Como dice el mismo Chavarría, los “contactados” sólo
presentan mensajes pueriles como “salven a las ballenas”, “fumar produce
cáncer” o “tengan cuidado con la energía nuclear”. He aquí un ejemplo (veremos
varios en esta serie): los “guardianes del universo”, extraterrestres con los
que la señora Sara Otero dice estar en contacto, se muestran muy preocupados
por nuestra dieta, así, la señora imagina que unos seres viajaron quién sabe
cuántos años luz (o atravesaron la dimensión descosida) para decirnos
que ¡debemos ser vegetarianos!
Carl Sagan, en El mundo y sus demonios escribió al
respecto:
De vez en cuando recibo una carta de alguien que está
en “contacto” con los extraterrestres. Me invitan a “preguntarles algo”. Y así,
a lo largo de los años, he confeccionado una pequeña lista de preguntas. Los
extraterrestres son seres muy avanzados, recordemos. Así pues, pido cosas como:
“Le ruego que me proporcione una pequeña prueba del último teorema de Fermat.”
O de la conjetura Goldbach. Y luego tengo que explicarles qué es, porque no
creo que los extraterrestres le llamen último teorema de Fermat. Así pues,
escribo la simple ecuación con los exponentes. Nunca consigo una respuesta. Por
otro lado, si pregunto algo como: “¿debemos ser buenos?”, casi siempre consigo
respuesta. A estos extraterrestres les encanta contestar cualquier pregunta
vaga, sobre todo si entraña juicios morales. Pero, en cosas específicas donde
cabe la posibilidad de descubrir si realmente saben algo más que la mayoría de
los humanos, la respuesta es el silencio. Quizá pueda deducirse algo de
esta diferente capacidad de responder preguntas.
Más adelante, Sagan pregunta ¿Puede ser que los
extraterrestres sepan sólo lo que saben los que informan de su presencia?
A pie de página añadía: es un ejercicio estimulante
pensar preguntas de las que ningún humano sabe actualmente la respuesta pero
que se podría reconocer inmediatamente de ser correcta. Aún es más desafiante
formular estas preguntas en campos diversos de las matemáticas. No estaría mal
organizar un concurso para recoger las diez mejores respuestas a “Diez
preguntas para plantear a un extraterrestre”.
El apartado finaliza con las siguientes palabras: Y si
uno de los objetivos principales de las visitas de extraterrestres es advertirnos
de los peligros globales, ¿por qué decirlo sólo a algunas personas cuyos
relatos son sospechosos en todo caso? ¿Por qué no ocupar las cadenas de
televisión durante una noche, o aparecer con vívidos audiovisuales admonitorios
ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? Sin duda, no sería tan
difícil para seres que vuelan a través de años luz.
Sin embargo, los creyentes no se muestran de acuerdo con
lo anteriormente expuesto. Los “contactados”, al menos para sus seguidores, sí
han presentado mensajes que superan el actual conocimiento científico.
Dos ejemplos:
Alrededor de la estrella Wolf 424 gira el planeta Ummo.
Sus habitantes llegaron a la Tierra el 28 de marzo de 1950. 16 años más tarde
el ummita Deii 98 entró en contacto con Fernando Sesma Manzano (más detalles en
una próxima entrada); a partir de ese momento, diversos interesados en el
fenómeno ovni comenzaron a recibir informes ummitas. Esos documentos contienen
información científica: describen, entre otras cosas, el funcionamiento de sus
naves y sus trajes espaciales. Otros documentos se refieren a la historia de
Ummo (religión, organización social, etc.). Tal información privilegiada ha
sido estudiada: el ingeniero Juan Domínguez Montes se interesó en la cosmología
ummita, por su parte, el matemático Jean-Pierre Petit afirma que Deii 98 y
compañía tienen la intención de hacer avanzar la ciencia de nuestro planeta. De
hecho, Jean Pierre Petit dice que varios de sus trabajos sobre el plasma y la
energía magnetohidrodinámica tienen su origen en los documentos de los hermanos
cósmicos. Petit sospecha que algunos de los trabajos del premio Nobel Andrei
Sajarov también tienen su origen en los documentos de los habitantes de
Ummo.
"Sorprendentes" dibujos ummitas
"Sorprendentes" dibujos ummitas
Por su parte, Stan Romanek, como prueba de sus contactos con extraterrestres, muestra informes científicos “impresionantes” (mismos que habría escrito bajo hipnosis) sobre relatividad y mecánica cuántica. Jaime Maussán ha quedado sorprendido con
dichos informes. De hecho, el titular de Las Grandes Mentiras del Tercer Milenio dice que las ecuaciones de Romanek sólo podrían haber sido desarrolladas por una civilización con mayores conocimientos que la nuestra. Sin embargo, el biólogo Jorge Armando Romo tuvo la oportunidad de platicar
sobre el “caso Romanek” con el doctor en física Miguel Alcubierre. ¿Realmente era tan
extraordinaria la información presentada por Romanek? Según Alcubierre, las ecuaciones de Romanek son puras tonterías.
La moraleja es clara: si quiere sorprender a Maussán, lo
único que tiene que hacer es ir a una biblioteca, tomar un libro sobre
relatividad (le recomiendo que no sea una obra de divulgación sino un texto
dirigido a estudiantes universitarios de física, pues entre más ecuaciones
contenga el libro mejor; uno bueno podría ser Relatividad especial para estudiantes de física de Shahen Hacyan) y copiar en un cuaderno la mayor cantidad de
ecuaciones. A continuación juegue con esas ecuaciones, agrégueles símbolos
extraños y diga que los extraterrestres le dieron esa información. Haga énfasis
en que usted no tiene preparación científica y por tanto jamás podría haber
inventado algo así. ¡Maussán y Rodolfo Garrido -su asesor pseudocientífico-
quedarán boquiabiertos!
Aunque
el siguiente comentario de Sagan se refería a los círculos en los cultivos,
podemos aplicarlo a los mensajes de los contactados: prueban lo modestas que
son nuestras expectativas de los extraterrestres y lo zafio de los estándares
de prueba que muchos de nosotros estamos dispuestos a aceptar.
Dedicaré algunas
entradas a las historias de algunos “contactados”.
¿Una asombrosa teoría cosmológica?
En el número 2 de la
revista Contactos Extraterrestres (1976) Carlos Ortiz de la Huerta
narra, en el artículo “No existen otros mundos... todos somos uno”, el caso de
Enrique Mercado (1928-2003). “Mi aventura en una nave extraterrestre”, texto del mismo
Mercado, apareció en el número 3 de la mencionada revista.
Aunque el primer contacto formal que Mercado tuvo con los extraterrestres ocurrió en 1968, su experiencia inició tres años antes.
Aunque el primer contacto formal que Mercado tuvo con los extraterrestres ocurrió en 1968, su experiencia inició tres años antes.
A partir de 1965
Mercado comenzó a subir a la azotea de su casa durante las noches, ahí se
sentaba en un viejo sillón y contemplaba el cielo. Tuvo encuentros cercanos
del primer tipo. Al principio los avistamientos no le resultaron
preocupantes, eso cambió cuando, al tiempo que veía las “pequeñas luces que se
desplazaban a gran velocidad”, se le empezaron a ocurrir ideas acerca de la
formación no sólo del sistema solar sino del universo mismo. Mercado anotó en
una libreta todas esas ideas.
Según Ortiz de la
Huerta, quien examinó los apuntes astronómicos de Mercado, los textos se
refieren a la teoría cosmológica del Big-Bang: “las informaciones de Mercado
tienen una gran coherencia científica, aunque no estén expuestas en la misma
terminología que utilizan los astrónomos contemporáneos.”
El mismo Enrique
Mercado se mostraba sorprendido ante la información que anotó: “Yo nunca me
interesé en la escuela por la astronomía”. A lo que Ortiz de la Huerta
escribió: “Si confiamos en la honestidad de Enrique Mercado, debemos creerle y
desechar por completo la suposición de que él haya obtenido esta información
astronómica leyendo alguno de los manuales de divulgación científica que
circulan en el mercado. Pero de ser esto cierto, ¿cómo entonces puede asimilar
y exponer teorías que es imposible que haya concebido solo?”
Con que poco pinole se ahogan los seguidores de los contactados. ¿Teorías que es imposible que haya concebido solo? Mercado no era un ignorante ni vivía aislado del mundo. Hay muchas formas de obtener nociones acerca de cuestiones astronómicas: conversaciones con familiares y amigos, programas de televisión, documentales, películas, visitas a la biblioteca, etc. El mismo Ortiz de la Huerta señalaba que “la cultura de Mercado es equivalente a la media”.
Con que poco pinole se ahogan los seguidores de los contactados. ¿Teorías que es imposible que haya concebido solo? Mercado no era un ignorante ni vivía aislado del mundo. Hay muchas formas de obtener nociones acerca de cuestiones astronómicas: conversaciones con familiares y amigos, programas de televisión, documentales, películas, visitas a la biblioteca, etc. El mismo Ortiz de la Huerta señalaba que “la cultura de Mercado es equivalente a la media”.
El primer contacto
sucedió un día de 1965. Un extraterrestre (que usaba un chaquetón, pantalón
pegado a las piernas y botas) husmeaba en el auto de Mercado. Al ser increpado
por Mercado, el hermano del cosmos se metió detrás de una barda y desapareció.
“Al día siguiente, intrigado por la presencia del ser, Mercado volvió al mismo
lugar y cuál no sería su sorpresa al comprobar que detrás de la barda había un
extenso terreno de piedra volcánica que era prácticamente inaccesible.”
Un extraterrestre llamado Estiel
Ortiz de la Huerta
cuenta que el 10 de mayo de 1968, un deprimido Enrique Mercado acudió a un bar.
A eso de las dos o tres de la mañana un extraño individuo se le acercó. En ese
momento Mercado tomaba un whisky en la barra.
El extraño individuo dijo llamarse Estiel “y venir de muy lejos, pero no de otro país, sino de otra comunidad que no se organiza en países.”
El extraño individuo dijo llamarse Estiel “y venir de muy lejos, pero no de otro país, sino de otra comunidad que no se organiza en países.”
Mercado le preguntó
si venía de otro mundo, Estiel, ni tardo
ni perezoso, comenzó a transmitir su trascendental mensaje: “Si así quieres
entenderlo, vengo de otro mundo; pero no existen otros mundos, todos somos uno
y uno somos todos. Tenemos el mismo origen, nuestras vidas apuntan a un mismo
propósito y deben cumplir una misma misión. Todos estamos ligados, por eso digo
que no existen otros mundos, sólo existen otras localizaciones; pero lo que
afecta a uno afecta a todos, de tal manera que somos interdependientes, somos
parte de la misma creación (...) Trata de entenderlo de este modo. Tu cuerpo
posee millones de células, pero no son otras células, son tus células y
todas juntas hacen una unidad, bajo un mismo control: tu cerebro, tú mismo...
Lo que sí existe son otros universos, cada uno con su propio control... forman
unidades; de la misma manera que tú eres un ser y yo soy otro, pero no por eso
somos distintos ni tenemos un origen diferente, somos dos unidades. Más
adelante te daremos otras informaciones que te ayudarán a entenderlo.”
-¿Por qué no se
entrevistan con hombres de ciencia o gobernantes? –Preguntó Mercado.
-No escogemos a las
personas por lo que creen ser o por las ciencias que practiquen... Tú, en forma
casual, accidental, tuviste contacto con nosotros, y según nuestros informes
tus reacciones no incluyeron ni el miedo ni la agresión, en cambio sí denotaron
una curiosidad extrema... esto nos agrada porque hace más fácil la comunicación
y eventualmente podrás contribuir en alguna forma a que los hombres de tu mundo
cambien su mentalidad y accedan al nivel donde la felicidad sólo proviene del espíritu
y no de las posesiones materiales... La comunicación con los hombres de ciencia
y los políticos está a cargo de grupos especiales. Otros nos dedicamos a
impartir orientación social a los humanos.
Estiel le habló a
Mercado acerca de otros temas, sus últimas palabras fueron: “Te hemos escogido
porque nos ves y nos aceptas con naturalidad. Tu pensamiento es limpio y denota
una profunda curiosidad... Pronto tendrás una prueba acerca de cómo viajamos y
de la naturaleza de nuestra misión. Tu mente será ampliada.”
Uriel y Yastek
El siguiente contacto
ocurriría hasta octubre de 1972. Mercado observaba el cielo nocturno recargado
en una barda en la azotea de su casa. Aproximadamente a las diez de la noche
apareció un hombre de dos metros de estatura. Mercado lo describe de la
siguiente manera: “Él estaba vestido con un traje de una sola pieza, ajustado
de la cintura para abajo y un poco menos en los hombros; no llevaba guantes;
sus botas, como de boxeador (pero sin correas), eran de un color verde muy pálido,
casi gris, y el traje azul cielo en la parte de abajo, y marrón claro de la
cintura para arriba. A la altura de la tetilla derecha tenía un escudo en forma
de rombo con fondo blanco y una greca o distintivo en forma de dos arcos
yuxtapuestos con esferas en las puntas de color negro, y al lado izquierdo,
pero separadas de la figura central, dos líneas verticales del mismo tamaño.”
Mercado respondió
afirmativamente cuando el extraterrestre -llamado Uriel- le preguntó si deseaba
acompañarlo.
Mercado tomó a Uriel
del cinturón, acto seguido comenzaron a elevarse. “Llegamos a una altura
considerable a juzgar por el tamaño en que se veían las cosas, los edificios y
el panorama de la ciudad, pero no sentí frío ni falta de oxígeno, por lo que
supongo que la fuerza que nos elevaba nos protegía de algún modo.”
Una nave como de diez
metros de diámetro los esperaba.
Dentro del plato volador, Uriel le indicó a Mercado que mirara hacia abajo. “El espectáculo era maravilloso; rodeada de oscuridad, la Tierra despedía una luz azul-verde, estaba llena de nubes y hacia el norte se le veía forma de huevo. Francamente no sentí deseos de hablar, a pesar de las miles de preguntas que hubiera querido hacer. La emoción que me inundaba me hizo un nudo en la garganta como cuando se quiere llorar, como si algo muy querido se alejara de mí y al mismo tiempo me alegrara de ello; en fin, no se me ocurre otra manera de explicarlo.”
Dentro del plato volador, Uriel le indicó a Mercado que mirara hacia abajo. “El espectáculo era maravilloso; rodeada de oscuridad, la Tierra despedía una luz azul-verde, estaba llena de nubes y hacia el norte se le veía forma de huevo. Francamente no sentí deseos de hablar, a pesar de las miles de preguntas que hubiera querido hacer. La emoción que me inundaba me hizo un nudo en la garganta como cuando se quiere llorar, como si algo muy querido se alejara de mí y al mismo tiempo me alegrara de ello; en fin, no se me ocurre otra manera de explicarlo.”
Se dirigieron a la
nave nodriza.
Una vez dentro,
Mercado observó varios platillos voladores. Uriel y Mercado fueron
esterilizados.
“Caminamos por el
salón hasta una escalerilla que conducía a una puerta que se abría normalmente,
con un pestillo parecido a los de nuestras puertas comunes. Luego entramos a
otro salón un poco más reducido que parecía una oficina con canceles de
plástico y aluminio, aunque en realidad no era una oficina, sino un baño. Nos
paramos sobre una banda sin fin que nos condujo por diversas partes, mojándonos
constantemente con un líquido parecido al agua, mientras salían vapores por todos
lados.
“El tripulante se
llevó las manos a los ojos, y yo lo imité. Ni uno ni otro despedían olor
alguno; sin embargo, tanto el líquido como el vapor tenían un sabor que no
puedo definir con exactitud, pero que se parecía al yeso. Finalmente, la banda
nos llevó a un apartamento, donde nos fumigaron con otro gas un poco más
caliente y desagradable que los anteriores, sin sabor ni olor, pero que nos
secó por completo. En realidad se trató de una esterilización completa y eficaz
desde los zapatos hasta el cabello, sin olvidar las uñas y a pesar de la ropa.”
Uriel y Mercado se
cambiaron la ropa. Ambos se pusieron un traje igual al que llevaba puesto Uriel
cuando se presentó en la azotea de Mercado. Gracias al cambió de ropa, Mercado
supo que “no hay diferencia entre los cuerpos desnudos de estos seres y el
nuestro; sólo que su piel es más blanca y no tiene vello, excepto en la parte
del sexo.”
El cabello de los
extraterrestres que salen con frecuencia de la nave se vuelve plateado debido a
los compuestos químicos de los baños esterilizantes (de ahí que Uriel se
cubriera los ojos). Pero el cabello de los extraterrestres puede ser de
diversos colores.
Uriel y Mercado se
dirigieron a la sala de control. En el caminó, Mercado observó que varios
extraterrestres hacían algunas reparaciones a la nave.
En la sala de control
también había varios personajes:
“Había varios
volantes y mucha gente vestida con modelos iguales, pero de distintos colores.
El color es indicativo del rango jerárquico y de la especialidad en el trabajo;
los distintivos en el pecho son todos iguales.
“Aquí todo el mundo
estaba ocupado en algo; a un lado y en un pasillo un tanto elevado había un
grupo de mujeres atendiendo otros controles, sensores y diversos paneles...
Unas leían y otras anotaban. Todas eran muy bellas de cara y cuerpo; vestían
iguales que los hombres, de diferentes colores, y llevaban el mismo distintivo
en el pecho. A pesar de ser de buena estatura, la diferencia entre mujeres y
hombres es más acentuada que entre nosotros. Todos los hombres son altos pero
no en igual grado; hay algunos que rebasan los dos metros, y otros bastante más
bajos. Pero en cambio no vi ninguna mujer que midiera más de 1.75.”
El comandante vestía
todo de blanco y era de mayor edad. Este personaje trabajaba cerca del techo
(una cúpula transparente que dejaba ver las estrellas).
A partir de este
momento Yastek fue el encargado de guiar a Mercado. El contactado observó un
mapa cósmico en el que Yastek le señaló el lugar de donde ellos vienen y
el lugar en el que en ese momento se encontraban.
Yastek le mostró una
pantalla (“un sensor visual y sónico”) y conversaron sobre nuestro sistema
solar. Uriel fue el encargado de regresar a Mercado a su casa. El contactado
aprovechó para hacer otras preguntas.
E M: -Uriel, ¿de
qué metal son estas máquinas?
U: -Son de oxígeno
metálico, y los trajes también.
Me quedé con la
boca abierta ante esta respuesta, y me detuve en la rampa inclinada.
E M: -Espera,
Uriel; dijiste oxígeno metálico. ¿Existe eso?
U: Existe En forma
natural en algunos cuerpos con gran presión magnética y atmosférica. En nuestro
caso lo elaboramos mediante un proceso que sirve para diversos usos técnicos.
También utilizamos el hidrógeno metálico; ambos son casi indestructibles y
anticorrosivos. En tu planeta hemos dejado muestras que no han podido analizar.
E M: -Tu planeta
debe ser igual al mío; veo que no usan equipo especial para bajar y permanecer
en él.
U: -Es muy
parecido, pero no igual; en lugar de equipos usamos un estabilizador general
que absorbemos mediante estos tubos.
Al decir esto me
mostró un tubo metálico parecido a ésos en los que se empacan los cigarros
puros o habanos, aunque un poco más grandes y más gruesos. En un extremo
estaban rematados por un disco y unas correas de plástico.
E M: -¿Entonces
tienen muchos tubos los que viven entre nosotros?
U: -No; su uso es
transitorio, en tanto que el organismo se adapta.
E M: -¿Y cómo
funcionan sus motores?
U: -No hay tiempo
para darte una explicación amplia –me dijo mientras seguíamos caminando-. Son
motores de transformación magnética; sirven para propulsar y producir
antigravedad, y con ellos se alcanzan velocidades que no puedes imaginar, y
maniobras que ustedes creen imposibles de realizar. La energía se obtiene del
mismo espacio, ya que ahí abunda.
Aquí es donde los
creyentes de los contactados preguntan “¿Cómo podría haber inventado esa
conversación un hombre que nunca se había interesado en la ciencia?”. Seguro
piensan que el “contactado” nunca vio ni por casualidad alguna serie de televisión
en la que se abordara el tema del contacto con extraterrestres.
Mercado concluye su experiencia con las siguientes palabras: “Del viaje de regreso no recuerdo nada... De repente me vi en la azotea de mi casa en la misma postura en que estaba cuando me llevaron, pero era más tarde; unos minutos después de las 24 horas. Mi experiencia había durado más de dos horas.”
Mercado concluye su experiencia con las siguientes palabras: “Del viaje de regreso no recuerdo nada... De repente me vi en la azotea de mi casa en la misma postura en que estaba cuando me llevaron, pero era más tarde; unos minutos después de las 24 horas. Mi experiencia había durado más de dos horas.”
Pláticas de un contactado
Los encuentros entre
Mercado y los extraterrestres terminaron en 1978, a lo que comentaba: “pero
tengo la esperanza de volverlos a ver, ya que al irse se despidieron como
siempre, diciéndome ‘piensa bien, ye volveremos a ver’.” ¿Qué aprendió de los
extraterrestres?
Según el contactado,
los seres humanos no somos originarios de este planeta: “Nosotros no descendemos
de los monos. Ellos y nosotros somos especies diferentes. Eso es para mí lo que
precisamente quiere decir Adán y Eva, esta es tu especie. No descendemos de los
monos. Lo demás son sólo teorías (...) A través del tiempo nos han visitado 15
civilizaciones. Doce desde la antigüedad y tres últimamente. Los Sarios, los de
MU, Nok y Siones, son de estas cuatro civilizaciones que descendemos todos.
Tres razas nos visitan últimamente, pero nuestro origen deriva de la cuatro. El
hombre no se dio aquí por evolución, sino por colonización. Ellos vinieron aquí
y se asentaron, cada quien en donde le era más propicio conforme a su propia
naturaleza. Algunos en la cuestión desértica, otros en la cuestión de calor,
otros por el frío. En donde más se acomodaron, ahí se fueron asentando. Hubo
guerra entre los Sarios y los de MU. Una guerra que se dio por la intriga de
los Siones. En Hiperborea estaban todos, pero básicamente los Sarios. Y la
Atlántida, yo creo que es lo mismo. Porque primero los conocimos como Sarios,
luego Hiperboreos y después como atlantes. De ahí derivan muchos nombres al
igual que los de MU, se conocen sus asentamientos con otros nombres y de ahí
las confusiones. Los dominantes eran los MU, los que más sabían, los más
avanzados y fueron los que ganaron la guerra aquí y finalmente expulsaron a
todos. Ahí fue que nos quedamos sin maestros. Ellos acondicionaron algunas
cuevas o túneles. Son estos túneles que hay en algunas partes y que están
acondicionados, que han cambiado por el movimiento de la tierra y ya no tienen
el diseño original.”
Mercado decía haber
contactado con los MU, y a las civilizaciones ya mencionadas, en otro momento
agregó a los Cefiro y a los Dugodon. “Los Dugon manejan a un tipo de robots
identificados en el mundo como los grises.”
Foto de la revista Evidencia Extraterrestre
Mercado negaba la realidad de los hombres de negro, las abducciones y los implantes: “No existen los secuestros, los extraterrestres son cordiales, bien intencionados y moralmente impedidos para mentir. Por supuesto no nos someten a análisis, ni exámenes, ni implantes, ni mutilaciones, ni nada de esas cosas que han inventado para escribir novelas. Actualmente nuestra tecnología permite que con una sola gota de sangre se obtenga información genética ilimitada. Imagínense entonces con la tecnología con la que ellos cuentan, qué necesidad tienen los extraterrestres de raptar gente para embarazarlas y luego botarlas. Qué necesidad tienen de invadir dormitorios y paralizarnos para obtener muestras. Todo esto son mentiras, ni secuestran, ni analizan, ni nada.”
Foto de la revista Evidencia Extraterrestre
Mercado negaba la realidad de los hombres de negro, las abducciones y los implantes: “No existen los secuestros, los extraterrestres son cordiales, bien intencionados y moralmente impedidos para mentir. Por supuesto no nos someten a análisis, ni exámenes, ni implantes, ni mutilaciones, ni nada de esas cosas que han inventado para escribir novelas. Actualmente nuestra tecnología permite que con una sola gota de sangre se obtenga información genética ilimitada. Imagínense entonces con la tecnología con la que ellos cuentan, qué necesidad tienen los extraterrestres de raptar gente para embarazarlas y luego botarlas. Qué necesidad tienen de invadir dormitorios y paralizarnos para obtener muestras. Todo esto son mentiras, ni secuestran, ni analizan, ni nada.”
De igual forma,
negaba que los encuentros con los “hermanos cósmicos” pudieran provocar algún
efecto negativo: “Mucho se ha comentado que tales contactos o encuentros nos
provocan conflictos psicológicos y fisiológicos, ESTO ES FALSO. Si esto le ha
sucedido a alguien no fue debido a los extraterrestres, sino debido a que el
miedo los dominó, no pudieron vencer el miedo que les provocó estar en un lugar
desconocido con seres extraños. Sus pensamientos fueron bloqueados por ellos
mismos, no por los extraterrestres.”
De otros contactados
afirmó: “La mayoría son unos mentirosos, basta con que alguien contacte con un
extraterrestre para que uno se vuelva telépata, como si esto fuera de uso
común. Además, muchos de ellos aseguran tener contacto desde hace más de 30
años con los extraterrestres, los tienen presos, a su disposición. Estos
señores que conviven con estos maestros superiores como ellos les llaman, han
de ser unos sabios.”
¿Un fenómeno
parapsicológico?
Ortiz de la Huerta
presentaba a un Mercado con más preguntas que respuestas: “Asimismo Mercado
confiesa, con la sencillez y la honestidad que le caracterizan, ignorar el
significado de sus experiencias, y siempre hace una invitación a los entendidos
en estas materias para que lo estudien. A mí en lo particular continuamente me
pide que le ofrezca explicaciones a sus vivencias...”
Incluso Mercado dudó
de su propia salud mental y consultó a tres psiquiatras. En varias ocasiones
pensó que sus experiencias con los extraterrestres no eran sino sueños. Ortiz
de la Huerta señalaba: “Mercado reconoce que es difícil creer que esto ocurrió
físicamente, sobre todo si la única evidencia la constituye el propio sujeto.
Por esto está dispuesto a escuchar otras explicaciones. ‘¿Acaso ocurrió algún
fenómeno de los que se ocupa la parapsicología?’, nos pregunta. Realmente creo
que los investigadores de esta rama debieran analizar con todo rigor el
contenido psíquico, si es que lo hay, de la experiencia vivida por Mercado.
¿Telepatía? ¿Proyección astral? ¿Ubicuidad? ¿Podrá explicarse el viaje de este
hombre común y corriente por medio de alguno de estos fenómenos?”
El mismo Mercado
escribió: “No estoy muy seguro de que esto me haya ocurrido real y físicamente.
Imposible que haya estado dormido: no podemos dormir de pie y me hubiera caído
sobre el piso de la azotea. ¿Imaginación? Tal vez, pero fue demasiado real, y
hasta donde yo sé, la imaginación opera en un nivel consciente y la persona
sabe que está imaginando. ¿Ocurrió algún fenómeno mental de los que se ocupa la
parapsicología? ¿Viaje astral? ¿Activación de un sexto sentido? ¿Ubicuidad?
¿Transmisión telepática de ideas, palabras e imágenes tridimensionales y en
colores? De ser así, ¿quién me las transmitió?”
Sin embargo ya para
1980 Mercado no estaba abierto a una explicación “parapsicológica”, en el
número 104 de Contactos Extraterrestres se publicó la siguiente carta del
contactado.
¿TRATAMIENTO
PSIQUIÁTRICO A HYNEK Y VALLE?
Después de tanto
tiempo me resulta muy agradable saludarlos y felicitarlos por haber llegado con
éxito al número 100 de la revista CONTACTOS EXTRATERRESTRES. Es magnífica su
labor de difusión, y no pocas veces de investigación, sobre el apasionante tema
de los OVNIS.
Aprovecho la
oportunidad para que, de mi parte, recomienden a los doctores J. Allen Hynek y
Jacques Vallée se sometan a tratamiento psiquiátrico; creo que esto será
conveniente para su salud.
Ello,
naturalmente, en el caso de que escriban y hablen por sí mismos, porque si lo
hacen por órdenes o directrices de las agencias gubernamentales que acaso
cubren sus sueldos, entonces debo recordarles que la ingenuidad pública tiene
sus límites. Y que tanto afán por atemorizar a la gente en relación a los OVNIS
y desacreditar a los contactados (eso de contactees suena mal, ¿no creen?), sólo
conduce a la certeza del enorme miedo e impotencia militar de los Estados
Unidos ante la capacidad, ciencia y técnica de las civilizaciones
extraterrestres.
Por cierto éstas existen y sus naves y tripulantes son reales y FÍSICAS. Eso de “paranormal”, “parapsicológico”, “ultradimensional”, “extratemporal” y etcétera, son calificativos tenebrosos, excluyentes, evasivos y justificantes de la ya constante costumbre del gobierno americano de tratar de ocultar o deformar la existencia de alguien infinitamente superior y poderoso. ¿Cuál será su temor? Conforme a la mentalidad estadunidense, pueden ser muchos. ¿Acaso lo único “parapsicológico” sea que la presencia de naves extraterrestres active los centros de memoria de la “raza blanca” y ésta intuya haber perdido una guerra hace ya casi 12,000 años con seres de apariencia asiática? Bueno, este es otro tema, pero viene al caso.
Por cierto éstas existen y sus naves y tripulantes son reales y FÍSICAS. Eso de “paranormal”, “parapsicológico”, “ultradimensional”, “extratemporal” y etcétera, son calificativos tenebrosos, excluyentes, evasivos y justificantes de la ya constante costumbre del gobierno americano de tratar de ocultar o deformar la existencia de alguien infinitamente superior y poderoso. ¿Cuál será su temor? Conforme a la mentalidad estadunidense, pueden ser muchos. ¿Acaso lo único “parapsicológico” sea que la presencia de naves extraterrestres active los centros de memoria de la “raza blanca” y ésta intuya haber perdido una guerra hace ya casi 12,000 años con seres de apariencia asiática? Bueno, este es otro tema, pero viene al caso.
Por mi parte y
como siempre, estoy a sus órdenes para cualquier aclaración o ampliación de lo
aquí expuesto.
Enrique Mercado
Orue
La respuesta fue:
Agradecemos mucho sus amables líneas. Respecto a su
sugerencia de que recomendemos a los ufólogos mencionados un tratamiento,
desgraciadamente no podemos hacerlo; primero, porque nuestro contacto con ellos
es muy indirecto; y segundo porque pensamos que para que ellos tomaran en
cuenta una crítica a su forma de pensar sobre los OVNIS, sería necesario que
ésta fuera expuesta no con ironías sino a base de argumentos consistentes
basados en hechos demostrables; por tanto, lo invitamos a usar nuestra revista
como el medio idóneo para expresar una crítica de este tipo, si es que a usted
le interesa hacerlo. Y lo importante, en última instancia, no es que los
ufólogos en cuestión se enteren de su crítica, sino el gran público interesado
en los temas de los OVNIS y los contactos extraterrestres. A sí pues, recuerde
que nuestras páginas están abiertas a su posible crítica.
REFERENCIAS
Contreras Esparza,
Roberto, “Hablando con los extraterrestres (la visión de un contactado)”,
“Encuentros ET” (Edición especial de Contacto OVNI), México.
Mercado, Enrique, “Mi
aventura en una nave extraterrestre”, “Contactos Extraterrestres”, No. 3,
México, enero de 1977.
Mercado, Enrique,
“Pláticas de un contactado”, “Contacto OVNI”, No. 94, México.
Ortiz De la Huerta,
Carlos, “No existen otros mundos... todos somos uno”, “Contactos
Extraterrestres”, No. 2, México, diciembre de 1976.
Sagan, Carl, “El
mundo y sus demonios”, Planeta, México, 1997.
Estimado Martín. Inicialmente saludarte y desearte un buen dia, entre los muchos que nos queden. Desde el respeto, he de decirte, que un contactado, si lo es, (puede padecer una patología), desde el momento que dice que lo es, se somete voluntariamente, al estudio, la critica y la burla, entre otras. Luego esta tu derecho a opinar, que si bien hace 50 años, esta opinión se compratia con nuestro circulo mas cercano, hoy, gracias a la Red de redes y la madre que la pario, tu opinión, influencia a miles de personas...Enrique Mercado fue un contactado. De esto no tenia duda el, ni yo. Tambien lo fue Moises, Abrahan y Jesus el Nazareno...que hablaban con «mensajeros del señor». A ninguno de ellos les fue bien...¿y sabes por que? Pues es muy sencillo y a la historia me remito...por que el problema de la humanidad no es tecnológico, de hecho, despues de seguir nuestra historia desde el principio, lo unico bueno que podrian darnos estos «mensajeros» es consejos, sobre el odio y nuestras armas, guerras, etc...sobre la envidia, y nuestra forma de ver a nuestro projimos, sobre la avaricia y nuestra insensibilidad hacia el que no tiene, nuestra codicia y ansia de tener mas, de lo que necesitamos, sobre la mentira y el autoengaño, en resumen sobre la falta de respeto y humanidad hacia todo lo que nos rodea...como ves, nada tecnologico, no que tu, ya no sepas. Pensarás que exagero o intentarás estar fuera de los adjetivos citados, pero te aseguro que todos, y digo todos, tenemos algun adjetivo calificativo como estos. No necesitamos tecnología, ya que aunque te la dieran, no estariamos preparados para esta. Imaginate...descubrimos la fusión atómica y matamos a millones y lo peor....es que a los dos dias, repetimos en Nagasaki. Se que Nagasaki te importa una mierda, y no es mas que un historico recuerdo, pero Martín, te aseguro, que lo ultimo que nos darian, es tecnología y si recordatorios de lo que sabemos, debemos hacer...Salud y felicidades por tu excelente blog. PD. Ser analista, no obstante, es necesario.
ResponderEliminarLos contactados reales son aquellos que pueden mostrar evidencias fisicas, por ejemplo este contactado narra que estando en la nave nodriza lo fumigaron y le dieron un traje, pues ha debido pedirles que se lo regalen y de vuelta ordenar lo analisen y fotografien, Ademas estuvo con ellos en varias oportunidades, nueve o mas, lo menos que pudo hacer es cargar una maquina fotografica y pedirles autorizacion para fotografiarlos asi habria demostrado que su experiencia era real. En consecuencia opino que los yanquis le han pagado y dado la historia para que lo repita, dentro de su programa de desinformacion. los OVNIS son fabricados por ellos, y otros paises, hasta la fecha no les conviene utilizarlos para no afectar a sus industrias actuales y pueden no estar totalmente bien desarrollados .Tesla patento esas naves y los Nazis los desarrollaron,la tecnologia la capturaron los aliados, que son los que raptan implantan chips y experimentan control mental. Sus lacayos hacen creer que son obra de extraterrestres, reptilianos y demas historias.
ResponderEliminarel detractor maricon jaaaaa algo te hicieron o dejaron de hacer los del espacio, desprestigiar es tu lema, algunos casos falsos, otros no pero los ves desde una misma linea como caballito o yegua ja de carreras con casi los ojos tapados, bodrio de blog,
ResponderEliminarCuanto sabes, he quedado maravillado con tu verdad, sigue iluminandonos capo, jajajajajajajajajajaja
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