martes, 4 de diciembre de 2012

Fantasías ufológicas de ayer y hoy presentan...

UN MISTERIO ASTROARQUELÓGICO RESUELTO
Dañel Muñiz
(Experto en todos los aspectos del misterio, lo insólito y lo paranormal, nadita de nada se me escapa)

En mi artículo anterior me referí al misterio del astronauta de Palenque: ¿Contactaron los mayas con los habitantes del planeta UMMO? En dicho artículo expuse la hipótesis planteada por el exotecnólogo Max Hofbauer (hipótesis que echa por tierra lo expuesto por el debunker Luis Ruiz Noguez, ver aquí y aquí).

Hofbauer descubrió -más allá de cualquier duda- que el autor de la lápida de Palenque representó un platillo volador ummita, es decir, una OAWOLEA UEWA OEMM. Juzgue el lector por sí mismo: 



El descubrimiento del gran exotecnólogo hizo que la ciencia astroarqueológica se planteara las siguientes preguntas: ¿Por qué los ummitas dijeron en algunos de sus documentos que habían llegado a la Tierra en 1950?, ¿por qué los ummitas no hablaron de su contacto con los mayas?, podrían haberle informado a Fernando Sesma o a cualquier otro de sus corresponsales. ¿Qué dirá sobre esto Jordán Peña?, ¿se adjudicará también la lápida de Palenque?

Pues bien, ahora estoy en condiciones de resolver por completo el misterioso caso del misterioso grabado del misterioso astronauta de Palenque.

Llamo a mi genial teoría "genial teoría Las Heras-Hofbauer-Muñiz", y es así como debe ser llamada de ahora en adelante en los círculos ufológicos serios. Paso ahora a explicarla.

En el número 53 de la desaparecida revista especializada Contactos Extraterrestres (correspondiente a enero de 1979), apareció el artículo "¿Era terrestre el astronauta de Palenque?". En el mencionado texto, el investigador Antonio Las Heras reconocía que el grabado de Palenque "parece respresentar solamente una cápsula Mercury monoplaza de las que utilizaron los Estados Unidos en sus primeros vuelos espaciales..."


Las Heras notaba el siguiente problema:

"con semejante cápsula ordinaria y primitiva es imposible viajar por el espacio cósmico. A lo sumo se puede, tal y como lo hicieron John Glenn y Scott Carpenter, entrar en una órbita baja (de menos de 300 kilómetros de altura) y dar unas cuantas vueltas al planeta para luego regresar.

"El grabado de Palenque tiene una semejanza total con las cápsulas Mercury. Podemos notar que el astronauta va incómodamente comprimido, al igual que nuestros primeros astronautas. Ya en las cápsulas Apolo que hicieron los viajes a la Luna los astronautas tenían más espacio para poderse mover. Si no hubiese sido así, el pasar varios días en una misma posición los dejaría temporalmente inválidos, impidiéndoles moverse con facilidad cuando tuviesen que salir de la cápsula.

"Entonces la lápida de Palenque representa una cápsula rudimentaria con la que no se podría viajar de uno a otro planeta."


Por otro lado, Las Heras afirmaba que "hasta hoy nadie ha podido demostrar ni lejanamente que nuestros antecesores estuviesen en contacto con otras inteligencias. Mucho menos al grado de poder visitar el interior de sus naves para representarlas con la exactitud que tuvo el escultor de Palenque. La lápida muestra el corte transversal de una cápsula en la que el astronauta manipula los controles... y el grabador sabía bien lo que estaba representando."

Las Heras examina la hipótesis de "las otras humanidades". Según esta hipótesis "En tiempos muy remotos hubo hombres, seres terrestres, que alcanzaron un gran desarrollo técnico y científico. Esta cultura viajó al espacio tal y como lo hacemos ahora nosotros, y desapareció siguiendo los ciclos universales del nacer, el morir, el transformarse. Ella fue entonces el germen de nuevas civilizaciones en todo el mundo." Explica el investigador que la hipotética civilización que logró el viaje al espacio desapareció violentamente, pero sobrevivió su recuerdo en leyendas y tradiciones orales. El autor del grabado de Palenque lo que hizo fue plasmar esa "leyenda".

Ahora sabemos -gracias a Hofbauer- que la hipótesis de las otras humanidades está equivocada. Debemos tener en mente que el grabado en realidad muestra un platillo UMMITA. Equivocadamente pensé que el descubrimiento de Hofbauer demostraba el contacto entre mayas y ummitas. Pero si no hubo tal contacto, ¿cómo es que la lápida de Palenque muestra una  OAWOLEA UEWA OEMM?

Lo extraordinario del artículo de Las Heras es que también expone la "hipótesis parapsicológica", la cual me llevó finalmente a resolver el misterioso caso del misterioso grabado del misterioso astronauta de Palenque.

Explica Las Heras: "Los parapsicólogos sabemos que exisite un estado especial de la mente y el espíritu denominado paragnosia, palabra que significa conocimiento paranormal."

Las Heras explica que los creadores en ocasiones entran en un estado especial en el que están por completo concentrados en sus obras. Se entregan a lo suyo y nada más. "Es como una angustia interior, una desesperación que lo impele a uno a hacer cierta cosa en particular. En tales condiciones, absorto en su tarea, su respiración se torna más lenta, la sangre fluye abundantemente al cerebro y el creador se siente más lúcido, como si hubiese penetrado en otra dimensión, en otro mundo."

En tal estado el creador su transforma en un dotado. "Es decir, puede producir fenómenos paranormales que desafían las leyes naturales." Y uno de estos fenómenos es la precognición. Así, el creador-dotado puede conocer hechos del futuro. Las Heras anota: "Entonces, el creador de la lápida de Palenque pudo haber desafiado la barrera del tiempo y grabar un hecho que habría de ocurrir muchos siglos después: el vuelo de un astronauta en su cápsula monoplaza... o que ya había sucedido en el pasado durante el florecimiento de otra humanidad, a través de la retrocognición."

En estado de paragnosia pueden suceder fenómenos paranormales como la levitación, la telepatía, la psicoquinesis "y conocer hechos sucedidos en otro tiempo, aunque sea de forma vaga."


El investigador concluye su artículo con las siguinetes palabras: "La lápida de Palenque no representa a un extraterrestre, pero sí a un astronauta vagamente imaginado. Imaginado por un escultor que supo sobre astronáutica ya fuese por leyendas o por paragnosia, pero que, paradójicamente, jamás vio un cohete. De allí la similitud de la figura con la cultura maya y la presencia de algunas geometrías absurdas. Se trata de un grabado basado en un hecho y recreado por la imaginación. Y el entorno cultural del creador. Un hecho que el escultor nunca vivió... fuera de su mente, claro."

Lo de la retrocognición tenía sentido antes de la "hipótesis Hofbauer", hoy podemos descartarla por completo.

La "genial hipótesis Las Heras-Hofbauer-Muñiz" (mi apellido queda al final no por ser el menos importante, todo lo contrario, queda al final pues soy yo el investigador que resuelve este clásico de la astroarqueología) es la siguiente:

La lápida de Palenque muestra una nave ummita no porque los Ummitas hubieran contactado con los mayas, sino porque el autor del grabado, mediante paragnosia, vio la llegada de los ummitas en 1950.

Así, nuestros nombres (Antonio Las Heras, Max Hofbauer y Dañel Muñiz) un día estarán en los libros de historia. Nos corresponde el honor de haber resuelto por completo el misterioso caso del misterioso grabado del misterioso astronauta de Palenque.

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