiz sin pronunciar palabra; pero Alicia era demasiado fuerte para él, que finalmente jadeó:

-¡Querida! Realmente debo conseguir un lápiz más delgado. A éste no lo puedo manejar: escribe toda clase de cosas que yo no tengo intención...

-¿Qué clase de cosas? –preguntó la Reina, mirando la libreta (en la que Alicia había escrito “El Caballero Blanco se desliza por el atizador. Se conserva muy mal en equilibrio”)-. ¡Esto no es un memorándum de tus sentimientos!


Stilman anota sobre esta última experiencia del Rey:

“El fenómeno de la escritura automática era bien conocido por Dogson. Entre 1850 y 1900 se registró gran interés popular en estos actos involuntarios, o casi involuntarios, cuya inspiración atribuían algunos –no él- a fuerzas externas o sobrenaturales. No mucho tiempo después de la muerte del escritor, llegaron Dada, el surrealismo, las teorías del inconsciente y James Joyce, y algunas muestras de esta especie de escritura pasaron a formar parte de la literatura.”


DE TELEPATÍA, MESAS PARLANTES Y TRANCES

A continuación revisaremos tres de las experiencias de Alicia. Dos de las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas y una de A través del espejo. Hasta el final veremos su relación con la parapsicología.


1. CAYENDO POR LA CONEJERA

Al inicio de las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, la protagonista ve pasar un Conejo Blanco que exclama “¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! ¡Llegaré demasiado tarde!”. Hasta ese momento Alicia, quien estaba sentada junto a su hermana a la orilla del río, se había sentido aburrida porque nada tenía que hacer.
¿Valdrá la pena levantarse para recoger flores y tejer una corona de margaritas?, se preguntaba la pequeña Alicia.

“Pero cuando el Conejo realmente sacó un reloj del bolsillo de su chaleco, miró la hora y apuró la carrera, Alicia se levantó de un salto, porque comprendió de pronto que nunca había visto un conejo con chaleco, ni con un reloj para sacar del bolsillo del chaleco; y ardiendo de curiosidad, corrió tras él a través del campo, justo a tiempo para verlo desaparecer en una gran conejera bajo el cerco.”


Alicia entra en la conejera y de pronto se encuentra cayendo en un pozo, pero “O el pozo era muy profundo o ella caía muy lentamente, porque mientras descendía le sobraba tiempo para mirar alrededor y preguntarse qué iría a pasar a continuación.”
Pero “de pronto ¡paf! ¡paf! Fue a dar sobre un montón de tallos y hojas secas, y la caída terminó.”
Alicia llegó a una sala con lámparas que colgaban del techo.

“En todas las paredes de la sala había puertas, pero todas estaban cerradas con llave. Después de haber ido de un lado a otro probándolas una por una, Alicia se encaminó tristemente hacia el centro de la sala, preguntándose cómo se las arreglaría para salir.

De pronto se encontró ante una mesita de tres patas, toda hecha de cristal macizo: sobre ésta no había otra cosa que una minúscula llave de oro. Lo primero que Alicia pensó fue que la llave correspondería a una de las puertas. Pero ¡ay!, o las cerraduras eran demasiado grandes o la llave demasiado chica: lo cierto es que no pudo abrir ninguna de las puertas. Sin embargo, en una segunda recorrida, Alicia descubrió una cortina baja que no había notado antes, y tras ella una puertecita de unos cuarenta centímetros de altura. Probó la llavecita de oro en la cerradura: ¡para su gran alegría encajó!”


Vayamos a la segunda experiencia, también de Aventuras de Alicia.


2. CONSEJO DE UNA ORUGA

Veamos el encuentro de Alicia con la Oruga Azul, éste aparece en el capítulo cinco de Aventuras de Alicia. Para entender el diálogo recordemos que Alicia, desde el inicio de sus aventuras, cambia de tamaño en varias ocasiones; para cuando se da el encuentro, la niña es muy pequeña y desea recuperar su tamaño normal.

Alicia llega a un jardín en el que hay un hongo casi de su mismo tamaño, después de examinarlo por debajo, por los lados y por detrás, decide mirar qué había encima de él. Se para de puntas y observa que hay una enorme oruga azul con los brazos cruzados que fuma plácidamente un narguile.


La Oruga y Alicia se miraron un rato en silencio. Por último, la Oruga se sacó la boquilla de la boca y se dirigió a Alicia con voz lánguida, somnolienta.

-¿Quién eres tú? –dijo la Oruga.

Este no era el comienzo alentador para una conversación. Alicia contestó, con cierto recelo:

-Yo... yo casi no lo sé, señor, en este momento... Por lo menos sé quién era cuando me levanté esta mañana, pero me parece que debo haber cambiado varias veces desde entonces.

-¿Qué quieres decir con eso? –dijo severamente la Oruga-. ¡Explícate!

-Temo, señor, que no puedo explicarme –dijo Alicia-, porque yo no soy yo misma, como usted ve.

-No veo –dijo la Oruga.

-Temo que no puedo expresarlo más claramente –replicó muy cortésmente Alicia, porque, para empezar, yo misma no lo entiendo. Y ser de tantos tamaños diferentes en un solo día es muy desconcertante.

-No lo es –dijo la Oruga.

-Bueno, quizá usted no se ha visto en esa situación todavía –dijo Alicia; pero cuando tenga que transformarse en crisálida (lo hará algún día, como sabe), y después de eso en mariposa, supongo que se sentirá un poco extraño, ¿no?

-Ni medio –dijo la Oruga.

-Bueno, quizá sus sentimientos son diferentes –dijo Alicia-, todo lo que yo sé es que me resultaría extraño a .

-¡Tú! –dijo desdeñosamente la Oruga-. ¿Quién eres tú?

Los cual los llevó otra vez al comienzo de la conversación. Alicia se sentía un poco irritada por las muy cortantes observaciones de la Oruga. Irguiéndose cuan alta era, le dijo muy gravemente:

-Me parece que debería decirme quién es usted, primero.

-¿Por qué? –dijo la Oruga.

Aquí había otra pregunta molesta; y como a ella no se le ocurrió ninguna buena razón, y la Oruga parecía estar de muy mal humor, Alicia le dio la espalada para irse.

-¡Vuelve! –llamó la Oruga tras ella-. ¡Tengo algo importante que decirte!

Esto sonaba verdaderamente prometedor. Alicia dio la vuelta y regresó.

-Conserva la calma –dijo la Oruga.

-¿Eso es todo? –preguntó Alicia, reprimiendo su cólera lo mejor que pudo.

-No –dijo la Oruga.

Alicia pensó que bien podía esperar, ya que no tenía otra cosa que hacer, y que quizá, después de todo, la Oruga le diría algo que valiera la pena escuchar. Durante unos minutos, la Oruga exhaló bocanadas de humo sin hablar, pero al fin descruzó los brazos, se quitó otra vez la boquilla de la boca, y dijo:

-¿De modo que crees haber cambiado?

-Temo que sí, señor –dijo Alicia-: no puedo recordar las cosas como antes... y no conservo el mismo tamaño diez minutos seguidos.


A continuación la Oruga pone a prueba la memoria de la niña. Posteriormente regresan a la cuestión del tamaño.

La Oruga fue la primera en hablar.

-¿Qué altura quieres tener? –preguntó.

-¡Oh, no soy muy exigente en materia de altura! –contestó rápidamente Alicia-. Sólo que a una no le gusta estar cambiando tan a menudo, sabe.

-No sé –dijo la Oruga.

Alicia no dijo nada; nunca en su vida la habían contrariado tanto, y estaba perdiendo la calma.
-¿Ahora estás satisfecha? –dijo la Oruga.

-Bueno, me gustaría ser un poco más alta, señor, si usted no tiene inconveniente –dijo Alicia-: ¡ocho centímetros es una altura miserable!

-¡Por cierto que es una muy buena altura! –dijo furiosa la Oruga, elevándose todo lo posible mientras hablaba (medía exactamente ocho centímetros).

-¡Pero yo no estoy acostumbrada! –alegó lastimeramente la pobre Alicia. Y pensó: “¡Me gustaría que los animales no se ofendieran con tanta facilidad!”.

-Te acostumbrarás con el tiempo –dijo la Oruga; se llevó la boquilla a la boca y de nuevo comenzó a fumar.

Esta vez Alicia esperó pacientemente que la Oruga decidiera volver a hablar. Al cabo de un par de minutos, la Oruga se quitó la boquilla de la boca, bostezó una o dos veces y se desperezó. Luego bajó del hongo y se deslizó sobre la hierba, diciendo tan solo, mientras se iba:
-Un lado te hará más alta, y el otro lado te hará más baja.

“¿Un lado de qué? ¿El otro lado de qué?”, pensó Alicia.

-Del hongo –dijo la oruga, como si se lo hubiera preguntado en voz alta; y en un instante se perdió de vista.

Alicia permaneció un ratito mirando pensativamente al hongo, e intentando discernir cuáles eran sus dos lados; como era perfectamente redondo, encontraba esta cuestión muy difícil. Sin embargo, al fin extendió los brazos alrededor del hongo tanto como pudo, y arrancó un pedacito de borde con cada mano.



Alicia, al comer del hongo, sufre varios cambios antes de recuperar su tamaño normal: primero su cabeza y sus pies quedan muy cerca, después su cuello se alarga y una paloma la confunde con una serpiente.



3. LOS INSECTOS DEL ESPEJO

Ahora veamos la última experiencia. Ésta se encuentra en el capítulo tres de A través del espejo. Una vez que ha pasado al mundo del otro lado del espejo, Alicia hace un viaje en tren.


-¡Boletos, por favor! –dijo el Guarda, asomando la cabeza por la ventanilla. En un instante todos los pasajeros estaban exhibiendo sus boletos, que eran casi tan grandes como una persona y parecían llenar el vagón.

-¡Vamos! ¡Muéstrame tu boleto, niña! –siguió el Guarda, mirando enojado a Alicia. Y una gran cantidad de voces dijo al unísono (“Como el coro de una canción”, pensó ella):

-¡No lo hagas esperar, niña! ¡Su tiempo vale mil libras el minuto!

-Temo que no tengo boleto –dijo Alicia, en tono alarmado. No había boletería en el lugar del que vengo.

El coro de voces volvió a intervenir:

-¡No había espacio para una boletería en el lugar del que viene! ¡La tierra vale allá mil libras el centímetro!

-No busques más excusas –dijo el Guarda-. Deberías haberle comprado uno al maquinista.

Y una vez más el coro de voces siguió con:

-El hombre que conduce la máquina. ¡Sólo el humo vale mil libras la bocanada!

Alicia pensó: “Entonces es inútil hablar”. Las voces no se unieron esta vez, puesto que ella no había hablado, pero para su gran sorpresa, todos pensaron a coro (espero que ustedes sepan qué significa pensar a coro... porque yo debo confesar que no lo sé): “Mejor no decir nada. ¡El lenguaje vale mil libras las palabra!”

“Estoy segura de que esta noche voy a soñar con mil libras!”, pensó Alicia.



PARAPSICOLOGÍA

Stilman, a partir de la mención de la mesita de tres patas en la que Alicia encuentra la pequeña llave de oro (después de entrar a la conejera y caer por el pozo; algo que vimos más arriba), trae a colación el asunto de las mesas parlantes. En la nota también se refiere al encuentro de Alicia con la oruga y su viaje en tren en el mundo del otro lado del espejo (por ello incluí esos episodios):


Acaso una mesa de tres patas, parlante o giratoria, como las utilizadas en las sesiones espiritistas en boga en aquellos tiempos. Dogson mostró gran interés en los fenómenos llamados “sobrenaturales” u “ocultos”, y fue miembro fundador y socio plenario de la Society for Psychical Research. En la subasta de pertenencias personales que siguió a su muerte, se vendieron dieciocho tomos de las Actas y Revistas de la SPR y muchos libros sobre la materia.
“Estoy más y más convencido de que los trucos no son explicación suficiente de todos los fenómenos de golpeteo de mesas, lectura de pensamientos, etc. Pero por el momento no encuentro necesidad de creer que espíritus desencarnados tengan algo que ver con esto... Todo parece señalar la existencia de una fuerza natural, relacionada con la electricidad y el sistema nervioso, por medio del cual un cerebro puede actuar sobre otro cerebro. Creo que está cercano el día en que esta fuerza será clasificada entre las otras fuerzas naturales conocidas, y sus leyes esquematizadas, y en la que los científicos escépticos, que siempre cierran los ojos hasta el último momento a cualquier evidencia que apunte más allá del materialismo, tendrán que aceptar esto como un hecho natural probado”, escribió a James Langton el 4 de diciembre de 1882.

Tuvo experiencias personales de transmisión o lectura de pensamientos. El 6 de septiembre de 1891 anotó en el Diario: “Durante el servicio vespertino ocurrió algo muy curioso, sugestivo de ‘telepatía’. Antes de anunciar el 2° himno, el párroco pronunció unas palabras. Mientras él hablaba, yo tomé mi libro de himnos, me dije (no tengo la menor idea de por qué) ‘Va a ser el himno 416’, y lo busqué. No era uno que yo recordara haber escuchado nunca, y leyéndolo me dije ‘es muy prosaico: es muy improbable que sea éste”. Y resultó realmente asombroso, al instante siguiente, escuchar que el párroco anunciaba: “¡Himno 416!’.”

Fenómenos sospechosos de “anormalidad” se repiten en los Libros de Alicia (sus característicos ataques de somnolencia, similares a estados de trance; la lectura de su pensamiento a cargo de la Oruga, el “pensar a coro” de los pasajeros de ferrocarril). Ateniéndose a lo contado por Lewis Carroll, es indudable que la última estrofa de La Caza del Snark (la primera que se le ocurrió) le “advino” en un momento de trance o inspiración, acaso inducido por el agotamiento. Sylvia y Bruno es declaradamente una concatenación de sueños, visiones inconexas y saltos entre dos mundos; el prólogo de su segunda parte, Sylvia y Bruno Concluido, registra (según pautas características de los investigadores de la SPR) los pasajes de la historia en que los protagonistas viven estados anormales, como “los que encontramos en el ‘Budismo Esotérico’”. Acerca de Sylvia y Bruno, con toda claridad le dijo Carroll a Ruskin: “Este libro no contiene sueños: lo que parecen sueños son trances”.

En sus inicios la parapsicología era conocida como metapsíquica o investigaciones psíquicas. El auge del espiritismo hacia 1852 –tanto en Europa como en América del Norte- fue lo que provocó que se crearan los primeros grupos de investigación. Michael Faraday, por ejemplo, diseñó dispositivos para desenmascarar las llamadas “mesas parlantes” (a las que –como vimos- se refirió Stilman). Así, en Londres se creó en 1867 la Dialectical Society (Sociedad Dialéctica de Londres). En 1882 se creó en Inglaterra la Society for Psychical Research (Sociedad de Investigaciones Psíquicas), fue fundada por William Barret y a ésta se unieron científicos como William Crookes y J. J. Thompson. Pocos meses después la sociedad comenzó a publicar los Proceedings of the S.P.R. y años después el Journal of the S.P.R. Varios supuestos mediums (hoy se les llama canalizadores) fueron investigados. En 1904 surgió la American Society for Psychical Research (Sociedad Americana de Investigaciones Psíquicas), antes de ese año ésta era una sucursal de la S.P.R.