Entre los maestros de filosofía más destacados del siglo XVI estuvo fray Alonso de la Veracruz (1507-1584), de origen español. En 1540 comenzó a impartir Cursos de Artes en el Colegio de Estudios Mayores del convento de Tiripetío, Michoacán. Enseñaba las artes liberales: el Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el Cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). También enseñó en los conventos de Tacámbaro y Atotonilco, además de en la Universidad. En ésta tuvo una cátedra de Sagrada Escritura y una de Santo Tomás.
Fray Alonso de la Vera Cruz cuando impartía sus cursos en el Convento de Tripetío. Pintura anónima que se conserva en la iglesia de San Agustín en Morelia
La mayor parte de su obra teológica se perdió. Tres de sus libros formaban un curso completo de artes: Recognitio Summularum, Dialectica resolutio (ambas de 1554) y Physica speculatio (1557). Las tres obras se publicaron también en Salamanca, en 1562, 1569 y 1573, y fueron escritas con el propósito de ser usadas en cursos universitarios. Las dos primeras están dedicadas a la lógica, la última a la física, la astronomía, la biología, la meteorología y la psicología, en ésta, Fray Alonso comenta la obra aristotélica. Así, la Physica es la primera obra de física escrita y publicada en América.
En la última obra mencionada, Fray Alonso analizó varios textos de Aristóteles, entre ellos el De generatione et corruptione y el De Caelo. Así fue como presentó a sus alumnos el modelo geocéntrico del mundo (y las esferas cristalinas en las que supuestamente estaban incrustados los cuerpos celestes como la luna, el Sol y los planetas conocidos) junto a especulaciones como si los cuerpos simples tienen movimientos simples, si los cuerpos simples son de forma esférica, sobre si toda la Tierra es habitable, etc. En la edición mexicana de su obra de física, agregó como apéndice el Tractatus De Sphera de Giovanni Campano de Novara, texto del siglo XIII que presenta la teoría geocéntrica, la heliocéntrica (los argumentos a favor y en contra) y la teoría geo-heliocéntrica. Evidentemente Campano no pudo referirse ni a Copernico ni a Tycho Brahe, posiblemente, en cuanto al modelo heliocéntirco, se refirió al del astrónomo griego del siglo II antes de nuestra era Aristarco de Samos (c. 310-230 a.C.).
Nuestro personaje no fue un innovador en cuanto a la física, ya que se apegó a la ortodoxia, sin embargo presentó los otros sistemas del mundo, de forma que Marco Arturo Moreno Corral dice (en la edición fascimilar que en el año 2012 publico la UNAM de la Physica, con un estudio histórico y filosófico de Mauricio Beuchot y una introducción científica de Moreno Corral) que “desde la implantación misma del geocentrismo en nuestro país, se habló de los modelos heliocéntrico y geo-heliocéntrico.”
En general, y a decir de Gallegos Rocafull, la obra de fray Alonso de la Veracruz se ocupa de las siguientes cuestiones: ¿Cómo se piensa bien? ¿Qué relación hay entre el pensar y el ser? ¿Qué es la naturaleza? ¿Qué es el alma?
Después de un viaje que realizó a España regresó con globos terrestres y celestes, astrolabios, sextantes, ballestas y relojes. Por ello, Moreno Corral afirma que eso “muy probablemente lo convierte en el primer introductor a nuestro país de un conjunto importante de aparatos científicos de medición o instrumentos matemáticos, que era entonces como se les llamaba, destinados para el uso de los académicos mexicanos, los cuales seguramente fueron utilizados para realizar mediciones astronómicas más exactas.”
Quienes han estudiado la obra de fray Alonso de la Veracruz afirman que puede ser considerado como uno de los iniciadores de la ciencia mexicana, ya que apreciaba el saber empírico.
¿Cómo puede valorarse la Physica Speculatio? Moreno Corral dice: “En la actualidad se puede cuestionar fácilmente el contenido científico de ese texto, incluso hay quien afirma que no es un tratado de ciencia, sin embargo, antes de criticarlo deben tomarse en cuenta algunos hechos. Primeramente hay que recordar que en aquel tiempo, la ciencia que se enseñaba en todas las universidades europeas, era precisamente la aristotélica. Ello no era casual, sino que obedecía a que hasta entonces, el único cuerpo sistematizado de conocimientos sobre la naturaleza disponible en el mundo occidental, era el que se originó con los trabajos de Aristóteles. También debe recordarse que cuando Alonso de la Vera Cruz publicó esa obra, salvo Nicolás Copérnico (1473-1543), los principales artífices de la ciencia moderna, aún no nacían o estaban en proceso de formación. Faltaban cuarenta y nueve años para que Galileo (1564-1642) ocupara la cátedra de Matemáticas en la Universidad de Padua; entre cincuenta y sesenta para que Kepler (1571-1630) encontrara las leyes del movimiento planetario y más de cien para que Newton (1643-1727) sintetizara magistralmente la nueva física, así que para juzgar adecuadamente el valor científico que tuvo la Physica Speculatio, hay que tomar en cuenta el estado de la ciencia en aquella época.
Aquí todos mis textos sobre la física y la astronomía en la Nueva España.
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