tag:blogger.com,1999:blog-4761573635485552388.post5093174969823208392..comments2023-12-08T20:16:31.203-08:00Comments on EL DETRACTOR: Y que René y Adonis se van al cineMartín Fragosohttp://www.blogger.com/profile/12503164160147312504noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-4761573635485552388.post-59696606329881326342017-01-11T22:25:58.226-08:002017-01-11T22:25:58.226-08:00Muchas gracias por sus comentarios, seguiré con es...Muchas gracias por sus comentarios, seguiré con este tema de la historia de la ciudad de México.<br /><br />Cuando era niño, los sábados mi hermana y yo veíamos con mi mamá las películas, que pasaban por televisión, de sus ídolos juveniles: César Costa, Enrique Guzmán y Angelica María, entre otros. Martín Fragosohttps://www.blogger.com/profile/12503164160147312504noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4761573635485552388.post-12150713753283308022017-01-09T03:56:31.626-08:002017-01-09T03:56:31.626-08:00Muy buenos estos posts recientes sobre la historia...Muy buenos estos posts recientes sobre la historia de la ciudad de México. Es una pena ver hermosos cines clásicos convertidos en un mercado de baratijas, como le pasó al Cine Teresa.Alexhttps://www.blogger.com/profile/10053646375122306427noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4761573635485552388.post-28633618597788214132017-01-07T22:19:29.354-08:002017-01-07T22:19:29.354-08:00Creo que no se podría encontrar mejor descripción ...Creo que no se podría encontrar mejor descripción para la película de Sor Ye-Yé que la que hizo Adonis: "era una pinche monja que se la pasaba baile y baile y cante y cante con una escoba toda la pinche película". Jejeje.<br /><br />Para quienes crecimos en la década de los ochentas y que además nuestra respectiva madre nos sentaba frente a la TV para no dar lata, era inevitable ver esas películas sesenteras y setenteras post época de oro en las que se mezclaban las “actuaciones” de rocanroleros y cantantes populares, con héroes de películas rancheras, ex estrellas de esa añorada época de oro y nuevos talentos y diamantes en bruto. Así uno podía encontrarse en ese universo de fantasías con Javier Solís y Sonia López (La Chamaca de Oro) como estudiantes universitarios, a Manolo Muñoz, César Costa y Julissa como pandilleros y hasta a toda una señora como Columba Domínguez haciendo desnudos “artísticos”. Hilarante ver como esos rocanroleros estaban a punto de cometer un asalto a un banco y de repente se les ocurría cantar la Pera Madura. O que metieran a la fuerza un numerito de la Sonora Santanera en cuanta película se produjera. Creo que ni Buñuel alcanzó esos niveles de surrealismo. Pero si creíamos que habíamos visto todo, faltaba que llegaran los noventas y las Caguamas Ninja con el malogrado Pedro Webber y la Chiquitibum o Tijuana Jones con Mario Almada. El cielo es el límite.<br /><br />No obstante, sería otra generación de chamacos la que tuviera la fortuna de formarse con ese gran cine.<br /><br />Supongo que en uno de los periodos en los que tuvimos la ¿fortuna? de tener televisión, habré visto esa coproducción México-España que mencionas en tu entrada. Cómo olvidar la actuación que consagró a la inmortal Hilda Aguirre. Y lo curioso es que después de la llamada época de oro, a los directores les dio por convertir en actores a cualquier cantante del momento, así pudimos ver en pantalla a grandes leyendas del cine como Angélica María, Blanquita Estrada, Vicente Fernández, Marco Antonio Muñiz, Johnny Laboriel, José José, Juan Gabriel y el galán de Hilda en esta joyita, Enrique Guzmán. Pero, esta vez hicieron un experimento en sentido inverso: a la incipiente actriz la convirtieron en cantante a la fuerza. No sé si alguien previó que la que se convertiría en una exitosa artista por décadas era la mujer oculta detrás de la voz, Estela Núñez y que Hilda Aguirre apenas si tendría alguna que otra intervención digna de mención. En fin, ese fue parte de nuestro cine en esas décadas.<br /><br />El Hotel y el Cine Regis fueron emblemáticos de esa avenida Juárez. Cuando se presentan fotos del terremoto del 85, en exposiciones fotográficas, suele aparecer en primer plano ese letrero de la marquesina del Regis. <br /><br />Y una anécdota que no deja de ser curiosa que involucra al hotel: resulta que el gran antropólogo y padrino de la Nueva Era, Carlos Castaneda, relata en “El Arte de Ensoñar” que él, Carol Tiggs y nada menos que el mismísimo Don Juan estuvieron en el Hotel Regis. Don Juan es uno de los personajes que, según relatos de los setentas, centenares de jóvenes hippies fueron en su busca tras leer los libros de Castaneda. Sobra decir que las búsquedas fueron infructuosas. Ese personaje archifamoso no nada más estuvo en ese mítico Hotel sino que también en el Samborns de los Azulejos. Y pensar que lo tuvimos tan cerca.<br /><br />Ayer que pasé a ver a mi madre, le pregunté si ella había visto Sor Ye-Yé. Me comentó que vio su estreno en uno de esos cines que sólo se conservan en nuestra memoria y en fotos, el Cine Manacar, allá por el rumbo de Tacubaya. Quien iba a decir que esos recintos que fueron el centro de atención de la juventud cincuentera, sesentera, setentera y hasta ochentera, serían reducidos a polvo.José M. Cardenashttps://www.blogger.com/profile/00384127502176502006noreply@blogger.com