Para entender cabalmente las Sizigias es importante investigar, entre otras cosas, la forma en que entraron a la Nueva España, primero, la Filosofía Natural, la
astronomía, la física aristotélica y, posteriormente, el modelo heliocéntrico,
la física newtoniana y la revolución copernicana.
En 1540 fray Alonso de la Veracruz comenzó a impartir Cursos de Artes
en el Colegio de Estudios Mayores del convento de Tripetío, Michoacán. En esos
cursos se explicaba el Trivium y el Cuadrivium. El Cuadrivium comprendía la
Aritmética, la Geometría, Astronomía y la Música. Fray Alonso enseñaba la
física aristotélica, su Physica Speculatio
(de 1557) se usaba en la Real Universidad de México. Fray Alonso también usó
textos que explicaban el Almagesto de
Tolomeo.
En 1578 los jesuitas del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de la
Ciudad de México, pidieron licencia especial al virrey para imprimir libros
europeos que necesitaban en sus cursos. Entre esos libros estaba la Cosmographia de Francesco Maurolico,
obra de astronomía geocéntrica impresa en París en 1540.
En 1600 llegó a la Nueva España un ejemplar de la obra de Nicolás
Copérnico: De
Revolutionibus Orbium Coelestium.
La cátedra de Astronomía y Matemáticas en la Real y Pontificia
Universidad de México se abrió en 1637 a petición de los estudiantes de la
Facultad de Medicina (para poder calcular los días “propicios” para realizar
diagnósticos). Durante más de 30 años fue impartida por fray Diego Rodríguez.
Se enseñaban los conceptos básicos del geocentrismo.
Para mediados del siglo XVII ya circulaban en la capital de la Neuva
España textos de Copernico, Kepler y Galileo.
En 1652 fray Diego Rodríguez señaló en su Discurso acerca de los cometas: “(…) Saturno, Júpiter, Marte, Venus
y Mercurio (…) se mueven alrededor del Sol concéntricamente con sus movimientos
medios (…)”. Señaló también que la Luna era áspera e irregular y que tenía
montes, valles y lagunas.
También es importante revisar la obra astronómica de Carlos Sigüenza y Góngora, ya que se ubica en el momento en que se produce el cambio
del geocentrismo al heliocentrismo. Parece que Carlos Sigüenza y Góngora no
apoyaba el heliocentrismo (es lo que se desprende al revisar las notas que
añadió a los textos que usó tanto para enseñar como para trabajar en su propia
obra). Marco Arturo Moreno Corral (quien ha investigado la historia de la astronomía y la física en nuestro país) dice que “Durante el siglo XVII la astronomía
geocéntrica se afianzó en nuestra cultura, aunque también se ha encontrado que
llegó la principal obra de Copérnico y las de algunos de sus sucesores. Aunque
hubo personajes de transición como (Diego) Rodríguez, y Sigüenza y Góngora, que
seguramente conocieron el heliocentrismo, éste no fue aceptado. Habría de ser hasta
la mitad del siglo XVIII, cuando en algunos colegios mexicanos comenzó la
enseñanza pública del paradigma copernicano.”
Documentar todo lo anterior es importante para entender la historia de Fray Manuel Antonio de Rivas, quien estaba bien informado acerca de las
controversias entre Newton y Descartes (tan bien informado que el protagonista
de su cuento es capaz de tomar partido).
¿Cómo entraron a la Nueva Españala Filosofía Natural, la astronomía y
la física aristotélica? ¿Cómo entraron el modelo heliocéntrico, la física newtoniana
y la revolución copernicana? ¿Qué noticias, acerca de las controversias en
Filosofía Natural, llegaban a la Colonia?, ¿qué discusiones se originaban?
¿Cómo llegaron a la Nueva España las disputas entre cartesianos y newtonianos?
Espero pronto poner manos a la obra.
Algunos textos a consultar:
de Gortari, Eli. “La ciencia en la historia de México”. Tratados y
manualidades Grijalbo. México. 1980.
Escalante Gonzalbo, Pablo. “Nueva Historia Mínima de México Ilustrada”.
Colegio de México. México. 2008.
Galindo, Jesús. “Breve historia de la astronomía en México”. Dirección
General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. México. 2007.
García Icazbalzeta, Joaquín. “Bibliografía Mexicana del Siglo XVI”.
FCE. México. 1981.
Garnier, Juan Mario. “El arte de navegar en la Nueva España”.
Novohispanía. México. 2010.
Moreno Corral, Marco Antonio. “El arribo de la ciencia a la Nueva
España”. Ciencia y Desarrollo. Vol. XIX. No. 112. Sep/Oct. México. 1993.
Moreno Corral, Marco Antonio. “La astronomía en el México del siglo
XVI”. Revista Ciencias. Vol. 54. Abril/junio. México. 1999.
Moreno Corral, Marco Antonio. “La physicaspeculatio, primer libro de
física escrito y publicado en el continente americano”. Revista Mexicana de
Física. E 50 (1). México. 2004.
Moreno Corral, Marco Arturo. “”Historia de la Astronomía en México”.
Colección La ciencia desde México. SEP/FCE. México. 1986.
Moreno, Roberto. “Ensayos de la historia de la ciencia y la tecnología
en México”. UNAM. México. 1986.
Saldaña, Juan José. “Introducción a la teoría de la historia de la
ciencia”. UNAM. México. 1989.
Saravia, Atanasio. “Obras I. Apuntes para la historia de la Nueva
Vizcaya”. UNAM. México. 1992.
Trabulse, Elías. “Arte y Ciencia en la Historia de México”. Fomento
Cultural Banamex. México. 1995.
Trabulse, Elías. “El círculo roto. Estudios sobre la ciencia en México”.
SEP/FCE. México. 1982.
Trabulse, Elías. “Historia de la Ciencia en México (versión
abreviada)”. Conacyt/FCE. México. 1997.
Trabulse, Elías. “La ciencia perdida”. Fondo de Cultura Económica.
México. 1985.
Varios autores. “Historia de la ciencia en México. Estudios y Textos.
Siglo XVI”. Conacyt/FCE. México. 1985.
Varios autores. “Historia de la ciencia en México. Estudios y Textos.
Siglo XVIII”. Conacyt/FCE. México. 1985.
Varios autores. “Legado astronómico”. UNAM. México. 2011.
Interesante saber que el heliocentrismo se conocía aquí. Yo pensaba que la teoría nos había llegado hasta el siglo XIX.
ResponderEliminarHola, agregué una lista con referencias bibliográficas, algunos datos que he encontrado son los siguientes:
ResponderEliminarFrancisco Javier Clavijero (1731-1787) escribió "De las dificultades para aceptar la tesis heliocentrista". En ese texto daba cuatro razones para no aceptar la teoría copernicana, después de exponerlos, agregaba: "El sistema copernicano no puede admitirse ni siquiera como hipótesis..."
Juan Benito Díaz de Gamarra (1745-1783) escribió el texto "Valoración de los sistemas del mundo". A diferencia de Francisco Javier Clavijero, Díaz de Gamarra escribió "Digo: el sistema de Copérnico, como mera hipótesis para explicar los movimientos y fenómenos de los astros parece mucho más apto que el pstolemaico y ticónico". A continuación expone las ventajas del sistema copernicano y a quienes se oponen a éste debido a que parece contradecir las Sagradas Escrituras, les dice que "no hay que entenderlas en su sentido literal, físico, propio y absoluto, sino solamente en el sentido popular, óptico, impropio, y según las apariencias."
Fermín de Reygadas (1754-?) Escribió "Idea astronómica". El sistema Copernicano Censurado". Él expuso y criticó el sistema de Tolomeo, el de Copérnico, el de Renato Descartes, el de Ticho Brahe y el "sistema magno" de Bernardo Fontenelle ("hijo monstruoso del copernicano, y dirigido a establecer la pluralidad de mundos"). El sistema "menos conforme a la verdad", según este autor, es el copernicano. Así, cita varios pasajes de la Biblia que contradicen el sistema de Copernico. El autor mezcla argumentos teológicos y físicos para refutar el modelo heliocéntrico.
Lucas Alamán (1792-1853) en 1812 escribió en contra de la obra de Fermín de Reygadas, creo que con eso terminó la polémica y el modelo ptolemaico perdió.
Saludos.